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“No podemos descartar nuevas alzas en la luz”

Jul 19, 2010

El precio que pagan los chilenos por la energía sufrirá pronto el mayor aumento en dos años. Según el ministro del sector, la razón está en el nuevo mecanismo que se utiliza para calcular las tarifas. Por lo mismo, advierte, desde ahora las fluctuaciones en las cuentas de la luz serán más frecuentes. “Ya sea al alza o la baja”, aclara Raineri.

La Nación Apenas habían pasado tres días desde que asumió el cargo y el ministro de Energía, Ricardo Raineri, debió hacer frente a una contingencia inesperada. El domingo 14 de marzo se produjo un apagón generalizado que dejó a oscuras el país por varias horas. Entonces se advirtió que se podrían repetir episodios similares, pero eso no ocurrió. Pese a todo, desde su cartera están constantemente monitoreando las condiciones del sistema. “En un lapso de seis meses debiéramos volver a las condiciones originales de seguridad previo al terremoto, principalmente en la infraestructura”, asegura el ministro.
Descontando el apagón, Raineri -un hombre que viene de la academia- asumió en uno de los inviernos más tranquilos en materia energética. A diferencia de éste, en otros años las bajas temperaturas, el aumento de la demanda de energía y los cortes de gas desde Argentina provocaban molestos dolores de cabeza en la cartera. “Pero estamos tranquilos de que el suministro energético está garantizado para éste y el próximo año y esperemos que esta situación se vaya repitiendo en los siguientes”, señala.

Eso sí, el ministro ha debido aclarar las razones que explican el alza de 8,1% que sufrirán las cuentas de luz de los usuarios del Sistema Interconectado Central, es decir, entre Taltal y Chiloé. El aumento es el mayor en dos años y el ministro no descarta que ocurran sucesivas alzas debido al nuevo mecanismo con que se calculan los precios de la energía. “De la misma manera que las tarifas subieron, no podemos descartar que vengan nuevas alzas pequeñas a futuro. También podemos esperar que la volatilidad de los precios sea mayor, dada la forma en que ahora se calculan las tarifas”, advierte.

-¿Por cuánto tiempo más irán al alza las cuentas de luz de los clientes residenciales?

-Hay que ir mirando en función de lo que ocurra con los costos del sistema. Los indexadores de las cuentas de luz hoy son los costos marginales del sistema y, si éstos van hacia arriba, los precios también lo harán. Son varios precios que se consideran en las tarifas. Y lo que ha ocurrido en los últimos meses y que ha generado estas alzas, es que los costos marginales del sistema han tenido un mayor peso.

-Entonces, ¿son esperables nuevos aumentos en las cuentas de luz?

-No podemos adelantar que vengan nuevas alzas, pero no las podemos descartar. Al mismo tiempo, hay que estar consciente de que los precios sufrirán variaciones con una frecuencia mayor que la que sufrían hasta diciembre de 2009, porque hasta esa fecha las tarifas eléctricas se revisaban dos veces al año, en abril y octubre. Ahora, el 1 de enero entraron a regir estos nuevos contratos, donde cada distribuidora licitó el suministro eléctrico con varios generadores, y cada uno de esos contratos tiene sus propios indexadores. Entonces, cuando se genera un cambio de un indexador de un contrato, eso deriva en un cálculo en todas las tarifas. Y este sistema te lleva a estar revisando las tarifas todos los meses. Y así como hemos visto tarifas a la baja, como en los primeros meses de este año, que cayeron, ahora hemos estado con tarifas más altas porque los costos marginales fueron al alza. Entonces, vamos a tener tarifas que van a ir fluctuando mucho más, ya sea al alza o a la baja.

-Algunos expertos han criticado que la poca

competencia en la licitación de esos contratos influyó en las altas tarifas que se comenzarán a cobrar.
-Efectivamente, cuando se hicieron las licitaciones hubo bastante discusión sobre si el nivel de competencia fue o no el adecuado. En lo que todos estamos en cierta medida de acuerdo es en que los plazos podrían haber sido mayores. Eso hubiese permitido que hubiesen aparecido otros operadores. Pero hay que entender que la ley exigía que esto empezara a operar el 1 de enero y ya tenían que estar cerrados los contratos. Las próximas licitaciones pensamos hacerlas con bastante anticipación para que de alguna manera se promueva la participación del mayor número de actores posibles.

