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Colbún anticipa mayores ventas a clientes libres en 2023

Colbún anticipa mayores ventas a clientes libres en 2023

Una actualización de los avances de su Agenda Estratégica y los planes para 2023 realizó la empresa generadora de energía y soluciones energéticas Colbún S.A. durante su quinta versión del Día del Inversionista, la cual se realizó este miércoles en formato híbrido con la presencia de más de 110 representantes de bancos de inversión, corredoras, fondos institucionales y AFP.

Al abrir la jornada, el presidente del Directorio de Colbún S.A., Hernán Rodríguez, sintetizó los desafíos que enfrenta el mercado eléctrico a raíz del importante aumento experimentado por las energías renovables -tales como los retos operacionales, congestión de redes de transmisión, involucramiento comunitario y cambios regulatorios-, detallando luego cómo la Agenda Estratégica de la compañía se ha hecho cargo de dichos desafíos. “Tenemos una hoja de ruta clara, que ha sido consistente y coherente en el tiempo, y que se expresa en esta agenda que hoy creemos está dando sus frutos”, señaló Rodríguez en referencia al buen desempeño en resultados que ha logrado Colbún S.A. en 2023.

Durante su intervención, el ejecutivo comentó que, como parte de su estrategia de crecimiento, la compañía ya ha desembolsado o comprometido inversiones por US$1.000 millones en renovables y proyecta invertir otros US$1.000 millones al año 2025.

Por su parte, José Ignacio Escobar, CEO de Colbún S.A., puso foco en el despliegue de la estrategia de la empresa: “El compromiso de Colbún es brindar un suministro seguro, eficiente, competitivo y sustentable, en base a dos ejes: primero, contar con una cartera de activos y proyectos balanceada, con presencia en distintas regiones y con diversas tecnologías, incorporando el almacenamiento, por ejemplo, que es cada vez más importante para proveer energía renovable de forma continua. Y segundo, ser el socio que los clientes necesitan, respondiendo a sus más diversas necesidades energéticas con las soluciones innovadoras e integrales que requieren hoy”.

Uno de los focos en la estrategia de la compañía son los clientes libres. Las ventas a este segmento han experimentado un sostenido aumento, las que -según las proyecciones que se mostraron a los inversionistas- pasarán de un 41% de las ventas totales de Colbún S.A. en 2016 a un 80% en 2023. “Sin duda, los clientes no regulados se han transformado en protagonistas de la transición energética, porque es gracias a su demanda por energía sin emisiones que ha sido posible crecer en proyectos renovables”, puntualizó Escobar.

Además, destacó el crecimiento en el suministro de energía con certificación renovable, la que aumentó de 85 GWh en 2018 a 4.490 GWh en 2022.

Planes internacionales e hidrógeno verde

José Ignacio Escobar reforzó el interés de la empresa por crecer vía adquisiciones tanto en los países en que los ya está presente -Chile y Perú- así como en otros mercados internacionales.

Respecto de nuevos países donde Colbún S.A. podría incursionar, la estrategia apunta a activos renovables en operación o listos para ser construidos, privilegiando plataformas de proyectos renovables con desarrollo de equipos locales, la inclusión de socios en dichas operaciones y el diseño de fuentes de financiamiento que limiten la exposición de la Compañía. “Estamos preparados para abrirnos a nuevos mercados y apoyar también en ellos la transición energética. Hoy, ser renovable o tener energía verde no basta. Tenemos que buscar formas para que esta inversión en energías verdes esté bien hecha”, dijo José Ignacio Escobar.

En relación con la actual cartera de iniciativas renovables de Colbún S.A. en Chile, la empresa informó que ésta comprende más de 1.800 MW en proyectos eólicos, sobre 2.200 MW en iniciativas solares y 600 MWh en almacenamiento de baterías.

La empresa se propuso levantar al menos 4.000 MW de generación a base de estas fuentes a 2030, duplicando su actual tamaño. Esta cartera de proyectos incluye la recién inaugurada Diego de Almagro Sur, en la Región de Atacama, de 232 MW de generación solar más 32 MWh de almacenamiento.

