En el marco del proyecto que desarrolla la empresa Ancare Energy en la ciudad de Chaitén, un grupo de investigadores del Centro de Tecnologías para la Energía Solar de Fraunhofer Chile, realizaron un detallado «Mapa de calor» de esta remota localidad, el que abarca zonas de viviendas, el colegio de la ciudad y el Hospital, punto de partida de esta investigación.
La iniciativa nace con la necesidad de Ancare Energy de buscar nuevas posibilidades para el uso del excedente de energía térmica que genera su planta ubicada en esta zona, y que abastece con un suministro seguro y permanente al Hospital de la ciudad, donde las temperaturas promedian los 3, 5° C en los meses más fríos, por lo que contar con un suministro térmico autónomo resulta fundamental.
Es así como, a través de una alianza con Fraunhofer Chile y su Centro de Tecnologías para la Energía Solar, y con el financiamiento del proyecto de código 19SN-117561 fondo «Súmate a Innovar» de Corfo, se inició un estudio, cuyos resultados consideran el aprovechamiento del calor residual presente en la ciudad.
Energía térmica
La investigadora Natalia Osorio explica que uno de los principales propósitos que se plantearon fue levantar en primera instancia, cuál era la demanda térmica que tiene la ciudad, y en base a ello, determinar un «Mapa de Calor» que entregue al cliente un panorama de cuáles son los posibles sectores que pudieran unirse en un sistema de calefacción distrital.
En este proyecto se cuantificó la demanda térmica anual de la zona urbana de Chaitén compuesta por 710 edificaciones. Si bien la mayor parte de Chaitén Norte obtuvo una densidad térmica inferior a 60 kWh/m2, se identificó al colegio y al hospital como los dos clientes claves para la factibilidad de una red distrital en Chaitén, con demandas térmicas anuales del orden de 350 MWh/año y 400 MWh/año respectivamente, además de una zona de interés aledaña a estos como posible zona piloto con alrededor de 2.000 MWh/año de energía térmica demandada.
Actualmente en Chaitén se utiliza leña, GLP, petróleo y electricidad, por lo cual en este proyecto se evalúo satisfacer la demanda con GLP y energía geotérmica, dando un suministro energético seguro, confiable y con una considerable reducción en las emisiones de carbono.
La líder de Sistemas Solares Térmicos del CSET, María Teresa Cerda, destacó que en el mundo este tipo de experiencias han tenido positivos resultados, y que hoy contribuyen a la transición energética de las comunidades, y que – si bien tienen un costo inicial que es necesario asumir-, sumando la participación de actores públicos y privados es posible de llevar a cabo.
Aunque se trata de un estudio inicial, abre grandes posibilidades para ir avanzando en la generación de nuevas tecnologías térmicas, en pro de una mejor calidad de vida y una mayor sustentabilidad de los territorios.
Externalidades
De esta manera considerando los resultados del estudio, Ancare Energy confirmó que el potencial de demanda energética existente en la zona es equivalente con la energía residual de la central térmica modular, «Plug & Play», la que se encuentra actualmente operando en el Hospital de Chaitén, propiedad de la matriz del grupo Consorcio Abasterm Ancare, con lo que se lograría un factor de planta más eficiente y una mejor gestión de la energía y de la demanda, así como menor contaminación para los habitantes de Chaitén, condiciones que nos permiten ratificar nuestro interés en seguir adelante con el proyecto.
Así el proyecto, que continuaría como un Piloto, entregaría externalidades positivas a la ciudad que necesita contar con energía más segura, limpia y más barata, producidas con tecnologías más eficientes y sustentables, logrando así desplazar a la leña, confirmando los beneficios sociales, ambientales y sanitarios a precios muy competitivos, lo que demuestra el tremendo potencial que tiene para nuestro país la Calefacción Distrital.