La Tercera El proyecto hidroeléctrico Río Cuervo, de Energía Austral -ligada a Xstrata-, dejó para diciembre la tramitación del Estudio de Impacto Ambiental, para responder la tercera ronda de preguntas de los organismos con competencia ambiental de la XI Región. La sociedad construirá 3 centrales en Aysén, con una inversión de US$ 2.700 millones.
Fuente / La Tercera
El Mercurio Nuevos cambios en la operación y apuesta comercial de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) se avecinan tras la salida de Rodrigo Azócar de la gerencia general de la estatal, cargo que el próximo 1 de agosto asumirá Ricardo Cruzat, quien hasta el martes estuvo a la cabeza de Transnet, filial del grupo CGE.
En sus dos años y medio de gestión, Azócar lideró una profunda reestructuración administrativa y comercial orientada a recuperar a la petrolera de las históricas pérdidas de 2008, por casi US$ 1.000 millones.
El biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, quien preside el directorio de Enap, aseguró que Azócar concluyó la tarea de mejorar los números y el desempeño de la compañía, lo que consiguió en 2009 y 2010, ejercicios en que reportó resultados azules.
«Una vez enrielado este ciclo y estando la compañía más orientada, queremos hacer algunos giros adicionales y por eso tomamos la definición de realizar cambios en la administración», dijo ayer Golborne.
La fórmula que aplicó el ex presidente del Sistema de Empresas Públicas (SEP) incluyó la reestructuración de la plana ejecutiva de Enap; un plan de retiro donde salieron unos 400 trabajadores; la aplicación de un plan de contención de costos y ahorro por US$ 500 millones a 2012. A ello se suma el cambio en la política comercial, un proceso que por sus condiciones no cayó bien entre sus clientes privados.
En el directorio de Enap comentaron que desde un principio estaba considerado que Azócar dejara la gerencia cuando completara la reorganización. Pero otras fuentes señalaron que los conflictos que provocó la decisión comercial del ejecutivo de competir con sus clientes en diversos negocios, como la distribución de combustibles o la venta de gas natural, habrían precipitado hace un par de semanas la definición del directorio de pedirle la renuncia. Azócar abandonará el cargo el 31 de julio.
Claro que este plan no se habría concretado como estaba planeado, ya que habría sido otro el ejecutivo que asumiría la gerencia general. Conocedores del tema, dijeron que el elegido habría sido el ex director de Enap, Francisco Gana, quien no habría asumido por su vinculación con La Polar, donde fue director. Otras fuentes añadieron que Cruzat habría sido fichado por el propio ministro Golborne, pero para ocupar un cargo distinto en el Gobierno y que sólo hace dos semanas su destinación habría cambiado a la Enap.
Ricardo Cruzat y su paso por Emel, CGE y Entel
Hasta 2006, Ricardo Cruzat Ochagavía, de 49 años, quien el próximo 1 de agosto asumirá la gerencia general de Enap, ocupó diversos cargos ejecutivos en Entel.
De la firma de telecomunicaciones, el ejecutivo pasó a la gerencia general de Emel, en la que estuvo hasta abril de 2008, cuando el grupo de distribuidoras eléctricas ya estaba en manos de CGE. En esa fecha, Cruzat asumió en CGE Transmisión, filial del holding energético que desde septiembre pasado se denomina Transnet.
En la mesa de la estatal dicen que Cruzat tiene las competencias para guiar Enap, aunque otros temen que por su carácter conciliador no tenga el suficiente manejo político para dirigir una firma como ésta, que habitualmente es cuestionada.
Fuente / El Mercurio
Diario Financiero El atraso en la entrada en operaciones de centrales térmicas en el sur del país -Bocamina II de Endesa y Santa María de Colbún- y de Campiche en la zona central, sumado a un año particularmente seco ha provocado que los precios de la energía no bajen en un país y que a nivel comparativo, sigan siendo más altos que otros países de la región.
De acuerdo al último estudio de la consultora argentina Montamat & Asociados -de Daniel Montamat, ex secretario de Energía-, la tarifa eléctrica para clientes industriales que se paga en Chile, está entre las tres más caras del Cono Sur, antecedida por Brasil y Uruguay.
En Chile se pagan US$ 123,2 por megawatt hora (MW/h), considerando una demanda máxima de 300 KW y 80% de factor de uso.
Los países con tarifas más altas son Brasil y Uruguay, los que pagan US$ 143,4 por MW/h y US$ 139,5 por MW/h, respectivamente.
En la vereda del frente se encuentra Ecuador con US$ 60,8 por MW/h y Argentina con un promedio de US$ 39,5 por MW/h.
Las razones
El socio de la consultora Synex y miembro de la Comisión para el Desarrollo Eléctrico, Renato Agurto, explicó que una vez que se terminó con la crisis del gas argentino en Chile, y cuando se retomó al instalación de centrales que no funcionaran con gas, “se esperaba que los precios estuvieran ajustados hacia el año 2012, pero este año ya se está notando en forma más acentuada el ajuste de precios”.
