(El Mercurio) La salida del grupo Luksic de Alto Maipo provocó una reestructuración en la propiedad del proyecto, que ahora quedará en un 100% en manos de AES Gener, hasta el ingreso de la constructora austríaca Strabag, con el 7%. Pero esa no sería la composición definitiva de la propiedad.
El presidente de la estadounidense en Chile, Luis Felipe Cerón, comenta que hoy tienen un nuevo presupuesto que incorpora contingencias, y en caso de producirse estas últimas, Strabag podría elevar su participación. «Eso va a depender de hasta cuánto se tome de contingencia, pero podría pasar de los dos dígitos», afirma el ejecutivo. A su vez, reconoce que también están abiertos a incorporar un tercer socio: «Se puede contemplar a futuro y así podríamos disminuirnos a un 60% nuevamente».
Cerón descarta de plano que su empresa haya considerado alguna vez poner en pausa la construcción del proyecto a la espera de un alza en los precios de la energía. «Estas inversiones son de largo plazo, y una vez que uno decide entrar en construcción, de ninguna manera pensamos suspenderla. Esto sigue adelante, y mientras antes esté, mejor», recalca.
El ejecutivo defiende Alto Maipo y dice que dentro del portafolio de proyectos de la empresa es muy conveniente tener un proyecto hidroeléctrico de este tamaño y cerca de Santiago, y agrega que además tiene una evidente ventaja, dado que «la hidrología es muy distinta al resto del sistema, es más estable y tiene menos desviación estándar respecto a la media, y tampoco está correlacionada con el sistema, lo que la hace más robusta», dijo.
Actualmente, Alto Maipo tiene un contrato de suministro eléctrico con Minera Los Pelambres (de Luksic) por el 35% de la generación, y Cerón revela que su objetivo es contratar hasta un 50% de la central. «No es mucho más», asegura, y dice que el resto esperan venderlo al mercado spot . Pero, ¿habrá interés de los clientes por contratar la energía de Alto Maipo, que hasta ahora promete ser más cara que el resto del mercado? Cerón no lo duda, y subraya que su proyecto está en construcción, mientras que muchos de los que ofertaron a precios bajos en las licitaciones ni siquiera cuentan con permisos ambientales.
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