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Un 90% de la leña que se vende en Chile no cumple norma y agrava contaminación

Jun 20, 2011

Sólo el 5% de la leña está certificada, debido a que no existen incentivos estatales y el proceso puede resultar muy costoso.

La Tercera En medio de la arremetida gubernamental para regular las emisiones de las estufas a leña, para algunos actores queda coja una parte vital de la cadena que permitiría aminorar la contaminación provocada por este tipo de calefacción.

Y es que de los tres millones y medio de metros cúbicos anuales de leña que se consumen entre las grandes ciudades del centro-sur de Chile apenas el 5% está certificada. Esta garantiza, entre otros puntos, que la leña efectivamente esté seca, es decir, que el porcentaje de humedad que posee sea menor o igual a 25%, nivel que se requiere para un correcto funcionamiento de los equipos de combustión y que permite que las emisiones sean más bajas y que rinda más el calor. Si bien es posible que productores de leña no certificados vendan con este porcentaje, el Ministerio de Medio Ambiente calcula que no alcanzaría a un 5%, por lo que al menos 90% de la leña que se vende en el país posee una humedad por sobre los estándares.

Desde la cartera de María Ignacia Benítez concuerdan en que es mejor que se opere con leña seca, pero aseguran que en el caso de las estufas chilenas es poco relevante. Según Marcelo Fernández, jefe del departamento de asuntos atmosféricos, «el tema de fondo se observa cuando una estufa típica de las que se venden en Chile es mal operada».

Jaime López, gerente técnico de la Corporación Nacional de Certificación de la Leña, rechaza esta postura y asegura que es fundamental que se cumpla el porcentaje. «No es antojadizo, está estipulado en la norma chilena que cataloga a la leña. Hay estudios científicos que validan que sobre 25% de humedad el nivel de partículas que se emiten al medio ambiente sube exponencialmente. El propio ministerio ha establecido que es fundamental que la leña esté seca», dijo.

Según datos entregados por el Sistema Nacional de Certificación de Leña (SNCL) en Talca, Gran Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Chiloé y Coyhaique, apenas existen 93 comerciantes certificados.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente admiten que no existe una cifra cierta sobre universo de leñeros informales, pero aseguran que «la evasión de impuestos por este concepto es cercana a los US$ 16 millones al año».

Certificaciones

Nora Kaufmann es uno de los 93 comerciantes certificados. Desde hace tres años comenzó el negocio en Puerto Montt, junto a su familia.

Se certificó desde un principio a través del SNCL, que garantiza que la leña tiene un origen respaldado por un plan de manejo, y cumple con la legalidad vigente. Pero tal como reconoce Kaufmann, cumplir estos requisitos no es una tarea fácil, sobre todo porque no existen incentivos estatales para ello. De hecho, el SNCL es una instancia público privada de carácter voluntario, que cuenta con recursos entregados por la Unión Europea (UE) hace cuatro años y que se terminarán en noviembre de 2011.

Además, explica que «lo más complicado «es que tenemos que vender leña seca y aquí llueve mucho, por lo que se requiere una inversión grande en galpones». Inversión que para la mayoría de los comerciantes es inalcanzable.

Según el presidente del SNLC, Mario Rivas, «estamos muy preocupados, porque a pesar del interés que se tiene tanto del Estado como de la sociedad civil, no tenemos leña seca. Se ha trabajado mucho en relación a una preocupación con el consumidor, pero no con el productor de leña».

Rivas agrega que «en la zona de Temuco o Valdivia para tener estos rangos de 25% se requieren tratamientos especiales, nuevas tecnologías que lamentablemente todavía no hemos podido entregar a pequeños y medianos productores. La gente aquí tiene leña, pero se demora más o menos, después del corte, un año y medio en tener los rangos de humedad».

Sin embargo, advierten que con la tecnología apropiada esto podría acortarse a seis meses.

Mercado

El Ministerio de Medio Ambiente busca avanzar en la formalización del mercado de la leña, para lo cual se invertirán $ 230 millones este año. La idea es impulsar centros de acopio de secado en ciudades donde la leña es de uso extensivo como Coyhaique, Temuco, Osorno y Concepción.

Fuente / La Tercera

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