(Pulso) Un leve descenso mostraron las cifras de Inversión Extranjera Directa (IED) en el primer semestre de este año al sumar US$ 7.244 millones, un 0,4% menos que en el mismo período de 2014.
Al respecto, en el Gobierno desestiman que este año se repita lo sucedido en 2014 cuando Chile marcó un récord de US$ 22.000 millones de ingresos por esta vía, que lo llevó a ocupar el lugar número 11 en el ranking a nivel mundial.
“Nuestras proyecciones para 2015 es que no se repetirá el comportamiento excepcional de 2014, pero se mantendrá un buen flujo de inversión extranjera en el rango de los promedios históricos del país”, admitió el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.
Las proyecciones del Consensus Forecasts en esta materia apuntan a que este año llegarán unos US$ 17.500 millones de IED, una suma similar a la ingresada en 2013, y sobre el promedio de US$16.800 de los años 2005-2014.
Al 31 de mayo, según cifras de Economía, se habían anunciado varios proyectos por unos US$ 3 mil millones, entre los cuales se menciona la inversión por US$ 965 millones de Empresas Públicas de Medellín en Aguas de Antofagasta; y la de la española Gas Fenosa por US$ 407 millones.
Además, deberán ingresar a este cálculo otros proyectos conocidos en las últimas semanas, como el de Walmart con el centro de distribución El Peñón, el proyecto más grande de la cadena supermercadista estadounidense fuera de su país. También se encuentra el anuncio del grupo mexicano Femsa que adquirió el 60% de Cruz Verde por US$ 998 millones.
El ministro Céspedes destacó estos proyectos como una muestra de confianza en el país, pese a la desaceleración. “Chile sigue siendo un país atractivo por su estabilidad fiscal, nuevas políticas de fomento a la innovación, certeza jurídica lo que se confirmó con la ley sobre nuevo marco institucional para la IED”, manifestó.
De hecho, esta semana la autoridad lidera una misión en Shangai para captar inversiones desde China que estén interesados en sectores como infraestructura, energía y agricultura.
El ministerio está enfocado a aumentar los proyectos más allá del sector minero como a las áreas de energía renovable, solar y eólica, y hacia el plan de concesiones, desarrollo de nuevos minerales como litio, el turismo y consumo.
La inversión directa el año pasado fue equivalente al 22% del PIB (Producto Interno Bruto), y si se cumplen las expectativas para este año, la IED llegaría a 17,5% del PIB.
En 2014 una gran parte del mayor flujo de IED hacia Chile, el 38% de los US$22.000 millones, obedecieron a procesos de fusiones y adquisiciones.
Probablemente y de acuerdo al comportamiento de inversionistas este año, también el flujo de recursos extranjeros obedecerá a un porcentaje relevante de fusiones, debido a que las empresas chilenas están a un precio atractivo para los interesados del hemisferio norte.