(El Mercurio) El terreno ganado por las energías renovables no convencionales (ERNC), sumado a las menores perspectivas de crecimiento de la demanda eléctrica, son factores que están afectando a los proyectos tradicionales, haciendo que los generadores revisen estas iniciativas o retrasen su ingreso al mercado.
Ese es el caso de Eléctrica Puntilla –compañía controlada por los Canalistas del Maipo, liderados por la familia Pérez Cruz- quienes decidieron posponer la puesta en marcha a fines de 2022 de central Ñuble, su proyecto más ambicioso.
La firma solicitó permisos a la autoridad ambiental para desplazar a construcción de la hidroeléctrica de 136 MW ubicada en la región del Biobío y que contempla una inversión de US$ 420 millones.
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