Escobar también puso énfasis en la intención de la compañía de crecer en Hidrógeno Verde y proyectos de desalinización y tratamiento de aguas, destacando que Colbún tiene ventajas competitivas en la construcción y operación de grandes proyectos de infraestructura y una cartera de clientes alineados con la demanda por ese tipo de servicios y productos.

Analizan cláusulas en contratos de energía de clientes libres que limitarían la competencia

Analizan cláusulas en contratos de energía de clientes libres que limitarían la competencia

En Chile hay más de 2.300 clientes libres, que representan cerca del 60% del consumo energético del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en circunstancias de que hace menos de una década la cifra era ostensiblemente inferior.

Según Javier Bustos, director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos No Regulados (ACENOR A.G.), el cambio experimentado en el mercado eléctrico durante los últimos años ha permitido que muchos clientes regulados pudieran acceder a mejores condiciones contractuales, después de moverse al segmento no regulado, tanto de precio como de suministro renovable. Así, de acuerdo con su visión, los clientes libres se han transformado en actores cada vez más relevantes y diversos en el sector eléctrico.

Lo anterior fue expuesto en el webinar “Contratos de energía para clientes industriales: cláusulas que limitan competencia y principales retos a la hora de negociar el suministro”, organizado por la entidad gremial.

En el encuentro participaron, además, el especialista en libre competencia Nader Mufdi, socio de FHM abogados, y Catalina Medel, directora Legal y de Regulación de ENC e investigadora del Centro de Regulación y Competencia de la U. de Chile, quienes entregaron sus apreciaciones sobre los principales aspectos abordados en la investigación realizada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) respecto al mercado de contratos libres.

Cabe recordar que, como resultado de esa pesquisa, se identificó la existencia de barreras a la movilidad, que podrían entorpecer el proceso competitivo en el mercado de contratos libres, específicamente, en el segmento de clientes de menor tamaño.

“A la hora de abrir la investigación, la FNE observó que había dificultades considerables para los clientes de menor tamaño no sujetos a regulación de precios, para obtener contratos de suministros competitivos en atención a que, en principio, estos carecían de poder de negociación de cara a los grandes proveedores y esta circunstancia –la FNE indica en su resolución– podría haberles otorgado a las empresas dominantes la habilidad de imponer a dichos clientes cláusulas contractuales abusivas que no son compatibles en un mercado competitivo”, señaló Nader Mufdi.

Catalina Medel, por su parte, expresó que esta investigación permite observar cómo el mercado eléctrico ha ido madurando en el tiempo y hace ver la relevancia que tienen los usuarios. “Hay muchos clientes libres que no tienen conocimientos de sus contratos y la regulación actual espera que tengan mucha información del mercado eléctrico, y es importante que se involucren y que entiendan los cambios que han tenido en los últimos seis años, los que han sido brutales. Hoy, tal como está funcionando el mercado, exige una participación más intensa y estudiarlo”, sostuvo.

Adicionalmente, se abordaron inquietudes tales como los pasos que los clientes deben seguir para que se eliminen este tipo de cláusulas de sus contratos, en caso de que estos las tengan. Sumado a ello, se respondieron consultas sobre si los clientes que poseen dichas cláusulas corren el riesgo de que, al momento de solicitar su retiro, el suministrador le obligue a modificar otras partes del contrato como, por ejemplo, el precio.

Acenor expuso sobre implicancias de la ley de tarifas eléctricas para clientes libres

Acenor expuso sobre implicancias de la ley de tarifas eléctricas para clientes libres

El director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos No Regulados, Javier Bustos y el director ejecutivo de Valgesta Nueva Energía, Ramón Galaz, fueron invitados por la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética para detallar los efectos que tendrá la iniciativa que recientemente fue aprobada en el Congreso Nacional.

Tras cumplir su último trámite en el Congreso y ser despachado al Ejecutivo para su promulgación como ley, el proyecto que crea un fondo de Estabilización de Tarifas para Clientes Regulados despierta interés entre los distintos actores del sector energético.

En este contexto, la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética invitó al director ejecutivo de Acenor, Javier Bustos, y al director ejecutivo de Valgesta Nueva Energía, Ramón Galaz, a exponer a sus socios sobre las implicancias de la iniciativa.

