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Demanda eléctrica de clientes regulados en Santiago aumentó 40% entre marzo y mayo

Demanda eléctrica de clientes regulados en Santiago aumentó 40% entre marzo y mayo

El consumo eléctrico en sectores regulados aumentó 40% en promedio en 32 comunas de Santiago entre marzo y mayo pasado, alcanzando niveles de 103% en Vitacura, debido al efecto combinado entre el confinamiento de la cuarentena en la zona y las bajas temperaturas de estos meses, según indicó conjunto del estudio del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y de Enel Distribución.

La investigación analizó por primera vez el impacto producido por la pandemia del Covid-19 en la evolución de la demanda eléctrica regulada a nivel residencial y del pequeño comercio, «con un gran nivel de granularidad espacial y temporal para 32 comunas de Santiago», donde se obtuvieron los datos horarios de consumos provenientes de aproximadamente 326.000 equipos de medición inteligente.

El análisis destacó que entre marzo y mayo pasado se observó cambios significativos en la demanda, con aumentos de 44% en el consumo residencia, dentro del cual 8% respondió a las medidas de confinamiento en las 32 comunas de la capital, mientras que 36% se justifica por la estacionalidad de la demanda.

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Análisis

Rodrigo Moreno, académico de la Universidad de Chile y autor del estudio, comenta que estos aumentos «son importantes de destacar, ya que, comúnmente, los análisis de la demanda eléctrica en el sector se realizan considerando la demanda agregada a nivel de transmisión, donde se invisibilizan estos efectos locales».

Agregó que estos efectos son también importantes de considerar en el contexto del diseño de mecanismos de apoyo para consumidores económicamente vulnerables, «quienes se encuentran, a pesar de la capacidad limitada de pago, aumentando su nivel de consumo energético tanto producto de la estacionalidad como de los efectos de la pandemia».

«Un aspecto importante a destacar es que las caídas de consumo ha nivel agregado nacional han sido principalmente impulsadas por la disminución de la actividad comercial e industrial. No obstante, los consumos residenciales presentan, esperablemente, un comportamiento opuesto a esta tendencia global, producto del confinamiento voluntario o vía cuarentena», sostiene el especialista.

Crisis sanitaria obliga a corregir proyección de demanda eléctrica para los próximos diez años

(La Tercera-Pulso) Un complejo escenario, al igual que distintos sectores de la economía, vive la industria eléctrica. La pandemia les afectó por el hecho de que diferentes actividades paralizaran o bajaran su ritmo, lo que a su vez trajo aparejada inmediatamente una caída en la demanda eléctrica.

A la fecha, el Coordinador Eléctrico estima que la baja en la demanda en comparación al año anterior acumula un 5% y, para lo que queda del año, el panorama sería más desfavorable aún.

Estas cifras fueron recogidas por el Informe Técnico Preliminar de Fijación de Precios, que emitió la Comisión Nacional de Energía (CNE). Allí se anticipa una importante caída en la demanda, no solo para 2020, sino también para los próximos años.

A modo de ejemplo, en el informe del primer semestre -se realiza cada seis meses- se proyectaba que este año el consumo de los clientes regulados -quienes son abastecidos a través de una distribuidora, como Enel o CGE- sería de 31.741 GWh, mientras que en el caso de los libres, la cifra sería de 43.620 GWh. Sin embargo, el reporte más reciente reduce la estimación de demanda de los clientes regulados a 29.466 GWh, y en los libres a 41.056 GWh. Es decir, caídas de 7,2% y 5,9%, respectivamente.

Más aún, si se compara este informe con las estimaciones de la propia CNE en años anteriores respecto del consumo eléctrico en un horizonte de diez años, las diferencias son abismales (ver infografía). En 2016, por ejemplo, la propia CNE proyectaba que hacia fines de esta década el consumo eléctrico total del país superaría los 120 mil GWh/año, muy lejos de los menos de 89 mil GWh estimados en el informe más reciente.

Incluso más: en 2016 se proyectaba que hacia 2030, solo el antiguo SIC -que abastecía a la zona central- demandaría la energía que hoy se proyecta para todo el país.

Las proyecciones, eso sí, no solo están influenciadas por la pandemia, sino también por la perspectiva de una economía creciendo más lento que lo esperado.

Esta situación podría generar dos consecuencias. Por un lado, una eventual sobreoferta de energía, debido a que las decisiones de inversión consideraron otro escenario, más optimista que el que se muestra hoy. Pero, a la vez, esto podría provocar que los precios de la energía bajen.

