(El Mercurio) Shell y BP, las mayores compañías petroleras de Europa, están reduciendo sus inversiones para la generación de biocombustibles, lo que supone un retroceso en el esfuerzo de crear un sustituto de la gasolina. Esto, debido a que la tecnología para producir combustible a partir de plantas leñosas y desechos no será económica hasta 2020 o más.
Ambas firmas dejaron de proveer recursos para cuatro emprendimientos. De esta forma se redujo la inversión mundial en la producción de biocombustibles desde el máximo de US$ 7.600 millones en el último trimestre de 2007 a solo US$ 57 millones en el primer trimestre de este año, el nivel más bajo desde 2006, según datos de Bloomberg.
La Agencia Internacional de Energía calcula que los biocombustibles proveerán cerca del 27% de los combustibles para autos en todo el mundo en 2050 para cumplir con las metas climáticas, por encima del 3% del año pasado.
Fuente / El Mercurio