(La Tercera) La central Neltume, de Endesa, no sólo es el principal proyecto hidroeléctrico local que está siendo sometido a consulta en el marco del Convenio 169, adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1989 y ratificado por Chile en 2009. También será el primero en ser analizado por un tribunal, que deberá pronunciarse sobre la forma en que se hacen las consultas a las comunidades indígenas en el país, cuando un proyecto se instala en su hábitat.
Neltume -el mayor desarrollo hidroeléctrico de la generadora después de Ralco-considera la construcción de una central de pasada (sin embalse) de 490 MW y una inversión de US$ 780 millones. Su zona de influencia abarca desde las localidades de Choshuenco, Neltume y Puerto Fuy, hasta los sectores del lago Neltume, Punahue y Paillahuinte.
Las reuniones con las comunidades comenzaron en noviembre de 2013 y, hasta la fecha, se han realizado cinco sesiones para someter a consulta la construcción de la central y siete citas para analizar la línea de transmisión. Es en lo referente a la central donde el proceso se ha vuelto más complejo. En la última reunión, ocurrida el 25 de marzo, dos de las cinco comunidades que participan en la mesa que coordina el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Los Ríos, abandonaron el proceso.
Previamente, las comunidades afectadas por el proyecto, Juan Quintumán, Valeriano Cayicul, Inalafquén, Parlamento Koz Koz e Inocente Panguilef, intentaron detener el proceso en la Corte de Apelaciones de Valdivia: interpusieron un recurso de protección contra el SEA y una orden de no innovar contra la consulta. ¿La razón? Las comunidades reclaman que la consulta no cumple con los estándares internacionales establecidos por la OIT.
El tribunal no acogió a trámite la orden de no innovar, sin embargo, declaró admisible el recurso de protección.
El director del SEA de Los Ríos, Raimundo Pérez, rechaza las críticas. “A nuestro entender, lo que se está haciendo hasta ahora se ha ajustado íntegramente a lo establecido por el Convenio 169”, dice.
Enfatiza que el proceso de consulta continuará”. Están dadas todas las condiciones para seguir, salvo que la Corte de Apelaciones quiera introducir alguna otra variante”, indica.
Discrepancias
El líder del Parlamento Koz Koz, Jorge Hueque, acusa que la consulta no es representativa, porque no se está considerando la esencia del Convenio 169. “El proceso ha sido sólo una entrega de información sobre el proyecto, de qué se trata, pero nada se ha dicho sobre el consentimiento que tiene que dar la comunidad indígena”, comenta.
Pero en Endesa tienen otra opinión. “Lo que el convenio exige es que la consulta sea previa, desarrollada de buena fe y con miras a llegar a un acuerdo. En ese marco, la entrega de información en forma previa y oportuna es un supuesto de toda consulta informada, pero no es la consulta en sí misma. Entendemos que el proceso llevado por el SEA ha cumplido con todas las exigencias señaladas y no ha sido meramente informativo”, explica Sebastián Fernández, gerente de Planificación Energética de Endesa Chile.
A juicio de las comunidades, las conversaciones se han tratado de centrar, principalmente, en las medidas de mitigación de Endesa. “La empresa ofreció un listado de compensaciones y eso no es correcto. No se puede avanzar en ese camino, ya que aún no se ha decidido si el proyecto puede ser favorable o no”, señala Hueque.
En la eléctrica, en tanto, aclaran que el proceso de cierre de las compensaciones no está terminado y forma parte de la consulta indígena aún en desarrollo. “Endesa Chile se encuentra disponible para seguir colaborando en el proceso de consulta y conversando con las comunidades, con el objetivo de llegar a un acuerdo, tal como lo manifiesta el espíritu del Convenio”, afirma Fernández.
Con todo, la polémica en torno a la consulta está lejos de concluir y los opositores al proceso persistirán en detenerlo. El coordinador del área jurídica del Observatorio Ciudadano, Hernando Silva, adelanta que las comunidades se reunirán con el intendente de Panguipulli, Egon Montecinos, para hacer valer su rechazo al actual proceso.