(El Mercurio) La innovación se trata de cambios radicales. Y eso es justamente lo que han entendido en Shell, compañía que trabaja en un proyecto que amenaza con terminar para siempre con las gasolinas. «En 2050, las refinerías no producirán gasolina para el transporte nunca más. Tendrán que cerrar sus plantas de producción para motores de combustión», comentó al diario español «El Mundo», Wolfgang Warnecke, chief scientist mobility de la petrolera.
Según comentó a ese medio, dentro de 35 años todos los vehículos producirán cero emisiones en el medio ambiente, acabando con el principal negocio de la compañía para la que trabaja. «En ese caso, Shell no creará combustible, pero sí hidrógeno, por ejemplo», dijo y agregó que los motores de combustión darán paso a motores eléctricos con células de combustible. «Eso significará un cambio dramático en la industria», dijo.