Visión del regulador

Así precisamente lo ve la CNE. “Debido a la emergencia sanitaria, se espera una leve caída en la demanda para el año 2020, que implicaría un menor costo de operación del sistema. De mantenerse la caída de demanda y la reducción de precios de combustibles, esto podría repercutir en que a futuro los oferentes en licitaciones oferten precios más bajos”, se explicó desde ese organismo.

El director de Estudios y Contenidos de Generadoras de Chile, Rodrigo Solis, explicó que se está internalizando el efecto que ha tenido en la demanda eléctrica la caída de la actividad económica del país producto del Covid-19 y las medidas sanitarias adoptadas. “Este efecto es real, pero creemos que la recuperación de la actividad económica, una vez terminada la pandemia y con una visión de largo plazo, estará asociada a su vez a un mayor y mejor uso de energía eléctrica”, aseguró el ejecutivo.

Respecto a los efectos que tiene esto en el sistema en el corto plazo, señaló que es probable que se configure un escenario de sobreoferta u holguras y que, en ese caso, las afectadas son las empresas que han concretado una inversión, pues percibirán menores ingresos a los esperados.

El director ejecutivo de Acera, Carlos Finat, manifestó que las inversiones del sector son a largo plazo, por lo que tienden a ser poco sensibles a efectos de corto plazo. “La reducción de demanda podría tener algunos efectos puntuales, pero no pensamos que un informe en particular vaya a justificar una revisión mayor de las inversiones. Dicho lo anterior, un sector que sí podría verse afectado es el de las centrales de pequeño tamaño que, por su distribución geográfica, son un motor de la economía en muchas localidades”, dijo el ejecutivo.

Demanda eléctrica profundizó caída a 7% por cuarentena en Región Metropolitana

Demanda eléctrica profundizó caída a 7% por cuarentena en Región Metropolitana

La contracción de la demanda eléctrica se profundizó en las últimas semanas a causa de la cuarentena que rige para la Región Metropolitana a causa de la pandemia del Covid-19, llegando pasando de un promedio de 5% entre marzoy abril, a 7% en las últimas semanas, según indicó el presidente del Consejo Directivo del Coordinador Eléctrico Nacional, Juan Carlos Olmedo.

El ejecutivo fue uno de los participantes en la conferencia on line «Industria Energética y Pandemia: cómo gestionar la incertidumbre», realizada por el Grupo Editorial Editec, donde también estuvieron Ana Lía Rojas, socia fundadora de EnerConnex; Carlos Barría, jefe de la División de Prospectiva y Análisis Regulatorio y de la División de Ambiente y Cambio Climático del Ministerio de Energía, y Andrés Salgado, socio fundador de ENC Energy Consultants.

Demanda

Según Olmedo, la baja en la demanda eléctrica se refleja en el consumo del sector comercial, especialmente en el sector inmobiliario de oficinas y restoranes, donde la operación del sistema eléctrico se ha visto diversificada con la incorporación de la generación solar y eólica, en un contexto de menor aporte hidráulico, a causa de la sequía que afecta al país.

Para Andrés Salgado, la demanda eléctrica en el país se ha sostenido por el consumo domiciliario, recordando que en otros países la caída en el consumo ha llegado hasta 30%, por lo que se planteó que este aspecto deberá abordarse a futuro con los nuevos proyectos que ingresen al sistema, especialmente en transmisión.

Agregó que el desarrollo de este segmento es clave para seguir avanzando en el proceso de descarbonización, recordando que en Alemania no se ha podido proseguir con este tema, debido a la falta de avances en nuevas líneas.

Ana Lía Rojas coincidió en que la disminución de la demanda eléctrica en el país ha sido menor en comparación a lo que ha ocurrido en Europa, «donde fue de 15% a 20%», por lo que «el sistema ha sido capaz de responder, resiliente en cubrir la demanda en base a generación térmica».

«Debemos revisar si esta pandemia va a tener impacto en la composición dela matriz a largo plazo, y en la descarbonización», agregó.

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Ministerio

Carlos Barría sostuvo que, desde el Ministerio de Energía, «una de las preocupaciones ha sido cómo podemos garantizar que los proyectos de transmisión puedan seguir su curso en términos de desarrollo y evaluaciones para el crecimiento de las energías renovables».

En este sentido, comentó la actividad de una división especial para monitorear el desarrollo de proyectos, tratando de facilitar aspectos que necesiten un apoyo del punto de vista del Estado, coordinando la comunicación con otros organismos públicos que también tengan relación con este tema.

