El equipo de operadores de Roboshoot (equipo robotizado Alpha 30) para el proyecto central hidroeléctrica Los Lagos, de Statkraft Chile, cumple turnos de 14 por 14 días, y en cada jornada se internan en el túnel del proyecto, para operar la máquina proyectora de shotcrete y revestir con hormigón las paredes del túnel.
Desde fines de mayo pasado, Yocelyn Andrade es parte de este equipo especializado, la única mujer certificada para maniobrar esta maquinaria que comúnmente ha sido manejada por hombres, realidad que cambió con inclusión y diversidad, demostrando que las capacidades están más allá del origen, del género y de las ideas de las personas.
El túnel es una obra de minería esencial para el desarrollo del proyecto Los Lagos y se construye desde los extremos de manera simultánea, en la ribera sur del río Pilmaiquén. En el portal de entrada se tiene un avance de más de 100 metros, mientras que en el portal de salida se cuenta con un avance de más de 150 metros, respecto de un total de 415 metros de longitud.
Yocelyn es mamá de tres hijos, quienes fueron su principal motivación -señala- para especializarse en esta técnica y trabajar tanto en proyectos energéticos como mineros. De sus compañeros de labores, destaca el respeto y compañerismo, “me recibieron muy bien, son amables y respetuosos; la realidad aquí (Los Lagos) ha sido muy buena, con las jefaturas, compañeros, todos por igual”, señala y agrega que para sus compañeros “es muy grato estar con una compañera, se hace el ambiente mucho más agradable, me lo han dicho y me lo han demostrado”.
Sobre diversidad e inclusión, Yocelyn describe que falta avanzar en esta materia. “Es difícil aún en un mundo como este. En otras partes la mujer aún no puede entrar al túnel y se cree que el trabajo es muy pesado para una mujer. Pero se están abriendo puertas y las empresas le están dando la posibilidad a las mujeres, de tomar terreno y de poder demostrar que sí se puede, sí podemos como mujer, aunque sea un poco difícil, podemos llegar a ser tan iguales como nuestros pares hombres”, indica la operadora.
Yocelyn describe como un privilegio trabajar bajo la tierra y entrega un potente mensaje a otras mujeres que están en una situación similar a la de ella. “Que sigan adelante, que tomen este desafío que es muy lindo, es una linda experiencia; decirles que se atrevan, que se puede. El machismo está quedando atrás, podemos, se puede. Ánimo y que se atrevan”, sentencia.
Actualmente, doce mujeres son parte de la fuerza laboral que participa de la construcción de la central hidroeléctrica en el río Pilmaiquén. El proyecto supera el 30% de avance en la ejecución de las obras y una vez que entre en operación comercial, contará con una potencia instalada de 52 MW, energía que será inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
La equidad, la inclusión, así como fomentar la incorporación de la mujer, es parte de los retos que imponen el desarrollo de la generación de energía y, en particular, la construcción de proyectos, campo tradicionalmente cubierto por hombres. De allí que la cultura que promueve Statkraft, busca impulsar la innovación, comprender mejor el entorno donde está presente, entender mejor a sus clientes y establecer lazos sólidos con la comunidad. Para la compañía, la diversidad es un activo muy valioso en un contexto en que los desafíos para las empresas son cada vez más adaptativos y de largo plazo.
En la misma línea, refuerza en sus equipos la corresponsabilidad del cuidado, el necesario equilibrio entre trabajo y familia, y la cero tolerancia a la discriminación o al acoso, ya que de esta forma puede incorporar los mejores talentos.