Hasta el 25 de septiembre se extendió el plazo de recepción de observaciones a la Guía de Estándar de Participación para el Desarrollo de Proyectos de Energía, según informó Javier Zulueta, jefe de la División de Participación y Diálogo Social del Ministerio de Energía, durante el taller que ofreció a representantes de empresas del sector en el estudio jurídico Guerrero Olivos, organizado por Comité de Energía de la Cámara de Comercio Chileno Australiana (Auscham).
Ante representantes de Apemec y empresas del sector hidroeléctrico, Zulueta mostró los objetivos y el contenido que actualmente tiene la guía estándar, realizada a partir del trabajo de las mesas de asociatividad y ordenamiento territorial, la consulta a expertos y entrevistas semiestructuradas y la revisión bibliográfica, incluyendo casos internacionales.
Según Zulueta, la guía no pretende sustituir al convenio 169 de consulta indígena: «Este ha sido un tema súper sensible para las comunidades indígenas y hemos sido claros en que esto no lo condiciona, ni sustituye, pues creemos que lo complementa e igual hemos estado trabajando con pueblos originarios para desarrollar una política estándar de trabajo en torno a la energía y los asuntos indígenas. Esperamos que se transforme en una guía que el próximo año vamos a dar a conocer», afirmó.
Agregó que el objetivo de la guía es que se mejoren los proyectos de energía, por lo que su contenido tiene como pilares a los conceptos de inclusión; oportunidad y pertinencia; transparencia, incidencia; planificación conjunta y desarrollo local. Respecto a la pertinencia, Zulueta dijo que unos de los temas más complejos es cómo hacer que los proyectos se presenten tempranamente a las comunidades.
«No hay nada que les da más rabia a las comunidades que las empresas hayan estado trabajando tres o cuatro años en su localidad y que nunca se hayan presentado», precisó Javier Zulueta.
El documento fue comentado por Clemente Pérez, socio del estudio Guerrero Olivos, quien comentó que la guía ha sido efectiva en facilitar el desarrollo de proyectos de generación y transmisión, incorporar nuevos actores, promover las ERNC e incrementar la participación ciudadana, lo que «debiera permitir desarrollar mejores proyectos de generación».
Sin embargo, Pérez sostuvo que «las buenas intenciones de esta guía pueden caer si termina siendo obligatorio, porque se puede entender como una norma por parte de los reguladores de los servicios de evaluación ambiental».
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