Valgesta dio a conocer el boletín correspondiente a diciembre, en el cual consigna cinco puntos a considerar para destrabar las inversiones en el mercado eléctrico, como por ejemplo, acabar con el mecanismo de estabilización y reflejar los costos reales de las tarifas a clientes regulados.
Sobre este punto, la consultora aseveró que «a la larga serán pagados por los mismos clientes a través de mayores precios por un mayor riesgo regulatorio asignado en el precio«.
Además de la regularización del proceso tarifario de clientes regulados, precisó en la necesidad de avanzar en en materia de Protección Social Sustentable, pues argumentó que «para al menos los tres primeros deciles de la población, el pago de la cuenta eléctrica supera largamente el 10% de sus ingresos. Por ello, se requiere implementar a la brevedad un subsidio que permita a las familias que lo requieren contar con los beneficios de la electricidad, sin que se les haga imposible pagar la cuenta eléctrica».
También planteó la publicación de informes de Impacto Regulatorio, por parte del Ministerio de Energía, «como un estándar para desarrollar cualquier cambio regulatorio relevante, el desarrollo de un Informe de Impacto Regulatorio bajo la metodología aprobada por la Presidencia de la República hace algunos años. Vemos en ello una medida que aportaría de manera importante los procesos de análisis y diálogo técnico político«.
Otro punto que mencionó Valgesta es tener «una segunda mirada a la nueva regulación«, haciendo hincapié en que «creemos que los temas que aún deben ser analizados en detalle son la propuesta sobre la reasignación de los ingresos tarifarios, sobre todo en el alcance que se desee establecer para determinar la afectación, y también el proceso de licitación de almacenamiento, el que a nuestro entender aún genera muchas dudas de su justificación y potenciales beneficios para el sector».
Finalmente, la consultora destacó la importancia de avanzar en la reforma a la distribución durante 2024. «La gran tendencia de cambios de paradigmas en el mercado eléctrico tiene relación con la descentralización de los recursos energéticos, la digitalización de las redes y la electrificación de los consumos. Para poder aprovechar los beneficios que estas nuevas tendencias traen a los consumidores, aparece como una verdadera prioridad reformar profundamente el diseño de remuneración e incentivos de las compañías distribuidoras eléctricas, las que están sujetas a un marco regulatorio que no permite avanzar hacia un proceso de descentralización real que empodera a los clientes», aseguró.