La transmisión eléctrica ha emergido como un pilar fundamental en el proceso de transición energética, permitiendo la evacuación de la energía generada en los centros de producción y su transporte hacia los puntos de consumo. Así, se contribuye a la disminución de los vertimientos, que cada año resultan en la pérdida de una considerable cantidad de energía renovable.
En la actualidad, el sistema de transmisión en Chile, compuesto por líneas y subestaciones, abarca una extensión de 37.439 kilómetros, de acuerdo con los datos proporcionados por el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) actualizados a julio del presente año.
Y hoy, además, algunos de los desafíos relevantes de este segmento del sistema eléctrico se focalizan en la incorporación de nuevas tecnologías a las redes y avanzar en términos de permisología. Lo anterior, mientras la industria observa expectante el desarrollo del proyecto Kimal-Lo Aguirre, primera línea que se construirá en corriente continua en Chile, la cual se inauguraría en 2029.
Por una red inteligente
Con 10.135 kilómetros de líneas y 69 subestaciones de 500 kV y 220 kV, desplegadas entre las regiones de Arica y Parinacota y de Los Lagos, Transelec es el principal proveedor del servicio de transporte de energía en el país, a través de sistemas de alta tensión.
La gerenta de Regulación e Ingresos de la compañía, Claudia Carrasco, aborda los proyectos actualmente en desarrollo. “Transelec ha estado impulsando con fuerza proyectos que permitan el uso eficiente de la infraestructura existente, por medio de la incorporación de nueva tecnología, considerando la complejidad de la gestión territorial y permisos sectoriales”, comenta la ejecutiva.
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