Una serie de dificultades está trayendo la estrechez de la transmisión en algunas zonas del país, entre las cuales está el crecimiento en los niveles de cortocircuito en algunas subestaciones de 220 kV del sistema troncal, asegura Bladimir Rivas, uno de los directores del capítulo chileno del Cigré.
El especialista explica a Revista ELECTRICIDAD que esta situación “es producto de la concentración de centrales generadoras en ciertas zonas del país y del crecimiento del sistema de transmisión en 500 kV y 220 kV”, por lo que sostiene que “se ha visto un importante crecimiento en los niveles de cortocircuito en algunas subestaciones de 220 kV del Sistema Troncal, llegando a alcanzar valores muy cercanos a los máximos de diseño estándar de los principales fabricantes de equipos eléctricos en el mundo, en los años venideros”.
“Esto sugiere la necesidad de analizar soluciones para establecer limitaciones al crecimiento de las corrientes de cortocircuito en las subestaciones del Sistema de Transmisión Troncal”, plantea Rivas.
Según el especialista, también se ha podido observar un incremento importante en los niveles de TRV (Transient Recovery Voltage) en el sistema de 500 kV, llegando a valores que superan los diseños estándares de los principales fabricantes, según lo establecido en las normas internacionales, lo que obliga en algunos casos, a instalar interruptores para un nivel de tensión de servicio superiores a los 500 kV”.
Ante este diagnóstico, el director de Cigré señala que “es indispensable hacer un análisis detallado de esta situación y determinar medidas que permitan controlar este fenómeno”.
Por su lado, Juan Carlos Araneda, presidente del capítulo chileno del Cigré comenta a Revista ELECTRICIDAD que esa misma concentración de líneas de transmisión en algunas subestaciones importantes, tanto del SIC como del SING, “conlleva situaciones de riesgo para el sistema eléctrico, haciendo de vital importancia la verificación permanente del buen estado de los sistemas de protección y control, así como la realización de estudios de integridad del sistema para identificar los puntos críticos y que pueden tener un mayor impacto en la seguridad de servicio”.
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