Ramón Galaz comenzó explicando el contexto en el que surge esta ley y los alcances, especialmente para los clientes regulados.

Por su lado, Javier Bustos,  detalló las implicancias para los clientes libres. “Se observa que el cargo por servicio público aumentará tanto para clientes regulados como libres según tramo de consumo. Así, este cargo pasará de 0,508 pesos por kWh a 1,308 para los clientes entre 350 y 500 kWh; a 2,308 para los que están entre 500 kWh y 1.000 kWh y 3,008 para los clientes entre 1.000 y 5.000 kWh de consumo. Para los que tengan más de 5.000 kWh el cargo por servicio público será de 3,308 pesos por kWh.

En la oportunidad se plantearon interrogantes como: ¿Qué va a suceder si los costos de la transición energética elevan las tarifas a los clientes finales?, ¿las políticas públicas deben ser financiadas con fondos públicos? y ¿cuándo entrarán en vigencia los nuevos cobros?

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

El sector del transporte es la segunda industria que presenta una mayor demanda de energía en Chile, con un 37%. De ese volumen, el 81% corresponde al transporte terrestre, el cual es además responsable del 25% del total de los gases de efecto invernadero en el país en un año.

Es en dicho escenario en que la tendencia mundial se centra en detener el cambio climático, ante lo cual Chile se ha comprometido con alcanzar la carbono neutralidad en 2050. En ese contexto, es que se promulgó la ley sobre eficiencia energética, que se espera abra un espacio real para el desarrollo de la electromovilidad.

Según Daniela Soler, jefa de la Unidad de Transporte Eficiente del Ministerio de Energía, la incorporación de los vehículos eléctricos muestra una progresión interesante. “Hoy día tenemos más de 3.000 vehículos eléctricos circulando: camiones, buses, vehículos híbridos enchufables y vehículos puros eléctricos, y cerca de 350 cargadores de acceso público, concentrados en la Región Metropolitana, pero sí hay 1 cargador al menos en cada región en Chile”, comentó la especialista en el contexto del Diálogo ACEN sobre electromovilidad.

Objetivos en materia de transporte

Las metas de electromovilidad establecidas en la estrategia del Gobierno apuntan a que, para 2035 el transporte público urbano y los vehículos livianos y medianos que se vendan en Chile sean eléctricos, cero emisiones.

Por el momento, los programas se han focalizado en desarrollar la electromovilidad en flotas de alto recorrido como buses de transporte público, taxis/colectivos y flotas comerciales.

Según Cristina Victoriano, jefa de la línea de Transporte Eficiente en la Agencia de Sostenibilidad Energética, sería recomendable ampliar estos programas hacia los vehículos del Estado con alto recorrido como los de fiscalización y de salud.

También una alternativa posible es el transporte de carga, explicó Victoriano, donde existe mucho interés en avanzar hacia la electromovilidad, “pero debe haber una oferta vehicular satisfactoria que permita cumplir con la operación. La operación de larga distancia todavía no se puede cubrir principalmente porque las baterías aportan mucho peso en un camión de larga distancia. Además, se tendría que gastar mucho tiempo en recargar el camión en la mitad del camino y no existen cargadores de vehículos eléctricos de una potencia tan alta que permita hacer un largo recorrido, como tampoco camiones que permitan llevar la carga necesaria sin aumentar el peso”, indicó.

Esto fue complementado por Daniela Soler, quien en su exposición señaló que “los vehículos eléctricos son entre cinco a siete veces más eficientes que los motores de combustión y tienen un mucho menor costo de mantención y de operación. El costo de la electricidad podría ser alrededor de ocho veces menor que el del combustible. Ayuda a la reducción de emisiones y ruido y genera en Chile una mayor demanda por cobre y por litio”.

Por su parte, Sebastián Luque, CEO de Enerlink y director de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (Acen), dijo que el empuje de la electromovilidad ha venido desde las empresas, principalmente por conceptos de rentabilidad y sustentabilidad.

