(El Mercurio) El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos subió 0,2% en marzo, según cifras dadas a conocer ayer por el Departamento del Trabajo de dicho país. Se trata del segundo mes consecutivo de alza, y el principal factor que estuvo detrás de este incremento fueron los costos de los combustibles, producto del invierno norteamericano, así como también de los precios de la vivienda.
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Asimismo, también se constataron aumentos de precios en varios sectores productivos del país, hecho que sugiere que la tendencia desinflacionaria ha llegado a su fin.
El dato supone una señal que confirma la probabilidad de una alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en el año. Fue la propia presidenta de la entidad, Janet Yellen, quien dijo mirar la evolución de la inflación y el desempleo como elementos fundamentales para tomar la tan esperada decisión.
Los datos fueron bien recibidos por los analistas norteamericanos. Omair Sharif, estratega de tasas de ventas del Societe Generale en Nueva York, opinó que «el panorama de la inflación está mejorando y es por lo menos estable de cara al futuro».
Joe Carson, director de investigación económica de AllianceBernstein en Nueva York, dijo que «las personas todavía ven en el mercado del trabajo oportunidades de compra muy favorables. Tienen fuertes ganancias en sus empleos y la liquidez es fuerte».
De todas formas, la cifra se debe observar con cautela, ya que si se visualiza el IPC a 12 meses, el indicador continúa en terreno negativo (-0,1%), aunque con una clara tendencia a estabilizarse próximo al 0%.
El índice Dow Jones, sin embargo, perdió 1,54% en la jornada, por las preocupaciones del mercado por la economía griega.
Inflación en Zona Euro sigue negativa
Los precios al consumidor en la Zona Euro subieron en marzo por segundo mes consecutivo y aunque el alza no bastó para sacar a la inflación anual de territorio negativo (fue de -0,1%), fue una señal positiva mientras el bloque monetario intenta escapar de una deflación prolongada. La cifra había sido anticipada en una lectura previa a comienzos de mes.
Aunque el incremento mensual en la inflación subyacente, que excluye precios de alimentos y energía, fue inferior al alza esperada de 1,2%, la tendencia parece estar cambiando.