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Las cartas que tienen sobre la mesa los jueces que definirán el futuro de la central Bocamina II

May 28, 2014

Un informe de la PDI identificó concentraciones de elementos tóxicos superiores a la norma en zonas aledañas a la carbonera, pero la Seremi de Salud criticó ese trabajo.

(La Segunda) Una vez más el mundo eléctrico espera la decisión de la justicia ordinaria para saber que pasará con una central clave para el funcionamiento del sistema eléctrico chileno. Esta vez los ojos están puestos en la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Concepción y su dictamen sobre la reapertura o no de la termoeléctrica Bocamina II (ubicada en Coronel), paralizada a mediados de diciembre de 2013.

Tras cinco meses de análisis los ministros Rodrigo Cerda, Camilo Álvarez y el abogado integrante Waldo Ortega ya tomaron una decisión. La causa quedó «en acuerdo» y ahora sólo falta la redacción del fallo, el que determinará si la carbonera de 350 megawatts (MW) propiedad de Endesa deberá cerrar sus puertas de manera definitiva.

Las agrupaciones de pescadores, que presentaron el recurso de protección en contra de la central, sustentan su argumentación en un informe de la PDI que constató altas concentraciones de mercurio, plomo y arsénico, entre otras sustancias, en las comunas de Coronel y Lota, responsabilizando de la contaminación a Bocamina.

Señalan que la Brigada Medioambiental de la policía civil identificó en algunos casos concentraciones de elementos tóxicos hasta 274% por sobre los límites máximos permitidos en zonas residenciales de Coronel y Lota.

Sin embargo en el expediente de la causa analizado por los ministros hay otros antecedentes. Uno de ellos es un informe de la Seremi de Salud de la Octava Región que señala que no pueden pronunciarse respecto de la verdadera magnitud del riesgo para la salud de las personas por cuanto falta información que no se extrae del informe técnico de la PDI.

Dicho informe cuestiona el trabajo realizado por la policía, y afirma que en él no «se establecen claramente los objetivos metodológicos, no hay correlación entre los contenidos ambientales y los contenidos séricos de personas expuestas (casos) y no expuestas (control) así como de una serie de variables relativas al grado de exposición de las personas que habitan en los sectores aludidos».

¿Pesará el factor económico?

A los antecedentes que forman parte del expediente de la causa se suma el factor económico de un eventual cierre de la termoeléctrica. Bocamina II, estando operativa, suministra entre un 5% y 6% de la demanda diaria del Sistema Interconectado Central (SIC), equivalentes a todo el consumo de Los Ángeles al sur.

La energía que inyectaba la termoeléctrica de Endesa ha sido reemplazada por unidades diésel, las que se calculan tienen costos de entre cuatro y cinco veces superiores a la generada por la carbonera. Con esto, la paralización de Bocamina II ha significado para el SIC un sobrecosto de más de US$100 millones desde que dejó de operar.

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