(Pulso / Bloomberg) Los automóviles a bencina y diésel se convertirán en algo atípico en las carreteras europeas para 2040, conforme los fabricantes adoptan tecnologías de cero emisiones, y por ende disminuye el coste de compra de vehículos eléctricos.
Los motores de combustión tradicional representaban prácticamente todas las ventas de automóviles en Europa en 2015, una proporción que se reducirá 20% para 2035, según estimó la Fundación Europea para el Clima (ECF, por sus siglas en inglés) a través de un informe.
Cinco años después de lo anterior, el estudio señala que los vehículos convencionales desaparecerán por completo de los garajes del Viejo Continente, al tiempo que las automotrices adoptan una serie de tecnologías híbridas y eléctricas.
Como resultado de la caída de los vehículos a gasolina, las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles disminuirán 88% en 2050 respecto a los niveles actuales. Además, se reducirá la exposición a contaminantes atmosféricos nocivos, responsables de 467.000 muertes en Europa al año.
“Todos coinciden en que la industria automotriz europea debe permanecer a la vanguardia de la innovación en tecnología limpia para seguir siendo competitiva en un mercado en rápida evolución”, dijo el director del programa de transporte de ECF, Pete Harrison.
La Unión Europea importa actualmente el 89% del petróleo que consume, del cual la mayor parte se utiliza en combustible de transporte. Reemplazar el petróleo con energía producida en la UE ahorraría US$61.000 millones en importaciones en 2030, dijo ECF.