(Reuters) El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, señaló que el alza de entre 5,5 y 6 por ciento es un cálculo preliminar y apunta a ayudar a la petrolera estatal Petrobras.
La presidenta Dilma Rousseff, quien buscará su reelección el 5 de octubre, ha mantenido los precios de los combustibles por debajo de los niveles internacionales, en un intento por frenar la inflación.
Esa política ha dañado las finanzas de Petrobras, que se ve obligada a comprar combustibles a precios internacionales y luego venderlos más baratos en el mercado local.
El funcionario también dijo que el Gobierno sabe que no será capaz de alcanzar su meta clave de ahorro fiscal este año.
En una entrevista con Reuters la semana pasada, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, señaló que el Gobierno podría elevar los precios de los combustibles tras las elecciones y revisó su objetivo del superávit presupuestario primario para el año.
El superávit primario, que representa el exceso de ingresos del sector público sobre los gastos antes del pago de intereses de la deuda, cayó muy por debajo de las expectativas en el primer semestre del año.
Muchos analistas creen que el Gobierno podría revisar a la baja su meta de superávit primario de 99.000 millones de reales (43.520 millones de dólares), equivalente al 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto.