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Los esfuerzos por minimizar las barreras financieras de las ERNC

Nov 26, 2012

(El Mercurio) Tanto el Ministerio de Energía, como el Centro de Energías Renovables y Corfo, han trabajado para identificar las etapas de los proyectos de energías limpias que requieren más apoyo para el logro de los objetivos de la política energética del país. Los beneficios de la energía renovable son ampliamente reconocidos: independencia a la […]

(El Mercurio) Tanto el Ministerio de Energía, como el Centro de Energías Renovables y Corfo, han trabajado para identificar las etapas de los proyectos de energías limpias que requieren más apoyo para el logro de los objetivos de la política energética del país.

Los beneficios de la energía renovable son ampliamente reconocidos: independencia a la volatilidad de los precios de combustibles importados, descarbonización de la matriz energética y la creación de empleos verdes, entre otros. Sin embargo, el financiamiento de proyectos de energía renovable aún presenta algunas dificultades debido a su naturaleza intermitente, a que las incertidumbres en la fase de preinversión son más complejas de acotar, y a que muchas veces los proyectos no cuentan con los estudios adecuados para su efectiva implementación.

Desde la perspectiva del financista, los riesgos específicos de las energías renovables tienen relación con la escala de los proyectos, la incertidumbre sobre la disponibilidad y variabilidad del recurso, los plazos y certezas jurídicas en la fase de tramitación, y los eventuales riesgos durante la construcción y operación, sobre todo, en tecnologías más nuevas.

Así lo señala María Paz De La Cruz, directora ejecutiva del Centro de Energías Renovables (CER). «Es por esta razón que los instrumentos de manejo de riesgo financiero deben evolucionar para adaptarse a las necesidades del sector de las energías renovables, con el propósito de fortalecer las iniciativas, especialmente aquellas que están en etapas tempranas».

«En ese sentido, el CER se ha propuesto motivar a las instituciones financieras a interiorizarse más acerca de la industria, conocer sus requerimientos y su gran potencial».

Estrategia nacional

A principios del 2012, se lanzó la Estrategia Nacional de Energía (ENE), que se soporta en seis ejes principales de desarrollo. Uno de ellos es el Despegue de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).

En Chile, el desarrollo de las ERNC enfrenta otros desafíos tales como: el costo que implica la inversión inicial, dificultades en el acceso y conexión a líneas de transmisión y la suscripción de contratos a largo plazo.

Con el objeto de superar estos inconvenientes y permitir una transición exitosa de la matriz hacia un uso adecuado de estas energías, la ENE propone cinco líneas de acción, entre las cuales destaca «Fomento y Financiamiento».

En este punto, tanto el Ministerio de Energía, el Centro de Energías Renovables y Corfo, han venido trabajando en identificar las etapas de los proyectos de energías limpias que requieren más apoyo, para el logro de los objetivos de la política energética del país. «Es así como se ha precisado la necesidad de incorporar nuevos actores a la industria, mediante el apoyo decidido a aquellos desarrolladores que tienen menos capacidad de absorber riesgos, sobre todo en las etapas iniciales de los proyectos», dice María Paz De La Cruz.

Apoyo al financiamiento

El CER, a través del Concurso para cofinanciar Estudios de Preinversión de Proyectos de Generación Eléctrica a Partir de Fuentes ERNC, tiene como objetivo otorgar una ayuda económica a la realización de estudios que soporten las primeras fases de los proyectos (como por ejemplo: medición de recurso eólico y solar, ingeniería básica y conceptual, estudios ambientales, entre otros), acotando así las incertidumbres propias de las etapas tempranas y, con ello, reduciendo los riesgos financieros asociados a estas iniciativas.

«De esta manera, el propósito de esta convocatoria, lanzada en agosto de este año, es apoyar iniciativas en etapa de preinversión, de manera de contribuir con hasta 40% de los costos (máximo UF 1.000) de los estudios necesarios para tomar la decisión de invertir. Se pretende, además, crear una nueva cartera de proyectos a los que podríamos acompañar durante todo el proceso de maduración», explica la directora ejecutiva de CER.

Agrega que los resultados a la fecha son alentadores. Se recibieron 44 proyectos para cofinanciamiento, de los cuales 6 proyectos corresponden a biomasa (5 de ellos de biogás y 1 forestal), 16 eólicos, 1 de geotermia, 11 hidráulicos y 10 solares fotovoltaicos.

«De materializarse todos estos, aportarían más de 900 MW adicionales para los sistemas del norte grande y central (SING y SINC)».

Fuente / El Mercurio

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