Coincide en este punto la gerente general de la consultora Energética y ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González, ya que sostuvo que “en la actualidad aún no tenemos ajuste entre demanda y oferta de generación eficiente, que es una consecuencia de la falta de gas argentino. La oferta eficiente corresponde a hidroeléctricas o centrales a carbón y una parte de la energía que se consume debe ser generada con diésel”.
Así otro factor relevante que ha influido en los altos precios es la hidrología seca de 2010 y 2011. En tal sentido, el socio de Synex detalló que ”uno esperaría que con las lluvias (que han habido) se empiece a aliviar la situación”, pero indicó que lo que definitivamente va a mejorar la situación de precios es la entrada en funcionamiento de los proyectos que están atrasados.
Según Agurto, a lo anterior se suma el que “nuevamente han vuelto a subir los precios del petróleo y del carbón, porque habían bajado después de la crisis financiera, y se han mantenido relativamente altos”.
Por su parte, González agregó como otro factor influyente “la escasa competencia que existe en la actividad de generación eléctrica, donde de acuerdo a la legislación debiera haberla”.
Fuente / Diario Financiero
E-CL Hoy comenzó el régimen comercial de Central Termoeléctrica Andina (CTA), de E-CL, que tiene una capacidad instalada de 165 MW brutos y que, descontando los consumos propios, alcanza los 150 MW netos. Culmina así un período de pruebas que comenzó a principios de año y que se realizó bajo la estricta coordinación con todos los actores del sistema, entre ellos, el Centro de Despacho Económico de Carga del SING (CDEC-SING).
La central, que abastecerá a la Minera Gaby y parte de los consumos de Codelco en la zona, se encuentra ubicada en la Región de Antofagasta, comuna de Mejillones. La unidad gemela —Central Termoeléctrica Hornitos (CTH)— debería entrar en operación comercial durante el transcurso de las próximas semanas. Esta última unidad abastecerá las necesidades energéticas de Minera Esperanza, ubicada en la comuna de Sierra Gorda, a 100 kilómetros de Calama.
En conjunto, CTA y CTH representan una inversión cercana a US00 millones —cifra que incluye la construcción de una línea de transmisión de 144 kilómetros, la edificación de una nueva subestación (El Cobre) y la ampliación de una subestación existente—, y aportarán 300 MW netos al SING, con lo que E-CL incrementará su potencia instalada a 2.125 MW, manteniendo una participación de mercado cercana al 50% en el Norte Grande.
Las obras de construcción de las centrales comenzaron en febrero de 2008, generando un peak de 2.700 empleos. Para su operación requerirán otras 65 personas de forma permanente.
Tecnología de punta
“E-CL ha elegido una de las tecnologías más modernas y amigables con el entorno que existen actualmente en el mercado”, destacó el gerente general de E-CL, Lodewijk Verdeyen.
Efectivamente, CTA y CTH son centrales “multicombustible”, de lecho fluidizado circulante, únicas en Chile, que pueden utilizar un amplio rango de combustibles sólidos, como carbón y biomasa, entre otros.
El lecho fluidizado circulante corresponde a las denominadas “tecnologías de punta” de centrales termoeléctricas, cuyas características de diseño permiten mejorar la eficiencia del proceso de combustión, reduciendo las emisiones de material particulado y gases contaminantes de efecto invernadero.
Fuente / E-CL
El Mercurio En septiembre y tras once años en el cargo, Cristián Arnolds dejará la gerencia general de Chilquinta y entrará al directorio de la distribuidora eléctrica de la Región de Valparaíso, como una forma de dar un giro a su carrera.
«Me motivó abrirme a otras posibilidades o proyectos profesionales. Tras conversar con el accionista de Chilquinta acordamos que dejaría mi cargo tras un proceso de transición ordenada, para asumir después en el directorio y dar así continuidad al trabajo que está haciendo la empresa», explicó Arnolds.
El ejecutivo asegura que la firma, que desde abril está 100% en manos de la estadounidense Sempra Energy, tiene varios desafíos por delante como el desarrollo de nuevos negocios que no sólo impliquen llevar a Chilquinta más allá de su actual zona de concesión, sino que también impliquen diversificar sus actividades.
Otra de las metas por cumplir, dice, es estratégica y está en el plano interno: convertir a Chilquinta en la mejor empresa de servicio de Chile.
«Chilquinta está analizando una cartera de proyectos básicamente en el sector eléctrico chileno y fundamentalmente en transmisión y distribución, esta última nuestro negocio principal», comenta Arnolds.
Las principales oportunidades para lograr la mencionada diversificación, comenta el ejecutivo, están en los 21 proyectos, que totalizan inversiones por unos US$ 900 millones, que el Gobierno autorizó adjudicar este año para ampliar y mejorar la capacidad de transmisión en el Sistema Interconectado Central (SIC), el más grande del país.
«Chilquinta no tiene obstáculos para ingresar al negocio de transmisión, sólo tiene la limitación de que por ley no podemos tener más del 8% del sistema troncal. Claro que llegar a ese porcentaje requeriría una inversión muy importante por nuestra parte», apunta y añade que también estarán atentos a las opciones para crecer en el área de distribución.
Chilquinta atiende a unos 500 mil clientes en la Región de Valparaíso y es el cuarto operador en el mercado local de distribución eléctrica.
Fuente / El Mercurio