-¿Chile tiene costos de energía elevados en relación a otros países?

-Tenemos costos de energía que son relativamente altos de acuerdo al promedio de la región y, lógicamente, uno de los objetivos nuestros es que estos costos vayan disminuyendo. Para que eso ocurra, tenemos que ser muy eficientes en términos del uso de los recursos del Estado y esperar que se concreten proyectos que permitan contar con energía más barata.

-En el ministerio se hizo una revisión de toda la tramitación que requieren las inversiones en el sector de energía. ¿Cuál fue el resultado?

-Se hizo un estudio para ver los plazos que toma desarrollar proyectos de inversión en el ámbito de la energía, revisando los distintos trámites que hay que cumplir. Identificamos alrededor de 52 a 59 permisos que hay que obtener y evaluamos los tiempos promedio que en general demora un inversionista en obtenerlos. Y nos encontramos con algunas sorpresas que nos indican que tenemos que hacer algunas mejoras en el sector.

-¿Cuáles sorpresas?

-Algunos permisos tienen tiempos extremadamente largos que se pueden mejorar. Con este diagnóstico tenemos que pasar a otra etapa, que consiste en ver qué es lo que podemos mejorar y hoy estamos trabajando en eso.

-Usted ha dicho que la meta es reducir los tiempos de tramitación a la mitad.

-Hay cosas que dependen de nosotros y otras, de otros servicios. En las que dependen de nosotros, asumiremos el liderazgo. Algunos son simplemente problemas de gestión, de formas de trabajar, y otros, implican proyectos de ley. En algunos casos se pueden reducir los tiempos a la mitad, otros pueden tener mayores ganancias, eso dependerá de los trámites específicos. El esfuerzo que se realiza para obtener los permisos es muy grande, tanto por el lado de las empresas como por el de los servicios. Lógicamente esto no pretende saltarse ningunas de las cosas, sino tener un análisis más ágil y obtener los permisos en menos plazo. Por eso, básicamente, estamos trabajando en la reingeniería de los procesos.

-¿No se podrían entender esos cambios como una forma de favorecer la tramitación de las inversiones eléctricas?

-No, porque agilizar los trámites no significa una aprobación más fácil. Lo que queremos eliminar son los tiempos muertos y los trámites sobre los escritorios. Hay muchos trabajos que se pueden hacer con tecnología más moderna, haciendo una reingeniería de los procesos. Apunta a eso y no a eliminar o bajar las exigencias.

-En ese sentido, algunos ambientalistas podría criticar que se está favoreciendo directamente a HidroAysén.

-No, éste es un análisis hecho para todos los sectores de la energía, aquí no hay tramitaciones sencillas para nadie. Todo lo que hacemos es para tratar de agilizar y mejorar la eficiencia con la cual opera el sector público. Además, tenemos que hacer un uso eficiente de nuestros recursos como sector público.

-¿Cuál es la relevancia que tienen las megacentrales en Aysén en la matriz energética?

-En nuestra mirada de largo plazo, en términos de la seguridad energética, como gobierno y país, no nos podemos cerrar a ninguna fuente de suministro energético. Los problemas de seguridad energética que experimentamos en el pasado junto con los largos plazos que significa desarrollar proyectos energéticos, nos llevan eventualmente a tener que planificar y mirar con bastante anticipación cómo se está desarrollando el sector y a tener que diversificar la matriz, para no poner todos los huevos en una misma canasta. Ahí es donde aparecen proyectos que pueden ser un gran aporte a la seguridad energética, como las grandes inversiones hidroeléctricas que se pueden hacer en el sur del país. Desde el punto de vista eléctrico, esas iniciativas son tremendamente eficientes y al final uno tiene que estar consciente de que este país importa del orden del 75% de la energía que consume. Y uno de los pocos recursos nativos que tenemos es la biomasa y la energía hidroeléctrica.

-Entonces, ¿desde el punto de vista energético, iniciativas como HidroAysén se tienen que hacer sí o sí?

