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Uso de la leña: lo que viene tras la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados

Ago 17, 2021

La propuesta, que será analizada ahora por el Senado, establecerá criterios mínimos de calidad para la leña y sus derivados, de modo de garantizar su uso más acorde con la salud de las personas y el medioambiente. El ministro Jobet valoró el avance de la iniciativa.

La Sala de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto, iniciado en moción, que regula el uso de la leña como combustible de uso domiciliario y las condiciones para su comercialización. Ahora, la iniciativa pasará a segundo trámite al Senado.

El objetivo de la propuesta es declarar la leña y sus derivados como combustible sólido. Junto a ello, se establece una regulación sobre las condiciones que debe reunir para ser comercializada (especificaciones técnicas mínimas de calidad).

Además, busca compatibilizar el uso de la leña como principal fuente de calor para muchas comunidades. Por un lado, con la protección y manejo sustentable del bosque y el cuidado del medio ambiente. Por otra parte, con la protección de la salud.

Detalles

El texto define lo que se entiende por biomasa y biocombustibles sólidos. Biomasa es la materia orgánica, sólida, biodegradable, de origen vegetal o animal, que puede ser usada como materia prima en la elaboración de biocombustibles sólidos.

Por biocombustibles sólidos, en tanto, se entiende aquellos combustibles elaborados a partir de biomasa de origen leñoso y no leñoso, como leña, pellets y carbón vegetal. Además, hace referencia a todos los que forman parte del proceso de producción y comercialización.

Asimismo, se establece que el Ministerio de Energía establecerá las especificaciones técnicas mínimas de calidad y métrica para la comercialización de biocombustibles. De igual modo, la cartera deberá dar apoyo financiero y técnico a pequeños y medianos productores de leña para la instalación de centros de secado.

Igualmente, fija obligaciones para los actores del mercado de biocombustibles respecto de calidad, registro, certificación, transporte y distribución de biocombustibles. Estas normas cumplirse por los centros de procesamiento, comercializador y transportistas.

Registros, fiscalización y sanciones

Será obligación para los centros de procesamiento de biomasa y comercializadores inscribirse en un registro, administrado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles. Dichos centros serán certificados y se les otorgará un sello de calidad que los identifique. Quedará prohibida la comercialización que no provenga de estas fuentes.

Además, se dispone la inscripción voluntaria para instaladores y mantenedores de artefactos de combustión de biocombustibles sólidos. Junto a ello, se entrega a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles la fiscalización del sistema.

Paralelamente, se reconocen las prácticas de los pueblos originarios respecto al uso de la leña y se plantea un plan quinquenal sobre “Modernización del Mercado de los Biocombustibles Sólidos”.

En sus disposiciones transitorias establece diversos plazos de aplicación. De tal modo, se propone una entrada en vigencia gradual, para lo cual se tomará en cuenta la situación particular de cada comuna (nivel de contaminación). En dicha línea, se proyecta que, en el plazo de un año, entren las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén. Tres años para O´Higgins y Maule y cinco años, para las comunas de las restantes regiones.

Ministerio de Energía

Como un paso histórico, calificaron desde el Ministerio de Energía la aprobación, por parte de la Cámara de Diputados, del proyecto. El biministro Juan Carlos Jobet resaltó que esta regulación «es un paso clave para mitigar los efectos del cambio climático que ya estamos viviendo. De este modo, las familias del sur de Chile podrán tener acceso a una energía más limpia, mejorando su salud y calidad de vida y alivianando el bolsillo».

Durante la sesión en la Cámara de Diputados, el subsecretario de la cartera, Francisco López, indicó que el proyecto viene a regular la calidad de la leña, especialmente su humedad, porque la leña húmeda emite muchos gases contaminantes. «Esto cuidará la salud de los chilenos y nuestro medio ambiente, y permitirá a las familias dar un uso más eficiente de este energético. Cabe destacar que más de un 70% de las familias de Rancagua a Aysén utilizan leña. Al ocuparla con una humedad de 30% en comparación a una de 25%, las emisiones aumentan en 5 veces, por eso la necesidad de avanzar en una producción moderna y sustentable de leña», aseguró.

López explicó que en el proyecto «también nos preocupamos de los productores y comercializadores, quienes recibirán apoyo de diversos programas para adecuarse a las nuevas reglas. Terminaremos con la competencia injusta que existe entre vendedores de leña húmeda (de menor poder calorífico y más contaminante) y quienes venden leña seca».

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