“Existe un punto de equilibrio donde después de cierto recorrido anual se vuelve una mejor inversión y logras tener este menor costo total de operación e inversión, en torno a los 30.000 kilómetros, eso lo estamos viendo en unidades de última milla, distribución en general y transporte público. El concepto de sustentabilidad además está empujando a las empresas grandes a ir cambiando vehículos a combustión por eléctricos ya que es una forma atractiva y fácil de generar un impacto desde el punto de vista de la huella de carbono”, manifestó.

Tareas pendientes

Pero cuáles son los obstáculos que hoy día entrampan el desarrollo de la electromovilidad.

Luque sostuvo que “en Chile falta todavía reconocer el beneficio que generan los vehículos eléctricos para la sociedad, para la salud de las personas, para el medioambiente y creo que eso no se está viendo reflejado en incentivos concretos económicos”.

En particular, comentó sobre el Proyecto de Ley de Estabilización de las Cuentas de Electricidad (PEC2), que si bien es beneficioso y está logrando paliar un alza que de otra forma sería importante, “está al mismo tiempo generando un desincentivo a la electromovilidad porque la electricidad va a salir más cara mientras más consumes”.

También mencionó que “quizás se puede avanzar desde ya con permitir que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser cliente libre, a pesar de no contar con los 500 kilowatts. Esa sería una idea interesante de empujar, que sería sí o sí un incentivo para una mayor adopción de los vehículos eléctricos”.

Por otro lado, indicó que “conseguir un empalme eléctrico o un aumento de capacidad hoy día en Chile se puede demorar hasta un año, con múltiples retrasos de la empresa distribuidora. Quizás se pueda fortalecer a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para hacer una mejor fiscalización. Eso sí es un problema en contra de la electromovilidad”.

Tal como dijo el moderador Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN, en un futuro cercano tendremos una demanda que se desplazará, pero si se mira hacia adelante, el sistema todavía no está preparado.

Según Luque, “se está desarrollando tecnología porque la limitante es la infraestructura de carga, que se soluciona cuando se le da inteligencia a la operación eléctrica. Por ejemplo, se puede hacer una gestión inteligente de la demanda de los cargadores para evitar puntas de demanda máxima”.

Todo lo que tiene que ver con inteligencia a través de software y de tecnología para la operación de los vehículos eléctricos es relevante para sortear los temas que vendrán, por ejemplo, cómo los vehículos prestan servicios a la red (entrega de servicios complementarios, actuar como baterías virtuales, desplazar horas punta, aportes de potencia a la red y ventas de energía a la red).

Pese a que aún deben resolverse esos y otros temas, según los panelistas del Diálogo ACEN, la inserción de los vehículos eléctricos no parará su avance.

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

El sector del transporte es la segunda industria que presenta una mayor demanda de energía en Chile, con un 37%. De ese volumen, el 81% corresponde al transporte terrestre, el cual es además responsable del 25% del total de los gases de efecto invernadero en el país en un año.

Es en dicho escenario en que la tendencia mundial se centra en detener el cambio climático, ante lo cual Chile se ha comprometido con alcanzar la carbono neutralidad en 2050. En ese contexto, es que se promulgó la ley sobre eficiencia energética, que se espera abra un espacio real para el desarrollo de la electromovilidad.

Según Daniela Soler, jefa de la Unidad de Transporte Eficiente del Ministerio de Energía, la incorporación de los vehículos eléctricos muestra una progresión interesante. “Hoy día tenemos más de 3.000 vehículos eléctricos circulando: camiones, buses, vehículos híbridos enchufables y vehículos puros eléctricos, y cerca de 350 cargadores de acceso público, concentrados en la Región Metropolitana, pero sí hay 1 cargador al menos en cada región en Chile”, comentó la especialista en el contexto del Diálogo ACEN sobre electromovilidad.

Objetivos en materia de transporte

Las metas de electromovilidad establecidas en la estrategia del Gobierno apuntan a que, para 2035 el transporte público urbano y los vehículos livianos y medianos que se vendan en Chile sean eléctricos, cero emisiones.

Por el momento, los programas se han focalizado en desarrollar la electromovilidad en flotas de alto recorrido como buses de transporte público, taxis/colectivos y flotas comerciales.

