(Pulso) Hay una crisis gestándose en los tanques de almacenamiento de petróleo en Estados Unidos. Y los próximos meses determinarán si es un problema menor o un fuerte golpe para el petróleo.
El problema es que se está produciendo mucho petróleo pero no se está usando el suficiente. Estados Unidos se está quedando sin espacio para almacenar todo el exceso de crudo.
Ese es un problema que podría provocar un desplome de los precios, algunos dicen, a US$20 por barril o incluso menos. Este precio se compara con los más de US$100 que alcanzaba hace un año y los US$47,08 en que cerró ayer el barril de WTI.
Probablemente eso no va a ocurrir, pero no es tan raro como podría parecer al principio. Las reservas están en sus niveles récord tras diez semanas consecutivas de alzas. Si los inventarios comienzan a llegar al tope, las consecuencias serán severas para la industria. El precio del petróleo se desplomará.
Las importaciones probablemente sufrirán el primer golpe, seguidas por una reducción en la producción estadounidense. Bloomberg Intelligence descubrió que la posibilidad de que se acabe el espacio para almacenar el petróleo es alta.
Los próximos dos meses son críticos. Cada año, las refinerías agendan reparaciones durante la primavera (boreal) luego que la demanda por petróleo para calefacción cae y antes de que la temporada de paseos en auto durante el verano se eleve. Cerca de un cuarto de las refinerías cierran sus operaciones en ese momento. Eso pone presión adicional sobre los inventarios, porque sin las refinerías para procesarlo, el petróleo no tiene dónde ir. Eso podría ocurrir en las dos mayores regiones de almacenamiento: Cushing, Oklahoma y la Costa del Golfo de EEUU.