-Si no se hace un proyecto como HidroAysén, el país tendrá que contar con otras fuentes alternativas. Y las cosas que uno ve, a las cuales se puede acceder en mediano plazo y que sustituyan un proyecto como éste, son eventualmente centrales termoeléctricas. Esas centrales son parte de la matriz energética, pero tienen como contraparte que generan emisiones de gases de efecto invernadero. Entonces, nosotros tenemos que mantener un balance adecuado para nuestro desarrollo entre las distintas fuentes energéticas para no caer en una situación en que nuestras emisiones nos pongan en riesgo a nivel internacional. Dentro de esa ecuación para llegar a precios competitivos, el costo de la energía es tremendamente importante, pero también teniendo un cuidado del medio ambiente a nivel local y global.

-El gobierno se ha propuesto como meta que el 20% del parque sea generado por energías renovables no convencionales (ERNC). ¿Se entregará algún tipo de subsidio para incentivar este tipo de proyectos?

-No, no está contemplado la entrega de un subsidio, porque podríamos decir que las condiciones del país no han hecho necesario entregar ninguno.

-¿Cómo van a incentivar entonces el desarrollo de esos proyectos y cumplir esa meta?

-Lo que se ha hecho es facilitar el camino para el desarrollo de las ERNC, y en esa facilitación hay varias vías en la que hemos estado trabajando. Por un lado, está un convenio que tenemos con el Ministerio de Bienes Nacionales, en el que se establece que esa cartera facilita el uso de terrenos fiscales para el desarrollo de proyectos energéticos, principalmente del ámbito de las ERNC. Y dentro de ese concepto, en nuestro ministerio hemos estado trabajando en levantar información respecto a la calidad de los vientos en distintos terrenos fiscales del país, para luego poner esta información y potencial eólico para que los inversionistas vean que tienen la información y puedan acceder a un terreno a través de Bienes Nacionales. Ahí hay un apoyo por ese lado.

“NO NOS PODEMOS CERRAR A NINGUNA ENERGÍA”

-Dentro de la estrategia energética del gobierno, ¿qué espacio tiene la energía nuclear?

-La construcción de una central de energía nuclear no es parte de nuestro programa de gobierno. Pero está contemplado trabajar para cerrar las brechas entre donde el país está hoy y lo que tendría que tener para poder tomar la decisión respecto a tener una central de ese tipo. Y esto cae dentro del eje de la seguridad energética, en el sentido de que no nos podemos cerrar a ninguna energía y tenemos que estar en condiciones de poder invertir en cualquier tecnología que nos provea energía en forma limpia, segura y a precios competitivos.

-Concretamente, ¿qué está haciendo el ministerio al respecto?

-En el programa contemplamos algunos plazos para cerrar esa brecha. Hay que ver esto como un seguro, tenemos que ser capaces, si queremos hacerlo mañana, de poder tomar la decisión de contar con energía nuclear. Justamente, nuestro trabajo es ser tremendamente responsables con el futuro desarrollo económico y social del país, en términos de si se requiere tomar la decisión de invertir en esa tecnología o no. Hay que considerar que estas centrales son muy seguras, proveen energía a precios bastante competitivos y es una tecnología tremendamente limpia en relación a los gases de efecto invernadero. Si se miran esos aspectos, son todos positivos desde el punto de vista de la política energética.

-¿Se están realizando estudios al respecto?

-Estamos trabajando en la formación de capital humano y en crear el organismo regulador en temas de energía nuclear. Eso es algo que tenemos que hacer, con independencia de si el país a futuro toma la decisión de desarrollar un proyecto de este tipo. Hoy, la Comisión Chilena de Energía Nuclear participa en la producción de elementos radiactivos y, al mismo tiempo, fiscaliza y regula. Y esto hay que separarlo. Tenemos como objetivo avanzar en la creación de un organismo regulador independiente, que es algo que necesitaremos, desarrollemos o no un programa núcleo eléctrico.

-¿Cuando se podría concretar ese nuevo organismo?

-Ese proyecto hay que hacerlo con cuidado y se dará a conocer en su momento. Pero tenemos que tenerlo definido de aquí al próximo año.

Fuente / La Nación

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