Posibilitar un mayor conocimiento técnico sobre las ventajas que poseen los vehículos eléctricos es uno de los objetivos del documento “Motores eléctricos v/s motores a combustión”, elaborado por Andrés Montoya, analista de la Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC).
Dicho trabajo comparó el rendimiento del motor eléctrico con respecto a uno de combustión, en relación con varias de sus características físicas más relevantes, y a los sistemas que utilizan.
Es así como se destaca el hecho que para un motor a combustión se hace completamente necesario un sistema de transmisión de varias marchas, mientras que para el funcionamiento de un motor eléctrico esto es opcional. Últimamente se han desarrollado vehículos con cajas de cambios, con el objetivo de suavizar la partida de los vehículos, pero afectando el rendimiento en marchas largas, se consigna.
Junto con ello, se alude a la diferencia que presenta el sistema de frenado de un vehículo eléctrico, con respecto al de un vehículo convencional, que va más allá del freno regenerativo presente en los primeros, sino que más bien tiene que ver con la naturaleza de ambos motores. Esta diferencia se encuentra en la cantidad de calor que reciben los frenos.
Cabe indicar que un motor eléctrico produce mucho menos calor, lo cual, sumado al hecho de que se frena menos en un vehículo eléctrico, produce que estos se sobrecalienten mucho menos con respecto a los frenos de un vehículo a combustión. Esto se traduce en menor masa giratoria, y por lo tanto, en la posibilidad de utilizar frenos más pequeños, reduciendo la masa del vehículo.
Eficiencia Y Rendimiento Energético
En el documento de la AVEC se hace hincapié en que para un motor eléctrico, la eficiencia se define como la relación entre energía eléctrica que absorbe de las baterías, y la energía mecánica obtenida, mientras que para un motor a combustión se define como la relación entre la energía química contenida en el combustible, y la energía mecánica obtenida.
Considerando lo anterior, se tiene que el rendimiento energético de los motores eléctricos es sumamente superior al existente en los motores a combustión. Mientras en los motores eléctricos la eficiencia tiene una media de 90%, alcanzando incluso el 95% según algunos fabricantes, para los motores a combustión la cifra no supera el 25% para motores de gasolina, ni el 30% para motores diésel.
A partir de estos tópicos es que el análisis concluye que un motor eléctrico posee mejores características en cuanto a potencia y par motor, entre las que destacan principalmente su rango y su estabilidad para distinto número de revoluciones.
También posee ventajas en cuanto a los sistemas de frenado y transmisión se refiere, dado que son más simples de utilizar. Por último, el motor eléctrico presenta una eficiencia mucho más alta que un motor a combustión.
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