(La Tercera) En mayo del próximo año, los gestores del proyecto Octopus -Australis Power, a través de las sociedades Beacon y AME- ingresarán a trámite ambiental los estudios para la construcción de un terminal de GNL en la bahía de Concepción y una central de ciclo combinado en base a gas natural en la localidad de Bulnes.
La firma retiró hace unas semanas el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el terminal de gas natural licuado offshore (fuera de la costa), para incluir en el estudio un gasoducto de 15 kms que lo uniría con las instalaciones que hoy maneja Inergy en la VIII Región.
Fuentes señalan que el complejo termoeléctrico El Campesino tendrá un potencia instalada de 1.140 megawatts en dos unidades y demandaría una inversión de US$ 620 millones para la primera unidad (570 MW), mientras que la segunda, una vez que se obtenga la aprobación ambiental de todo el proyecto, quedará en posición de ser construida en la medida que se cuente con contratos de suministro con clientes libres o regulados del Sistema Interconectado Central (SIC).
En la central, la propiedad sería compartida con la francesa EDF y no se descarta la entrada de otro socio. En el caso del terminal, la estadounidense Cheniere -con la que tiene un acuerdo para abastecimiento de GNL- se quedaría con un 40% de participación; Australis Power y EDF, con un 25% cada uno, y el restante podría ser ofrecido a un tercero.
Australis Power contrató al banco francés BNP Paribas como asesor financiero, para que, a través de la modalidad de project finance, gestione un crédito sindicado. Las reuniones con los bancos comenzarían durante la segunda parte de 2014.
La compañía iniciará en enero un proceso de consulta anticipada con las comunidades. Una vez lograda la aprobación, el terminal de GNL debería estar en operación en 2017, y la central térmica, en 2018.