(Reuters) El descubrimiento en el bloque de exploración BM-SEAL-11 es uno de varios en los últimos años en una zona que se cree que tiene más de 1.000 millones de barriles de petróleo recuperable, o suficiente como para cubrir todas las necesidades de Estados Unidos por casi dos meses.
Petrobras posee un 60 por ciento de BM-SEAL-11 y es el operador del bloque. IBV Brasil SA posee el resto. IBV es una empresa conjunta a partes iguales entre las firmas indias Videocon Industries Ltd y Bharat Petroleum Corp.
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El documento presentado al regulador dice que las perforaciones en el pozo 9-BRSA-1280D-SES en el prospecto Farfán halló una nueva columna de 28 metros de petróleo. También confirmó la presencia de crudo ligero de 37 a 40 grados de densidad en la Escala del Instituto Americano del Petróleo, como se anunció inicialmente en el 2013.
Los descubrimientos también incluyen gas natural. Farfán se ubica a 107 kilómetros al este de Aracaju, la capital del estado Sergipe de Brasil, dice el documento.
El bloque de exploración BM-SEAL-11 es la mayor nueva frontera petrolera costa afuera de Brasil desde que fueron anunciados los gigantesco descubrimientos en la Cuenca Santos al sur de Río de Janeiro en el 2007.
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Petrobras ha dicho que planea comenzar a producir crudo en la zona en el 2018.
La compañía, sin embargo, dijo en diciembre que muchos de sus planes podrían ser revisados debido a un gigantesco escándalo de corrupción que ha retrasado la entrega de sus resultados del tercer trimestre, la ha puesto en riesgo de violar sus convenios de deuda y de cerrarle el acceso a los mercados de capital.
Si bien Petrobras dice que el descubrimiento en BM-SEAL-11 es grande, la empresa se ha negado a entregar una estimación de los recursos.