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«No queremos más presiones con el gas»

Mar 18, 2014

Ya existe una serie de cálculos para proyectar los efectos del otro coletazo que busca mermar la influencia del Kremlin y que puede mover a los mercados: la reducción de la dependencia de la oferta energética rusa.

(Pulso) Un día después de que las potencias occidentales impusieran sanciones a Rusia por el referendo que pretende anexar Crimea a su territorio, ya existe una serie de cálculos para proyectar los efectos del otro coletazo que busca mermar la influencia del Kremlin y que puede mover a los mercados: la reducción de la dependencia de la oferta energética rusa.

Rusia es el mayor productor mundial de petróleo, habiendo exportado US$160.000 millones de materias primas industriales basadas en petróleo, combustibles y gas a Europea y EEUU en 2012. Si bien cerrar la llave de las exportaciones energéticas rusas privaría a Moscú de flujos necesarios de dinero extranjero, el precio que pagaría Europa podría ser muy alto para los consumidores europeos, alertan los analistas. Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, líder de la economía más grande la Unión Europea, ya dijo la semana pasada que su nación está preparada para cargar el costo económico que acompañaría la reacción rusa a cualquiera de sus sanciones.

En esa misma línea, el embajador de Ucrania jefe de la misión para Chile, Yurii Diudin, admitió que la UE depende mucho del gas ruso y que la mayoría de este gas pasa por Ucrania, pero aclaró que en el pasado ya han intentado cortar el gas, tanto para Ucrania como para la UE, por lo que no espera que lo vuelvan a hacer, dado que Rusia perdería mucho si lo hace.

«Reciben gran parte de sus ingresos por la venta de ese gas, pero estamos dispuestos a pagar el precio del mercado. Nos daban un descuento hasta enero por US$100, pero ya no corre. Tenemos que pasar a estos precios de mercado, con la ayuda de los recursos externos que necesitamos y que nos han prometido. No queremos que nos presionen más con el gas y creo que no lo van a hacer», aseguró.

Por último, dijo que Europa está más consciente de que tiene que superar esta dependencia y construir alternativas, siendo una el GNL que puede recibir de otros países del mundo con ayuda de terminales. «Otra opción es producir gas shale, del que también hay bastantes recursos. La idea es reducir la dependencia y pasar a otras fuentes de energía».

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