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Centros de emprendimiento crecen en Santiago y se expanden a regiones

Mar 4, 2013

Oliver Flögel espera abrir cuatro Urban Station y Corfo aumentará bibliotecas en el resto del país.

(Diario Financiero) Un verdadero boom de centros de emprendimiento e innovación se está viviendo en Santiago, y tal ímpetu poco a poco se está expandiendo a regiones.

La creación de nuevos espacios que cuentan con lo necesario para que los startups puedan generar y concretar proyectos son signos positivos, según los expertos, ya que da cuenta que el ecosistema del emprendimiento está madurando cada vez más en el país.

Hace ya varios años que las municipalidades, en particular, han contado con centros especializados pero para capacitar y orientar a emprendedores, como el Centro Yunus de Peñalolén, o la Casa del Emprendedor del municipio de Santiago.

El cambio en la manera de aglutinar a los emprendedores se dio a partir de 2011, pero en especial en 2012 con la celebración del Año del Emprendimiento, que gatilló una verdadera “explosión” del “Coworking”, fenómeno que se relaciona con espacios de capacitación y desarrollo que están lejos de ser sólo oficinas tradicionales, sino que invitan a la creación, a la interacción y a la generación de redes mediante el contacto con otros emprendedores con quienes traspasar experiencias, además de contar con tecnología de vanguardia a la mano. Incluso, hay algunos que se han transformado en “aceleradoras” de los mismos proyectos que ahí trabajan.

El ex Movistar y secretario ejecutivo de Desarrollo Digital, Oliver Flögel, fue uno de los pioneros al traer a Chile Urban Station. Se instaló en el ex Palacio Droguett, en Providencia, donde alberga a Movistar Innova y a los emprendedores del programa Start-Up Chile de Corfo. De hecho, a casi dos años de ello, durante 2013 piensa expandirse vía franquicias y espera abrir hasta cuatro centros más.

A esto se suma también el Centro de Innovación y Emprendimiento Mapuche de la Universidad de La Frontera, o la biblioteca de Corfo en Santiago, que fue remodelada en 2010 para transformarse en un espacio abierto y eficiente para los emprendedores, y que estos meses dará un paso importante pues en Corfo planean instaurar este tipo de bibliotecas en regiones. La idea es abrir a la comunidad el repositorio institucional online, que contiene información y proyectos que se han apoyado históricamente. 
Durante el último año se han creado más recintos, como la Academia Wayra, el segundo centro de emprendimiento de Movistar en Chile; Garage UAI, de la Universidad Adolfo Ibáñez; MakerSpace, de Alejandra Mustakis, Macarena Pola y Tiburcio de la Cárcova; Socialab, de Techo, abrió centros de innovación social en Santiago, Coquimbo y Concepción, mientras que ProChile hará lo propio en abril de este año, con un “centro exportador” en Providencia, que contará con oficinas flexibles para que los emprendedores y empresarios puedan hacer crecer su negocio en el extranjero. 



Sigue el dinamismo
Y vienen más. Fernanda Vicente, vicepresidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), señala que se está creando “un nuevo país emprendedor y la forma en que trabajamos es reflejo de esto. Lo maravilloso es que todos los días nacen nuevos modelos como los espacios de trabajos compartidos, los hub y muy pronto viene una Ciudad de la Innovación, proyecto que generará un quiebre en lo que entendemos por espacios creativos, de la mano de directores de la Asech, como Alejandra Mustakis y Alan Farcas”.

Vicente explica que este nuevo dinamismo demuestra que los chilenos están creyendo “cada vez más, que sí se puede crear y sacar adelante emprendimientos nacionales, ser exitosos y, además, exportar talento emprendedor. Tenemos excelentes ejemplos extranjeros como Estados Unidos e Israel, de los cuales nos hemos nutrido de ideas y experiencias; y hoy estamos desarrollando nuestro propia identidad emprendedora”.

