(Diario Financiero) México siempre ha sido uno de los mercados que varias empresas chilenas miran con interés, pero a las que solo un puñado de ellas logra ingresar.
Sin embargo, esta situación podría cambiar en el corto plazo. Esto porque el gobierno de ese país está impulsando una serie de reformas que buscan aumentar el nivel de inversión, modernizar su economía y, de paso, incrementar los capitales extranjeros en distintos sectores. Dentro de ellos, el de energía es el que estaría generando más interés por parte de inversionistas chilenos.
Según comentó Gabriel San Martín, director de South Andes Capital -firma que presta asesoría financiera en distintos tipos de operaciones-, existen varios interesados por ingresar a ese mercado. “Ya hicimos un contacto para una empresa chilena que quiere entrar a México, porque para varios es el próximo paso natural. Por ejemplo, por idioma es bastante más fácil que Brasil, y por tamaño también”, afirmó el ejecutivo, agregando que es un mercado “gigante, donde el expertise que se haya desarrollado en otros mercados, como por ejemplo el nuestro, con bastante competencia, puede ser un aporte”.
Además, señaló, una de las grandes desventajas que tenía ese país a la hora de decidir invertir era la falta de seguridad, problema que ya está en declive por lo que es visto como un destino “más amigable”.
Por otro lado, Sergio Milic, también director de la firma que asesoró a Antofagasta Minerals en la compra del 40% del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, comentó que esto también está haciendo que el interés por las empresas del sector comercio, específicamente del retail, vean ahora a ese país como una opción más real, y que en un futuro cercano también se podría abrir al sector de infraestructura. “El tema seguridad es muy relevante allá, porque está bastante descentralizado, y las realidades periféricas hacían que fuera más difícil querer invertir teniendo una visión global de esa nación”.
Los cambios
Dentro de este grupo de cambios normativos, el que es considerado como el más importante es la reforma energética, que pretende abrir ese sector para la inversión extranjera. Es más, en uno de sus últimos discursos, el presidente Enrique Peña Nieto llamó al Congreso y a la oposición a apoyar los cambios en esta materia, además de la fiscal y financiera para lograr la “transformación del país” en los tres meses que quedan para finalizar el año.
El proyecto en tramitación, propone permitir contratos de “utilidad compartida” con la iniciativa privada. Además, Peña Nieto planea modificar el régimen fiscal de Pemex, que hoy en día entrega el 67% de sus ingresos al fisco. El resto de los ejes son la reestructuración de la empresa, un esquema de transparencia y rendición de cuentas de la compañía en cuestión de contratos y adquisiciones, así como la reglamentación de los proyectos de infraestructura de la petrolera estatal.
Fuente / Diario Financiero