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Parlamentarios solicitan regular por ley, y no por decreto, cambio de huso horario

Feb 3, 2016

Hay dos proyectos para cambiar el actual esquema, de modo de otorgar certeza sobre el horario que rija y que no sea de discrecionalidad del Gobierno de turno.

(Pulso) El huso horario del país se ha transformado en un tema de preocupación de los parlamentarios, ante los distintos cambios que ha experimentado este tema durante los últimos años y luego que el ministro de Energía, Máximo Pacheco, impulsara la mantención permanente del horario de verano.

Al respecto, existen tres proyectos en el Congreso para evitar que esta materia sea resuelta sólo por un decreto de la autoridad respectiva, en este caso el titular de Energía, y que en cambio sea decidido por una ley de la República, de modo que otorgue certeza a la población.

De hecho, la Comisión de Minería y Energía del Senado ya inició la tramitación de un proyecto de ley transversal de los senadores Juan Antonio Coloma (UDI), Alberto Espina (RN), Alejandro García-Huidobro (UDI), Alejandro Guillier (independiente) y Andrés Zaldívar (DC), que fija  dos horarios por cada seis meses, uno de invierno y otro de verano.

Esta iniciativa busca reemplazar la legislación actual bajo el siguiente fundamento: “Durante muchos años la regulación sobre los cambios de hora en Chile se han establecido a través de decretos supremos, sin embargo, los múltiples cambios que ha sufrido la normativa sobre la materia y los importantes efectos que produce esta decisión en la vida diaria de las personas, hacen recomendable establecer su regulación a través de una ley, discutida en el Congreso Nacional, debatiendo y escuchando a los ciudadanos y expertos en la materia”.

El senador Coloma recuerda que hace 40 años los horarios eran fijados por ley, y que a propósito de un período de sequía se le otorgaron facultades especiales al Gobierno de turno para realizar modificaciones. El sistema de cambio de horario cada seis meses se mantuvo inalterado en el país por muchos años hasta el Gobierno de Sebastián Piñera, el que modificó a 4 meses el huso de invierno en 2010; y el año pasado, cuando la actual administración decidió mantener un solo horario, el de verano, para todo el año. Recientemente el ministro Pacheco anunció que esta medida se mantendrá también por este año.

“Este es un buen momento para cambiar de esquema, esta materia que tiene tantas implicancias en la calidad de vida de las personas no puede quedar en manos del Gobierno de turno, ni de un ministro determinado”, indica Coloma.

El parlamentario resalta que la evaluación desde el punto de vista educacional y de salud no es buena, porque despertar a oscuras en invierno no es armónico para el funcionamiento del cuerpo. “Por más que el ministro diga que se ahorra energía, me parece un error grave porque está insistiendo en lo mismo. ¡Si los profesores se gastan la primera hora del colegio en despertar a los niños!”, subraya.

Indica que en la comisión de Energía hay voluntad para votar favorablemente el proyecto e iniciar una discusión amplia: “Esta es una preocupación transversal, abierta, no es un tema político sino que ciudadano”.

Y así lo reafirma el diputado socialista Juan Luis Castro, quien no sólo preside la Comisión de Salud, sino que comparte militancia con el ministro Pacheco. “Lo ideal sería tener una ley, un marco regulatorio estable y permanente. La hora del país amerita una ley con estudio profundo, con  definiciones claras, y no que esté a la discrecionalidad de los distintos ministros que estiman de una u otra manera”, indica.

Menciona que este tema también fue analizado con el ministro en la Comisión de Minería en la Cámara, y que todos los diputados coincidían en que la mantención del horario de verano arrojaba consecuencias negativas en invierno por desadaptación laboral y escolar. “Si hubiera que legislar sería bueno mantener el horario de verano, salvo mayo a agosto como ocurrió en 2010. A todos nos gustaría que la definición fuera por vía legislativa y lo ideal sería que el Gobierno presentara su propio proyecto”, sugiere.

En la Cámara de Diputados también hay un proyecto con el mismo fin presentado por el diputado Ricardo Rincón (DC). “Hasta antes de este Gobierno nunca había sido tema la necesidad de fijar por ley el establecimiento de los horarios, porque siempre se actuó con criterio y en base a estudios científicos. Sin embargo, a raíz de esta decisión improvisada y apresurada, se hace necesario que esta materia deje de ser libre discrecionalidad del Gobierno de turno”, señala el diputado Nicolás Monckeberg (RN), integrante de la Comisión de Salud.

En tanto, el senador Eugenio Tuma (PPD) se muestra partidario de realizar el debate sobre el tema invitando a expertos para tomar una buena decisión. “Creo que esto amerita una discusión más profunda, la decisión debería ser por ley y que ojalá se considere una consulta a los ciudadanos”, acota.

Médicos proponen horario de invierno

La Comisión de Minería y Energía invitó a dos especialistas a abordar el tema del huso horario y su impacto en la salud de las personas: la neuróloga de la U. Finis Terrae, Andrea Chávez, y Juan Carrillo de la Sociedad Chilena de la Medicina del Sueño.

Ambos plantearon la mantención de un solo horario durante el año, pero el de invierno (o GMT-4), no el de verano como ocurre hoy en día.

Carrillo explicó que Chile está utilizando la zona horaria GMT-3, cuando tradicionalmente había estado en la -4, y por ubicación geográfica debería usar la -5, “por tanto la medida político-administrativa de prolongar el horario de verano durante el pasado invierno mantuvo a la inmensa mayoría de los chilenos desfasados del ciclo luz/oscuridad”.

Indicó que la luz natural es el principal sincronizador de los relojes biológicos que organizan los sistemas corporales: los metabólicos como apetito, gasto energético, niveles de glucosa y lípidos sanguíneos, y las funciones fisiológicas como temperatura corporal, presión arterial, frecuencia cardiaca, etc. Entonces, acotó que al estar desfasados se producía mayor fatiga, que puede predisponer a problemas cognitivos y conductuales, afectar negativamente el desempeño laboral, un mayor riesgo de accidentes, y una predisposición a enfermedades.

 

“Si hay que levantarse mucho antes de lo que nuestro cuerpo conoce, significa que estuvimos en una especie de jet lag durante todo el invierno pasado”, sintetizó Carrillo.

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