Consolidación
La llegada de este tipo de centros a las regiones es fundamental, recalca Javiera Córdova, del área de Emprendimiento de Innova Bio Bío, ya que a su juicio ayuda a conformar un ecosistema que permite “generar una región con capital humano competente, que a la vez posea emprendimientos que puedan asociarse, colaborar e innovar, independiente de que se trate de negocios tradicionales o high tech”.

El desafío ahora es mayor, dice Leonardo Maldonado, director ejecutivo de Región Fértil en Antofagasta, al señalar que el país está viviendo una nueva valoración de lo que significa ser emprendedor. Y al incursionar en este nuevo ecosistema, hay que superar el desafío de hacer negocios globables.

“El 90% de los emprendedores sigue diseñando sus equipos y sus mercados de manera local. Por lo que el desafío está entre modelos de negocios locales y de poca escalabilidad, versus modelos de negocios pensados globalmente”.

Desafío levantemos Chile
La Fundación se creó en 2010 con el fin de unir a estudiantes universitarios con emprendedores de bajos recursos, para potenciar la viabilidad de los negocios a menor escala. «Los emprendedores que apoyamos son mayoritariamente mujeres del quintil más bajo, y sus negocios deben corresponder al menos a un 70% de sus ingresos», indica el director ejecutivo, Goran Ahumada. Cuentan con el apoyo de bancos, donaciones privadas, fondos públicos concursables y además tienen alianzas con universidades, municipios y organizaciones públicas, entre otras. El pasado fue un año de consolidación, iniciando el funcionamiento de la primera escuela de emprendimiento ubicada en Estación Central, que apoyó a 300 emprendedores. Para 2013 esperan capacitar a más de 400 y en 2014 llegar a los 1.000 emprendedores.

La Nube
En 2012 se creó en Valdivia, en la Región de los Ríos, La Nube, una comunidad de emprendimiento que surgió tras el diagnóstico que realizó un grupo de seis jóvenes, en el cual analizaron la situación de la ciudad en torno a los temas de innovación y emprendimiento, explica Gabriela González, una de las fundadoras.

La entidad, que cuenta con un espacio de coworking, partió con un capital semilla inicial de $ 2 millones aportados por Sercotec. Actualmente, se financian con recursos de los propios socios y están trabajando para desarrollar una plataforma de Open Innovation, «La nube OI», que facilitará el encuentro entre empresas y personas, además de la captación de fondos a través de la realización de talleres de diseño y estrategia para startup, financiadas a través de Corfo.

Co-work: aceleración colaborativa
A partir de una mala experiencia, los socios de Co-Work, Horacio Justiniano, Sebastián O»Ryan y Antonio García, pudieron visualizar una oportunidad: en 2009 crearon una empresa de importación que no obtuvo el éxito esperado, por lo que tiempo después generaron un lugar en donde pudieran compartir con otros sus éxitos, fracasos y desarrollar nuevas ideas. Así nació Co-Work en 2012, una comunidad -actualmente de 100 emprendedores- que sustentará el crecimiento de los modelos de negocios, «la primera plataforma 100% privada de aceleración colaborativa de Chile», asegura O»Ryan.

«En 2012 facturamos más de US$ 250 mil y este año esperamos duplicar la cifra, pues nuestra meta en el corto plazo es tener ventas brutas superiores al US$ 1 millon», añade. Este año pretenden expandirse dentro de Santiago y en regiones.

Acción emprendedora
Nace con el fin de apoyar, gestionar y administrar a los emprendedores y microempresarios vulnerables. Ya cuenta con siete centros en ciudades como Antofagasta, Valparaíso y Santiago. La incubadora, que este año cuenta con un presupuesto de $ 900 millones, se financia con proyectos públicos y privados, para lo cual ha generado alianzas con diversas empresas.

Sebastián Rodríguez, gerente general de la organización, sostiene que esperan posicionarse como la principal incubadora social del país, para apoyar a los emprendedores en la búsqueda de financiamiento, clientes, ámbito legal y de diseño. Además, este año, pretenden crear un nuevo centro de emprendimiento en la Región de los Ríos

Fuente / Diario Financiero

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