Según Cristina Victoriano, jefa de la línea de Transporte Eficiente en la Agencia de Sostenibilidad Energética, sería recomendable ampliar estos programas hacia los vehículos del Estado con alto recorrido como los de fiscalización y de salud.

También una alternativa posible es el transporte de carga, explicó Victoriano, donde existe mucho interés en avanzar hacia la electromovilidad, “pero debe haber una oferta vehicular satisfactoria que permita cumplir con la operación. La operación de larga distancia todavía no se puede cubrir principalmente porque las baterías aportan mucho peso en un camión de larga distancia. Además, se tendría que gastar mucho tiempo en recargar el camión en la mitad del camino y no existen cargadores de vehículos eléctricos de una potencia tan alta que permita hacer un largo recorrido, como tampoco camiones que permitan llevar la carga necesaria sin aumentar el peso”, indicó.

Esto fue complementado por Daniela Soler, quien en su exposición señaló que “los vehículos eléctricos son entre cinco a siete veces más eficientes que los motores de combustión y tienen un mucho menor costo de mantención y de operación. El costo de la electricidad podría ser alrededor de ocho veces menor que el del combustible. Ayuda a la reducción de emisiones y ruido y genera en Chile una mayor demanda por cobre y por litio”.

Por su parte, Sebastián Luque, CEO de Enerlink y director de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (Acen), dijo que el empuje de la electromovilidad ha venido desde las empresas, principalmente por conceptos de rentabilidad y sustentabilidad.

“Existe un punto de equilibrio donde después de cierto recorrido anual se vuelve una mejor inversión y logras tener este menor costo total de operación e inversión, en torno a los 30.000 kilómetros, eso lo estamos viendo en unidades de última milla, distribución en general y transporte público. El concepto de sustentabilidad además está empujando a las empresas grandes a ir cambiando vehículos a combustión por eléctricos ya que es una forma atractiva y fácil de generar un impacto desde el punto de vista de la huella de carbono”, manifestó.

Tareas pendientes

Pero cuáles son los obstáculos que hoy día entrampan el desarrollo de la electromovilidad.

Luque sostuvo que “en Chile falta todavía reconocer el beneficio que generan los vehículos eléctricos para la sociedad, para la salud de las personas, para el medioambiente y creo que eso no se está viendo reflejado en incentivos concretos económicos”.

En particular, comentó sobre el Proyecto de Ley de Estabilización de las Cuentas de Electricidad (PEC2), que si bien es beneficioso y está logrando paliar un alza que de otra forma sería importante, “está al mismo tiempo generando un desincentivo a la electromovilidad porque la electricidad va a salir más cara mientras más consumes”.

También mencionó que “quizás se puede avanzar desde ya con permitir que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser cliente libre, a pesar de no contar con los 500 kilowatts. Esa sería una idea interesante de empujar, que sería sí o sí un incentivo para una mayor adopción de los vehículos eléctricos”.

Por otro lado, indicó que “conseguir un empalme eléctrico o un aumento de capacidad hoy día en Chile se puede demorar hasta un año, con múltiples retrasos de la empresa distribuidora. Quizás se pueda fortalecer a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para hacer una mejor fiscalización. Eso sí es un problema en contra de la electromovilidad”.

Tal como dijo el moderador Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN, en un futuro cercano tendremos una demanda que se desplazará, pero si se mira hacia adelante, el sistema todavía no está preparado.

Según Luque, “se está desarrollando tecnología porque la limitante es la infraestructura de carga, que se soluciona cuando se le da inteligencia a la operación eléctrica. Por ejemplo, se puede hacer una gestión inteligente de la demanda de los cargadores para evitar puntas de demanda máxima”.

Todo lo que tiene que ver con inteligencia a través de software y de tecnología para la operación de los vehículos eléctricos es relevante para sortear los temas que vendrán, por ejemplo, cómo los vehículos prestan servicios a la red (entrega de servicios complementarios, actuar como baterías virtuales, desplazar horas punta, aportes de potencia a la red y ventas de energía a la red).

Pese a que aún deben resolverse esos y otros temas, según los panelistas del Diálogo ACEN, la inserción de los vehículos eléctricos no parará su avance.