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Los desafíos en el montaje eléctrico para plantas de GNL

Ago 17, 2016

El mayor interés para desarrollar infraestructura de este combustible en el mercado local supone algunas consideraciones técnicas a la hora de instalar el equipamiento necesario para este tipo de centrales de generación.

Positivo se ve el panorama para el Gas Natural Licuado (GNL) en la matriz energética nacional, donde se destacan varios hitos, como el acuerdo para exportar el combustible a Argentina, junto con la ampliación de la infraestructura en la planta de regasificación en Quintero y a la aprobación ambiental del terminal gasífero de Puerto Lirquén y del proyecto termoeléctrico El Campesino.

Según Rodrigo Dassori, gerente de Proyectos de Pares&Alvarez, en este contexto el desarrollo de proyectos para centrales GNL plantea más de un desafío para el montaje eléctrico, especialmente en lo que respecta a la instalación “del Interruptor del Generador (GCB) y de los equipos de maniobra para distribución que, junto con los ductos de barra, conforman el corazón de la red en Media Tensión, además de la conexión al transformador elevador de salida. Estos equipos tienen plazos relativamente largos de entrega, además requieren ser testeados profusamente según normativa, por lo que cualquier error de planificación o montaje necesariamente impactará al proyecto”.

El especialista comenta que el escenario actual del montaje eléctrico en plantas de generación con GNL está marcado por la finalización de la Central Kelar y los proyectos actualmente en proceso de calificación ambiental.

“La Central Kelar (de 517 MW) en Mejillones, debería entrar en operación el cuarto trimestre de este año. Por su parte, los principales proyectos en proceso de calificación ambiental son El Campesino (de 640 MW), Los Rulos (de 540 MW), y Ttanti (de 1.290 MW)”, señala.

Dassori explica que en el proceso de montaje eléctrico “el corazón de estas centrales es la Turbina a Gas (TG), en el caso de Ciclo Abierto. A esta se suman la Caldera Recuperadora (HRSG) y la Turbina a Vapor (TV) para aquellas de Ciclo Combinado. Estos equipos fijan la ruta crítica del proyecto. El resto de la planta consiste en el BOP (Balance of Plant) y corresponde a equipos con plazos de entrega y montaje menores a los equipos principales”.

Respecto a las diferencias que se generan en este proceso de montaje con otros tipos de generación termoeléctrica, el ejecutivo menciona que hay equipos específicos para cada tipo de termoeléctrica, lo que genera diferencias en el montaje.

“Las centrales termo a carbón son más complejas que las centrales a GNL, ya que cuentan con mayor cantidad de equipos y requieren de un área de operación mayor. Dentro de las centrales a GNL, se aprecia una complejidad adicional, por el incremento en la cantidad de equipos, entre una central a Ciclo Abierto y una a Ciclo Combinado”, precisa.

Dentro de los requisitos técnicos que se deben cumplir en materia de seguridad para el montaje eléctrico en este tipo de centrales Dassori indica que para la fase de operación “el diseño debe considerar un análisis de clasificación de área para detectar aquellas zonas donde una fuga o acumulación de gas pudiera ocasionar una explosión ante alguna chispa eléctrica”.

“Lo anterior condiciona que, en algunos sectores de la planta, el montaje eléctrico debe contemplar canalizado para áreas con riesgo de explosión. En general, el diseño de este tipo de centrales hace que sean muy seguras de operar”, agrega.

A su juicio, “la Subestación de Salida en Alta Tensión también es un gran desafío de montaje, aunque esta última no necesariamente se incluye como parte del alcance del montajista eléctrico de la central”.

 

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