Q

La debilitada economía iraní apunta a la recuperación tras el acuerdo nuclear

Dic 11, 2013

Irán es la 17a mayor economía del mundo, medida según su poder adquisitivo. Este año, sin embargo, está completando un bienio recesivo agravado por una alta inflación. Con el acuerdo en Ginebra, podrá vender nuevamente su petróleo a un cliente tan grande como la Unión Europea.

(El Mercurio) Con sus casi 80 millones de habitantes, Irán es uno de los países más populosos del Medio Oriente y del mundo.

Su economía, medida a paridad de poder de compra, es la 17 {+a} más grande del planeta y equivale ya al billón (millón de millones) de dólares, al nivel de Australia y Turquía. Su nivel de desarrollo humano, según el indicador calculado por el Banco Mundial, es considerado «alto», similar a países como Perú y Brasil. Tiene el cuarto lugar entre los países con mayores reservas de petróleo y el segundo en gas natural. Pese a todos estos datos favorables, la economía iraní cumplirá en 2013 su segundo año consecutivo en recesión, con sus bancos aislados del sistema financiero global y sus empresarios asfixiados por las restricciones comerciales impuestas por Naciones Unidas.

Pero el fin de semana que pasó, en Ginebra, la economía iraní al parecer encontró un respiro.

El acuerdo nuclear

Luego de años de conversaciones fallidas sobre el programa nuclear de Irán, finalmente las potencias consiguieron que Teherán acepte detener el enriquecimiento de uranio a niveles mayores al uso puramente energético. Es decir, Irán se comprometió a paralizar cualquier método que le permita, al menos en teoría, desarrollar armas atómicas. De ese modo, su contraparte en la mesa de negociaciones, que son China, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, reducirá algunas de las sanciones económicas a las que sometió al gobierno islámico, por un período de seis meses antes de una revisión de los términos del acuerdo.

Gracias a este respiro, Irán podrá volver a vender su petróleo a varios de los países signatarios, en especial a un cliente grande como la Unión Europea. Asimismo, cesarán las trabas para que Irán pueda importar maquinarias, automóviles, repuestos de todo tipo, y hasta metales preciosos. También se desbloquearán dólares provenientes del petróleo iraní para que pueda comprar bienes con objetivo humanitario. El avalúo de estas rebajas de sanciones es de US$ 7 mil millones. Otras medidas restrictivas, como el acceso limitado a los servicios financieros extranjeros o el congelamiento de activos iraníes en bancos internacionales, se mantienen vigentes, y se calculan en más de US$ 90 mil millones.
¿La recuperación?

En 2002 y 2003 la economía iraní creció a más del 8% anual, en particular gracias al boom del precio del petróleo. Esos años, sin embargo, marcaron el inicio del fin de su propia prosperidad financiera ante la comunidad internacional. Luego que en 2002 se descubriera el plan secreto de Teherán de enriquecimiento de uranio, que el entonces gobierno de Mahmud Ahmadinejad negó y que después defendió para desafiar a Washington, Irán fue quedando aislado. Estados Unidos y la Unión Europea fueron los más activos en sus sanciones para congelar fondos de las empresas iraníes, luego impedir los negocios con bancos de ese país, y por último prohibir la compra de su petróleo y productos petroquímicos. Las exportaciones netas de crudo de Irán se redujeron en 30% entre 2005 y 2012. Aunque pudo resistir por varios años, al final las cuentas fiscales se deterioraron. El crecimiento se estancó, y hoy está en etapa recesiva. La inflación, que llegaba al 15% anual promedio en 2002, se ha disparado a más del 40% este año, lo que podría socavar el apoyo popular al régimen teocrático.

En ese panorama llegó al poder el Presidente Hasan Rohani, a mediados de año. Reemplazó a un defenestrado Ahmadinejad, que terminó enemistado con la cúpula que supervigila al gobierno y que encabeza el ayatolá Alí Jamenei desde 1989. Con este paso, y otros más que deberían ocurrir durante 2014, Irán busca volver al concierto global como una economía en pleno uso de sus capacidades. La bolsa de Teherán, por ejemplo, ha tenido una expansión vertiginosa desde que se inició su privatización, y su valor podría aumentar gracias a que las principales compañías listadas son petroleras. El domingo pasado trascendió que empezaría una puja por las participaciones accionarias de varias empresas, y el lunes el principal indicador bursátil anotó su máximo histórico.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

Temas relacionados

Suscríbase al Newsletter Revista Electricidad