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Rusia reanudará el flujo de gas cuando los observadores lleguen a Ucrania

Europa confía en que el gas ruso vuelva a fluir de inmediato a través de Ucrania después de que anoche el primer ministro ruso, Vladímir Putin, accediera a la petición europea de que inspectores de la Unión Europea (UE) controlen su flujo durante su tránsito por Ucrania. El suministro de gas se restablecerá cuando los observadores europeos lleguen a Ucrania.

La decisión parece desbloquear una situación envenenada que hacía temer que la UE iba a continuar sin recibir ese gas por tiempo indefinido. Por la tarde, Gazprom se había negado en redondo a aceptar que únicamente inspectores comunitarios controlaran el tráfico a través de los gasoductos de Ucrania y exigido que les acompañaran monitores rusos.

El primer ministro checo, Mirek Topolanek, presidente de turno de la UE, arrancó la aceptación de Putin tras hablar con la canciller alemana Angela Merkel sobre cómo hacerle notar la trascendencia de su aprobación, según el número dos checo Alexandr Vondra. No había constancia anoche de que se hubieran comunicado Merkel y Putin.

Fue el remate de una jornada de vertiginosos altibajos protagonizada por los presidentes de la rusa Gazprom, Alexéi Míller, y la ucrania Naftogas, Oleg Dubina.

Convocados a Bruselas para resolver sus diferencias, ambos aseguraron a lo largo del día en público -en comparecencias separadas en el Parlamento Europeo, con la parte ucrania en la comisión de Exteriores y Míller tras entrevistarse con el presidente de la Eurocámara- que en el momento en que inspectores europeos controlaran los gasoductos en Ucrania, la parte rusa reanudaría el aprovisionamiento y la parte ucrania haría que el 100% del gas recibido saliera hacia Europa.

Si se confirma sobre el terreno lo anunciado anoche por Vondra en Praga, hoy mismo habrá inspectores europeos en Ucrania para controlar el flujo de gas ruso, tras el acuerdo firmado ayer por Ucrania con la Comisión Europea para permitir la presencia de 10 o 12 inspectores. «No puedo fijar la fecha de la reanudación del suministro por parte de Gazprom», confesaba por la tarde el comisario de Energía de la UE, Andris Piebalgs. «Es un asunto bilateral entre Ucrania y Rusia».

Un asunto bilateral que ya se reconoce como político, tras abandonar Europa la tesis mantenida desde el pasado 1 de enero de que era puramente comercial. «No es un problema técnico. Es político», subrayó el ministro checo de la Energía, Martin Riman, secundado por Piebalgs: «Empezó como técnico y ahora es político».

Lo que sí se evitó ayer en Bruselas fue responsabilizar a Rusia. Salvo por el fugaz momento durante el debate extraordinario del Parlamento Europeo en que un representante de la Comisión acabó con la equidistancia y apuntó directamente a Moscú. «Si Naftogaz [responsable del tránsito por Ucrania] no puede dar el gas de compresión [necesario para mantener el flujo], Gazprom debe proporcionarlo. No debe ser razón para reducir el gras o cortarlo».

Las consecuencias de todo este episodio para la quebrada relación de confianza entre Rusia y la UE serán analizadas el próximo lunes en un Consejo de Ministros extraordinario de Energía.

En una reunión de ministros de Exteriores habida ayer en Praga para tratar este asunto, el italiano Franco Fratttini expresó su preocupación por la absoluta falta de información sobre el volumen real de las importaciones de gas ruso del conjunto de países de la Unión. Tales importaciones ascienden a 300.000 millones de metros cúbicos anuales, según la UE, mientras que según Gazprom son sólo 130.000 millones. Fuentes comunitarias relacionan tamaña desproporción con la intervención de las mafias en Rusia y Ucrania, uno de los factores que impiden la transparencia sobre los flujos de gas.

Fuente: El País, España.

Rusia y la energía como arma

Rusia no ha dudado en volver a utilizar su poderío energético como instrumento político. Su enfrentamiento con Ucrania, revestido de un tinte comercial, pero tras el que no es difícil adivinar también otras motivaciones –el deseo ucraniano de incorporarse a la OTAN– ha tenido consecuencias inmediatas en Europa.
Una veintena de países del Viejo Continente sufre los efectos de la refriega después de que Rusia decidiese cortar el suministro a Ucrania, vía de acceso del 80% del gas ruso que se consume en Europa.

Esta situación reabre el debate sobre la urgente necesidad de reducir la excesiva dependencia que Europa tiene del gas ruso, socio al que Durao Barroso ha calificado, con acierto, de nada fiable. Los acontecimientos también han dado la razón a quienes desaconsejan con rotundidad la entrada del grupo petrolero ruso Lukoil en Repsol.

