(Pulso) 467 MW, superiores al tamaño de una central tipo Pangue, en Los Ángeles, o al de una de las tres unidades de la termoeléctrica Nehuenco. Esa es la potencia asociada a los proyectos de energía solar que están aprobados en Chile y listos para construirse.
Pero apenas exige un mega en construcción. Y las unidades activas y despachando equivalen a cero.
Es la realidad de una tecnología que es sindicada como una de las que tiene mayor potencial en Chile, tanto a nivel de recursos existentes en el país como de tecnología disponible, pero que no alcanza a su despegue, en una tendencia similar al, ce las centrales eólicas o incluso las geotérmicas, estas últimas con cero MW en construcción.
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Fuente / Pulso