(El Mercurio) Fue en el último comité ejecutivo de la Confederación de la Producción y el Comercio que Alfonso Sweet, presidente de la CPC, y Bernardo Larraín, líder de la Sofofa, se mostraron los dientes. Se rumoreaba que las relaciones entre ambos estaban deterioradas hace meses, pero lo que sucedió el martes 7 de mayo en torno a la COP25 marcó un antes y un después.
Días antes, la Sofofa había creado un grupo de trabajo con 16 miembros -integrado por presidentes y gerentes de empresas y gremios, expertos de la academia y la sociedad civil- el que elaboró una minuta de seis páginas.