El episodio ucraniano se ha instrumentado a través de un conglomerado estatal, Gazprom, pero a nadie se le escapa que Lukoil no es, en absoluto, la empresa privada e independiente del poder político que quiere aparentar ser.

Dadas las circunstancias y el nulo recato de Rusia en utilizar su control sobre las materias primas como arma de presión, sería una irresponsabilidad propiciar la entrada del gigante petrolero en Repsol, con la inseguridad que ello comportaría sobre el suministro, y aún menos si el principal propósito de esa operación es aliviar los problemas financieros de uno de sus accionistas, Sacyr, cuyas ambiciones han terminado estrellándose contra la cruda realidad económica.

Fuente: Expansión, España.

Rusia acepta negociar con Ucrania conflicto del gas

Rusia y Ucrania acordaron ayer restaurar las conversaciones respecto a su disputa por los precios del gas natural y tasas de tránsito, mientras la rusa Gazprom advirtió que Ucrania arriesga amasar una deuda de “miles de millones de dólares” si el conflicto continúa. Gazprom recortó los suministros del combustible a Ucrania el 1 de enero, un día después de que las negociaciones se rompieran con la ucraniana Naftogaz por la renovación de los contratos de 2009. Una disputa similar interrumpió los suministros de gas a Europa en 2006.

Fuente: Diario Financiero

Gazprom endurece su actitud en disputa de gas con Ucrania

El monopolio estatal ruso Gazprom indicó el domingo que aumentó el precio que desea cobrar a Ucrania por el gas natural, endureciendo su posición en una disputa que ha mermado el suministro del combustible en Europa.

El director gerente de Gazprom Alexei Miller dijo que la empresa estatal desea recibir ahora 450 dólares por cada 1.000 metros cúbicos de gas, frente a los 418 dólares previos.

La empresa estatal de gas ucraniana acusó a Gazprom de no desear un compromiso y agregó que cualquier aumento de precio debería ir acompañado de un aumento similar en la comisión que recibe Ucrania de Rusia por bombear el combustible a través de sus gasoductos con destinos a los clientes de la Europa occidental.

El endurecimiento de la posición rusa en las negociaciones quizá obedezca tanto a consideraciones políticas como económicas.

Gazprom, que otrora aspiró a ser la mayor corporación del mundo, se ha visto particularmente afectada por la crisis financiera y tiene deudas cuantiosas.

Además, las negociaciones han sido afectadas por las empeorantes relaciones entre el Kremlin y el gobierno pro-occidental ucraniano. Kiev enfureció a Moscú al intentar ingresar en la OTAN y al respaldar a Georgia durante la guerra de agosto que libró con Rusia.

El año pasado, Ucrania pagó 179,50 dólares por cada 1.000 metros cúbicos de gas importado. Su empresa estatal, Naftogaz, rechazó el miércoles la oferta de Gazprom de 250 dólares antes de que fracasaran las negociaciones sobre un nuevo contrato de suministro, lo que obligó a Gazprom a suspender el suministro de gas a Ucrania.

Gazprom ha seguido bombeando gas con destino a Europa, que depende de la empresa rusa para un cuarto de sus necesidades.

Empero, el 80% del gas bombeado por Gazprom con destino a la Europa occidental pasa por los mismos gasoductos que abastecen a Ucrania. En los últimos cuatro días, la presión en esos ductos ha disminuido.

Algunos países europeos _ Rumania, Hungría, Polonia y Bulgaria _ denunciaron una disminución en sus suministros. Ucrania dijo que cuenta con reservas de gas suficientes para satisfacer sus necesidades durante varias semanas.

Fuente: Univisión.com

Ganancias de Gazprom llegan casi a los US0.000 millones

El consorcio ruso Gazprom aumentó su beneficio neto un 83% en el primer semestre, hasta 573.757 millones de rublos (US$ 19.629 millones), informó hoy la compañía en su página en Internet.

Los ingresos de Gazprom en los primeros seis meses del año subieron un 52%, hasta los 1,743 billones de rublos (US$ 59.630,5 millones).

Los resultados de la compañía fueron especialmente buenos en el segundo trimestre del año, cuando el beneficio neto creció un 192% respecto al mismo período de 2007, hasta los 300.318 millones de rublos (US$ 10.274,3 millones).

Los ingresos en el segundo trimestre aumentaron un 58%, hasta los 840.252 millones de rublos (US$ 28.746,2 millones).

El EBITDA en el segundo trimestre subió un 113% y totalizó 394.331 millones de rublos (US$ 13.490,6 millones).

Fuente: Diario Financiero.