«El desarrollo de proyectos es relevante y la transmisión es clave. No solo para que los proyectos hoy operativos para que puedan producir sin problemas, sino porque el fortalecimiento de las energías renovables requerirá de transmisión hoy y en el largo plazo», precisó.

Y agregó: «Uno de las grandes temas post pandemia será cómo desarrollemos los futuros sistemas de transmisión y no tengamos tiempos tan largos en la implementación de estos proyectos».

Barría también se refirió a la movilidad eléctrica, recordando que el transporte terrestre es responsable del 24% de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, destacó que «la electromovilidad es clave en nuestro desarrollo y no creo que se vea afectada por esta pandemia».

Futuro

Los panelistas concordaron en las oportunidades que se plantean para la industria una vez que se disipe la actual crisis sanitaria, especialmente con los desafíos que impone la transición energética, con la incorporación de nuevas tecnologías como la producción de hidrógeno a partir de energías renovables.

«Tenemos que apoyar desafíos de la transición energética. En esto es un pilar lo que ha sido la transformación digital de las empresas. Asimismo, hemos crecido en número de coordinadas, y también desde el año pasado tenemos una nueva estructura organizacional», dijo Olmedo.

Otro tema que -en su opinión- se profundizará es la electrificación de la matriz energética, señalando que «nuestra ciudadanía ha entendido la importancia de la electricidad en nuestras vidas. Antes de la pandemia había gente no era así, ahora se sabe que es fundamental».

Andrés Salgado mencionó que la inclusión del hidrógeno en la matriz energética, junto con el almacenamiento de energía, mediante sistemas de baterías, también son temas que se fortalecerán en el futuro dentro del sector.

En esta línea, Ana Lía Rojas, socia fundadora de EnnerConex indicó que el mayor desafío es masificar la entrada de energías renovables, sobre todo a mediana y pequeña escala, donde sostuvo la necesidad de fortalecer los proyectos de generación distribuida y de PMGD.

Agencia Internacional de Energía: demanda eléctrica mundial caería 5%

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda mundial de electricidad caería en torno al 5% este año, debido al impacto de la menor actividad productiva causada por la pandemia del Covid-19, específicamente debido a las cuarentenas impuestas en diferentes partes del mundo, entre las cuales están los principales centros de consumo energético.

“Las medidas de bloqueo han reducido significativamente la demanda de electricidad, afectando a su vez la combinación de energía. Los aumentos en la demanda residencial fueron superados por las reducciones en las operaciones comerciales e industriales. Los datos diarios recopilados para más de 30 países, que representan más de un tercio de la demanda mundial de electricidad, muestran que el alcance de la disminución de la demanda depende de la duración y la rigurosidad de los bloqueos. En promedio, encontramos que cada mes de bloqueo total reduce la demanda en un 20% en promedio, o más del 1.5% en forma anual”, indica el análisis del organismo internacional.

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“En nuestra proyección para 2020, la demanda mundial de electricidad caería un 5%, con reducciones del 10% en algunas regiones. Las fuentes de energía bajas en carbono superarían con creces la generación a carbón a nivel mundial, extendiendo el liderazgo establecido en 2019. Una recuperación económica más rápida y en forma de V reduciría el impacto en la demanda de electricidad a la mitad, lo que llevaría a menores caídas interanuales para el carbón , gas y energía nuclear. Pero los bloqueos más largos, la recuperación económica más lenta y la amplia difusión de Covid-19 en los países en desarrollo podrían reducir aún más la demanda”, se precisa.

El informe sostiene que los sectores más afectados por las medidas de confinamiento a nivel mundial son los servicios, “ya que las actividades de venta minorista, oficinas, hotelería, educación y turismo se cerraron casi por completo en muchas economías importantes”.

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Energías renovables

Según la AIE, las reducciones de la demanda eléctrica en el mundo “han aumentado la participación de las energías renovables en el suministro de electricidad, ya que su producción no se ve afectada en gran medida por la demanda. La demanda disminuyó para todas las demás fuentes de electricidad, incluido el carbón, el gas y la energía nuclear”.

“La generación basada en energías renovables aumentó un 3%, principalmente debido a un aumento porcentual de dos dígitos para la energía eólica y un salto en la producción de energía solar fotovoltaica (PV) de nuevos proyectos durante el año pasado. La participación de las energías renovables en el suministro de electricidad se acercó al 28% en el primer trimestre de 2020, frente al 26% en el primer trimestre de 2019”, señala la AIE.