(El Mercurio) «He gastado una fortuna en medidas de seguridad», dice Killian Neumann, quien, en sociedad con un hermano, instaló en el fundo de la familia la central de pasada El Mirador, que tiene una inversión de US$ 10 millones.
Ubicada en Alto Biobío, en la VIII Región, la central de 3 Mw de capacidad sufrió tres atentados en 2015. Mientras que en octubre pasado se detuvo a un sujeto, identificado como Francisco Lipimán, en las cercanías de El Mirador. Portaba armas, combustible y un lienzo con consignas en contra de las hidroeléctricas.
Este tipo de generadoras ha sido el blanco de dos atentados este año. El último de ellos afectó la construcción de la central El Rescate, y dejó pérdidas por $500 millones.
El año pasado ocurrieron cinco atentados, entre ellos el ataque a las oficinas administrativas de la central Angostura, que Colbún posee en la comuna de Santa Bárbara.
«No hay otra opción que tomar medidas uno mismo. Me quemaron una excavadora, una retro. ¿Y quién responde por eso?, nadie», afirma Neumann, quien ha invertido en cámaras, guardias y alarmas.
Richard Cifuentes, dueño de una empresa que asesora inversiones en la zona, cuenta que varios proyectos han parado por estos hechos. «Entre el precio de la energía, que bajó, y el riesgo de la seguridad, se han bajado cosas», dice.
Luis Barceló, gobernador de Biobío -donde se ubican las comunas afectadas-, señala que la seguidilla de hechos «es lamentable».
«Esto tiene como finalidad todo lo que involucra a las hidroeléctricas. El mensaje es claro, y nosotros como autoridad recogemos el mensaje y tomamos acciones», añade la autoridad, quien hoy presentará una querella contra quienes resulten responsables del ataque del sábado pasado. También espera aumentar la dotación policial en la zona.
A Barceló le preocupa que la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) se adjudicara varios de los últimos hechos de violencia en el sector.
«Al parecer así es, la CAM ha ampliado su radio de acción a través de medios violentos en Alto Biobío. Ha expandido su accionar desde La Araucanía y Arauco, y eso es preocupante».
La organización mapuche, según las policías y el Ministerio Público, durante años ha sido responsable de diversos atentados en ambas regiones, y reapareció en enero tras adjudicarse la quema de cabañas turísticas en Lican Ray.