(Pulso) Sigilosa ha sido la llegada de la china State Power Investment Corporation (SPIC) al control de la australiana Pacific Hydro, que opera en Chile a través de las centrales hidroeléctricas de pasada Coya y Pangal (76 MW), además de Chacayes (111 MW), La Higuera (155 MW) y La Confluencia (164 MW), estas dos últimas en joint-venture con la noruega Statkraft.
El 1 de febrero, SPIC cerró la adquisición del holding energético y desde entonces, ha tomado varias decisiones sobre la estructura corporativa. La primera, la conformación de un directorio mixto entre la nueva y la antigua administración, además de mantener la estructura del grupo, con sede en Australia, y ratificar al equipo gerencial chileno, liderado por José Antonio Valdés -quien suma doce años en la compañía- como presidente ejecutivo.
Esto ya había sido adelantado por el presidente de SPIC, Wang Binghua, luego de firmar el acuerdo de compra. “SPIC está comprometida con mantener la estabilidad del negocio actual de Pacific Hydro y su equipo de gestión, así como también en la expansión de su cartera de desarrollo de proyectos”, dijo.
El nuevo directorio quedó conformado por tres representantes de SPIC: el presidente y representante legal del brazo verde de la empresa, Hou Xuezhong, liderando la mesa; el vicepresidente asistente en el departamento de Comercio de SNPTC, LU Anjian; y el gerente general de energía renovable y negocios Internacionales para Wuling Power, Pei Wenlin.
Asimismo, mantuvo como director ejecutivo al CEO de Pacific Hydro, Michael Fuge; a los directores Roger Gill y David Jana, ex ENAP y director de la eléctrica desde agosto de 2014.
En los próximos días se realizará el segundo directorio de Pacific Hydro al mando de SPIC, instancia donde se espera se delineen los proyecto de largo plazo para Chile y de configure la estrategia de negocios.
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