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Andreas Schleicher: «En Chile hay que fortalecer la relación entre universidades y la sociedad»

Jul 29, 2014

El experto en educación de la OCDE señala: "La educación como una herramienta para la movilidad social es bastante limitada y pueden hacerlo mejor".

(Pulso) La pregunta sobre cuánto debiera durar la gratuidad de una carrera univesitaria que se debatió en nuestro país la semana pasada, llegó a oídos del director de Educación de la Ocde y coordinador internacional de Pisa, Andreas Schleicher, quien dijo a PULSO que “la responsabilidad del gobierno es asegurarse que todos los estudiantes talentosos puedan ir a la universidad”, pero añadió que “la responsabilidad del gobierno no es pagar por sus estudios por todo lo que duren sus carreras. Los estudiantes pueden tener buenos salarios, y cuando ganen el dinero suficiente pueden empezar a pagar parte de ese dinero”.

Respecto a la reforma educacional que se discute en Chile. ¿Cree que debiera haber un límite para lo que pague el Estado?

Cuando se trata de educación escolar creo que todo se debiera pagar con fondos públicos, porque todos los niños deberían tener la oportunidad de acceder a los mejores profesores. Pero en educación superior soy más abierto y creo que debería haber énfasis en los beneficios, pero que se debería pagar por la educación. Hay sistemas que sirven como ejemplo en Inglaterra o Australia, donde todos los estudiantes reciben un préstamo condicionado a sus ingresos, así tienen acceso al dinero sin riesgos y si ganan un buen sueldo durante su vida, devuelven una parte. Hay varias formas para generar recursos y hacer que eso sea asequible.

No tendría barreras ideológicas para movilizar más recursos a la educación superior, porque no creo que deba ser un tema únicamente para el bolsillo público.

¿No cree que deba existir un período de tiempo?

Lo importante es que el gobierno le abra las posibilidades a todos los estudiantes. Ningún alumno debería estar imposibilitado de terminar sus estudios por dinero. Eso es muy importante, pero esto no significa que el gobierno pague por todo. Un gobierno podría prestar dinero y con el tiempo que le devuelvan algo. Puedes pagar un año o tres, pero no hay que pagar la carrera completa de los estudiantes. Es un tema de cómo la sociedad y los individuos comparten el costo de la educación superior. Creo que hay espacio para soluciones grandes y que más gente se beneficie de una educación mejor. En Chile el gobierno paga por una educación superior en el sector público que va para una elite pequeña que viene a menudo de familias de altos ingresos. Esto merece una discusión mayor. Es importante que los gobiernos permitan que cualquier estudiante talentoso vaya a la universidad, pero también es importante que esos estudiantes contribuyan a ese costo.

¿Cuáles serían los principales modelos a nivel internacional?

UK, Australia, Nueva Zelandia y hasta Dinamarca tiene sistemas similares. Los modelos que no son buenos son los de EEUU, Corea del Sur o Japón, donde los estudiantes tienen aranceles muy altos. En UK les dan un gran préstamo a los alumnos y solo cuando tienen dinero suficiente empiezan a devolverlo. Ese enfoque es justo y balanceado, no pone mucha presión al contribuyente y al mismo tiempo abre la universidad para todos.

En Chile se sigue discutiendo el lucro en la educación. ¿Está de acuerdo con el lucro?

No creo que Chile tenga muchas buenas experiencias de instituciones con fines de lucro, muchas de ellas tienen problemas de calidad. Pero en general, estaría abierto. Las instituciones de educación superior deberían ser juzgadas por el nivel de la calidad del aprendizaje de sus estudiantes, no por quién paga o quién es el dueño. Hay muchas preguntas, pero deberían resolverse caso a caso, porque hay entidades públicas y privadas que no entregan una buena relación entre precio y calidad.

¿Y dónde cree que debiera estar centrada la discusión?

En asegurarse que las universidades enseñen lo que los estudiantes necesitan para convertirse en ciudadanos exitosos en Chile, por lo que hay que fortalecer la relación entre universidades y la sociedad. Hay necesidades sociales que deben verse reflejadas en los programas universitarios. También, es importante la calidad de lo que se enseña. Muchos recursos van a investigación, pero habría que medir a las universidades por el valor que les dan a los estudiantes, por la calidad de la experiencia del aprendizaje y de lo que se enseña. Con esos ingredientes Chile podría tener una educación de nivel mundial. En general, las reformas van en la dirección correcta, y bien aplicadas sentarán las bases para ver mejoras en educación.

¿Sobre la educación escolar qué opina?

Respecto a educación escolar, en el panorama global Chile tiene resultados que no están en línea con lo que uno esperaría del país. Chile tiene un contexto relativamente privilegiado, en general, y los resultados no están en línea con eso, por lo que hay que hacer mejoras que son necesarias. Los mayores desafíos en nuestra visión son las grandes diferencias sociales en educación, por el hecho de que las oportunidades de educación de niños con familias con desigualdades son limitadas. Entonces, hay que cerrar esa brecha, fortalecer la educación pública, hacer que el acceso a la educación sea gratis y universal, esos objetivos de la reforma son muy importantes en mi visión. Donde estoy menos convencido es en la educación superior.

¿Por qué?

En el pasado Chile puso mucho dinero público para financiar la educación de algunos pocos privilegiados, lo que ha reforzado las desigualdades sociales en lugar de moderarlas. En esa área estoy menos convencido, pero en los colegios las reformas son muy importantes y pueden ayudar a mejorar la igualdad social en la educación, que es clave. El diseño es bastante bueno, pero el problema es cómo la van a implementar. No se trata de gastar más dinero, sino de asegurarse de que el dinero esté en línea con los desafíos sociales y económicos de escuelas y estudiantes. La gran duda no es el diseño de la reforma, sino cómo hacer que esa reforma se lleve a cabo.

¿Qué dice la experiencia internacional?

La pregunta no es quién es el dueño del sistema o quién lo paga, sino si acaso todos los niños de Chile tienen acceso a educación de alta calidad. En mi visión es una responsabilidad pública. No digo que cada escuela tenga que estar dirigida por una entidad estatal, eso depende del país, pero sí es responsabilidad del gobierno y del sector público asegurar que cada niño tenga acceso a escuelas de calidad y eso claramente no es lo que pasa en Chile. En Chile, por un lado, hay niños de familias con altos ingresos que tienen acceso a mejores colegios, mientras los niños de familias con desventajas no tienen la educación que necesitan. La educación como una herramienta para la movilidad social es bastante limitada y esa es un área en la que Chile puede hacerlo mejor. Creo que la actual reforma es un buen instrumento de mejora en ese sentido y pueden mirar a otros países en Sudamérica, como Brasil que ha sido muy exitoso en cerrar algunas brechas económicas y sociales. En otras partes del mundo, como en China, las grandes diferencias son sociales, pero no tienen implicancias para el futuro de los niños. Hay espacio de mejora.

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