(ELECTRICIDAD)La Zona Verde para el Transporte en Santiago (ZVTS) es un proyecto que busca la creación de un espacio donde los distintos medios de transporte sustentable puedan converger e interactuar con las personas. La iniciativa está dirigida a la generación de un nuevo modelo de movilización urbana cuyos pilares están basados en la promoción de energías más limpias y eficientes en el transporte público, el uso de vehículos no motorizados y la gestión del tráfico.
El proyecto, elaborado por la consultora Sistemas Sustentables, propone que la llamada zona verde se ubique en el triángulo del centro histórico de la ciudad, cuya extensión es de 2 km2 y comprende las calles y avenidas Pío Nono, Libertador Bernardo O’Higgins, Manuel Rodríguez y Santa María.
En este perímetro se fomentará la peatonalización y la coordinación entre los distintos medios de transporte como son el metro, las bicicletas y taxis y buses eléctricos e híbridos. Sebastián Tolvett, consultor de Sistemas Sustentables, explica que “si bien en esta zona los transportes verdes convivirán con los sistemas que operan con la tecnología convencional, se buscará su distinción a través de la creación de una imagen corporativa que será incluida en los medios de movilización, estaciones de recargas y paraderos”.
La implementación de este programa es de tres años y su costo es de US7.000 millones, de los cuales el 30% puede ser financiado por fondos internacionales provenientes de las Namas (Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación).
Santiago: un laboratorio a escala real
La implementación de la zona verde también contempla un programa piloto y demostrativo de tecnologías, el cual está integrado por cinco buses eléctricos y cinco híbridos, cuyo objetivo es analizar su comportamiento en condiciones reales de la ciudad.
Pilar Henríquez, investigadora de la consultora Sistemas Sustentables, explica que este proyecto se concibió como un espacio que permitiera a las compañías y operadores de buses realizar pruebas con estos transportes, y con ello descubrir ciertas falencias en su puesta en marcha o despejar dudas en la factibilidad de la implementación.
El proyecto establece el uso de una vía exclusiva para estas tecnologías con el objetivo de revitalizar y distinguir su recorrido, y para ello se seleccionó la línea de buses 202 y 202c, que circula tradicionalmente por calle San Martín, y que con la implementación del estudio se efectuaría por Teatinos.
Santiago eléctrico
También el proyecto dispondrá de 40 taxis eléctricos a través de cuatro estaciones, y para promoverlos dentro de la llamada zona verde, dichos automóviles tendrán acceso a estacionamientos gratuitos y podrán circular sin restricciones dentro de toda esta área. Además, el estudio busca promover que 10 vehículos municipales operen con este sistema, medida que refleja el compromiso por parte de las autoridades locales en el uso de las tecnologías limpias.
Con respecto a la forma de recarga eléctrica, la iniciativa dispondrá de tres estaciones, las cuales estarían distribuidas en zonas próximas al municipio, Palacio de la Moneda y el Hotel Galerías.
Santiago cletero
Con respecto a la línea que está dirigida a potenciar el uso de vehículos no motorizados, se implementará el programa de bicicletas compartidas a través de cinco estaciones que estarán ubicadas en Plaza Italia, Museo de Bellas Artes, Metro Santa Ana, Plaza de Armas y el Mercado Central.
Esta iniciativa es un sistema de transporte que se ha implementado en muchas ciudades de Europa, y cuyos resultados demuestran un incremento en la demanda de este servicio por parte de los usuarios, ya que solo en 2009 existían 55 programas de bicicletas públicas en Europa, América y Asia.
El programa también aspira a implementar un proyecto piloto en los estacionamientos privados, medida que consiste en destinar un sector de 25 metros de largo por 5 metros de ancho, para albergar a más de 60 bicicletas.
El proyecto propone la creación de un plan piloto para las actividades y servicios de reparto, el cual consiste en la sustitución de 200 motos por bicicletas de diferentes empresas comerciales que circulen por la zona verde.
En relación con las obras asociadas al proyecto, se pretende la construcción de dos ciclovías que corresponden a los ejes Morandé, Catedral, Alameda y el circuito del Parque Forestal.
Voluntad política y ciudadanos activos
Pilar Henríquez cuenta que si bien en un momento el proyecto de la zona verde logró avanzar y contar con un respaldo transversal, esta idea “se durmió tras el cambio de gobierno municipal”. Admite que le preocupa que muchas de estas iniciativas se queden solo en fase de estudios, ya que dependen mucho del interés o de la línea de trabajo que presenten las autoridades de turno.
En ese sentido, Loreto Rojas, vicepresidenta de Ciudad Viva, sostiene que para que estos programas se puedan concretar en Chile se necesita, por un lado, voluntad política de parte de las autoridades para recoger esta información y hacerse cargo de ella, y por otro, contar con una ciudadanía que se involucre más con su comuna y que no solo reclame sino también se haga parte de las soluciones.
Debido a esto, Rojas estima la necesidad de contar con una plataforma donde las comunidades puedan discutir y analizar los proyectos que son relevantes para mejorar su espacio. “Pero para esto se requiere de un municipio que esté dispuesto a recoger este tipo de iniciativas, y lograr una relación más fluida con sus vecinos”.
Desde el punto de vista de la vinculación con la comunidad, la representante de Ciudad Viva indica que estos proyectos están “muy en pañales” ya que están ligados al desarrollo tecnológico y a la construcción de infraestructura. Sin embargo “no se está trabajando en los temas de gestión, la forma en que se pueden modificar ciertos comportamientos en las personas y cómo ellos lograrían ser un aporte para cambiar ciertas dinámicas en un lugar”, concluye Loreto Rojas.
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