(El Mercurio) Hilde Bakken es considerada una de las mujeres más influyentes de la industria energética en Noruega y Europa. Este reconocimiento tiene un asidero: está a cargo de la generación de 16 mil MW en el mundo -casi el mismo tamaño de la capacidad instalada del SIC en Chile-, y de las centrales que tiene la noruega Statkraft en nueve naciones de Asia, Europa y Sudamérica, incluyendo nuestro país.
Dicha responsabilidad la mantiene en viaje la mayor parte del año, y es la razón por la que la vicepresidenta ejecutiva de Energía de esta firma hidroeléctrica arribó a Chile para reunirse con el equipo responsable de Tinguiririca Energía y Central Rucatayo, las centrales que posee en el país.
En su estadía, Bakken habló de energía, y también de sus más de 25 años de carrera en el sector. Según relató, conoce a pocas mujeres en su misma posición. «Lo bueno de la sociedad moderna Noruega es que no importa dónde estés, mientras hagas tu trabajo», aseguró, lo que ha posibilitado que las mujeres vuelvan a reinsertarse laboralmente después de tener hijos. Tal como ella, tras tener a sus mellizos y dividir un año de posnatal en partes iguales con su marido para cuidar de los hijos.