Lipigas dio un nuevo paso en su estrategia de proveer productos más limpios y bajos en carbono al año 2030 a nivel residencial, comercial, industrial y del transporte. En la comuna de Paine, región Metropolitana, la empresa inauguró su tercera estación de servicio para vehículos pesados que utilizan gas natural licuado (GNL) como combustible, y que en un futuro operará con gas natural licuado renovable (GNL-R).
La nueva estación se suma a las que la firma inauguró en 2021 en Linares, región del Maule, y en 2022 en Tabolango, región de Valparaíso. En conjunto, suministrarán GNL a más de 200 camiones en una primera etapa. Adicionalmente, la empresa este año sumará otra estación en Puerto Montt y tres más en Perú, a través de su filial Limagas Movilidad.
De esta manera, la compañía sigue expandiendo un corredor de energía más limpia, que conectará al país de norte a sur.
Al respecto, el gerente de Negocio GNL, Biocombustible e Hidrógeno Verde de Empresas Lipigas, Esteban Rodríguez, sostuvo que “avanzamos de manera decidida en construir un corredor verde internacional, en gran parte, porque el aumento en la demanda por GNL es una muestra más de que alternativa es atractiva y eficiente para reducir de emisiones de CO2”.
Licuado y renovable
Agregó que “nos centramos en una primera etapa en GNL para luego ir transitando al gas natural licuado renovable (GNL-R), producido desde desechos orgánicos, que será comercializado en las mismas estaciones y similares camiones a GNL, sin ninguna modificación para los vehículos. En ese sentido la nueva estación, en Paine, no solo es la primera que hay en la Región Metropolitana, sino que será el punto neurálgico de esta carretera verde internacional”.
En efecto, Lipigas avanza en la construcción de la primera planta de gas natural licuado renovable del país, en la región de Ñuble, que estará operativa a fines de este año. La instalación tendrá capacidad para procesar diariamente entre 7.500 y 16.500 metros cúbicos de biogás.
El GNL-R producido en Chile servirá a futuro para abastecer los camiones que utilicen el corredor verde de Lipigas. Eso permitirá reducir más de 19.000 toneladas anuales de CO2, si se compara con las emisiones de camiones a diésel y disminuir en 96% las emisiones de material particulado. Lo anterior equivaldría a sacar de circulación más de 6.000 autos o plantar más de 38.000 árboles.