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Hermann von Mühlenbrock: «La Sofofa está por arriba de mí, de Andrés Navarro, de todos, y no puede salir perjudicada en un proceso eleccionario»

Mar 9, 2015

"Me parece grave que se critique a la institución", señala el dirigente gremial, para quien las declaraciones de Navarro obedecen a que no conoce la Sociedad de Fomento Fabril.

(El Mercurio) Nuevamente la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) es escenario de una pugna por su presidencia. Este martes Andrés Navarro oficializó su candidatura para las elecciones que se realizarán la segunda quincena de abril.

Uno de los protagonistas de este proceso es el actual timonel de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, quien en 2001 también enfrentó una competencia. En esa oportunidad, el ex gerente general de Gerdau Aza compitió con Juan Claro, quien resultó ganador liderando la industria entre 2001 y 2005.

Hoy Von Mühlenbrock -quien el miércoles 25 de marzo presidirá su último consejo general antes de las elecciones- busca ir por un segundo período. Si bien se le ve confiado en los apoyos que tiene, no oculta su molestia por las declaraciones realizadas por su contrincante en los últimos días.

Andrés Navarro, sin poner directamente la responsabilidad en Von Mühlenbrock, ha advertido que se requieren de más instancias de participación de los consejeros y de un gobierno menos personalista de la Sofofa, además de señalar que los empresarios deben dar la cara y no enviar a los gerentes a representarlos, planteamientos a los cuales el presidente de la entidad se refiere en profundidad en esta entrevista.

En esta propone medidas sancionatorias ante las malas conductas de sus asociados, más presencia de la Sofofa en regiones y nuevos fichajes para el área de políticas públicas.

Descarta de plano que sea necesario contar con un secretario general 100% abocado a esa función, propuesta eje del programa de Navarro.

[Las propuestas y apoyos de los dos candidatos al sillón de la Sofofa]

-¿Qué le parece protagonizar nuevamente un proceso competitivo en la Sofofa?

«La competencia es sana, permite que las empresas y otras instituciones mejoren. Este proceso ayudará a formular nuevos planteamientos y le hará muy bien a la Sofofa».

-¿Cómo se explica que haya surgido esta candidatura paralela y que usted no concitara un apoyo unánime?

«Demuestra que en la Sofofa y en todas las organizaciones siempre es buena la diversidad, porque eso es lo que hace crecer a las entidades. En las organizaciones que son todas iguales, evidentemente que la gente no suma».

-¿Hace usted un mea culpa por cosas que pudo no haber hecho?

«Nadie es perfecto, y seguramente errores uno ha cometido. Pero más allá de eso, hemos hecho cosas positivas en estos dos años y tenemos también cosas pendientes. Entre las pendientes, tenemos que robustecer y consolidar nuestro trabajo en regiones. Sofofa tiene nueve gremios, pero tenemos el desafío de tener 15 gremios, uno por región».

«También estamos redactando un reglamento que le dé estructura a nuestro Código de Ética, el que se someterá al consejo. Tenemos que establecer procedimientos y sanciones a las malas prácticas, pero creo que un tema pendiente más fuerte es que tenemos que hacer un plan nacional importante para recomponer las confianzas. Chile en eso está en alerta roja…».

-¿Recomponer las confianzas entre quienes?

«Confianzas en general. Creemos que hay una alerta roja por la pérdida de confianza de la comunidad en todas las instituciones y ahí tenemos que trabajar, y estamos muy de acuerdo en el llamado que ha hecho el Gobierno para establecer una institucionalidad que regule la relación entre política y negocios, porque creo que las instituciones en Chile están pasando por un momento complejo. Y cuando hablo de instituciones, estoy pensando en la política, en los empresarios, en la Iglesia, etc. Creo que la situación país en este ámbito es muy compleja, y en este plan de recuperación de confianzas cada una de nuestras organizaciones tiene que comprometerse con fuerza».

-¿Cómo se aterriza este llamado de cara a un segundo período en la Sofofa?

«La Sofofa ha sido bastante clara. Cuando asumimos en abril de 2013 fuimos bastante duros respecto de las malas prácticas. En ese momento estaba el caso Cascadas muy presente y fuimos muy duros en condenar».

«Creo que tenemos que castigar con mucha fuerza las malas prácticas. Y por eso una de las cosas que haremos es complementar el Código de Ética con un reglamento. El que tenemos es extremadamente bueno, habla de la libre competencia y rechaza categóricamente la colusión, pero nos faltan procesos sancionatorios cuando alguien incumple». «Tenemos que difundir las buenas prácticas. Esto no puede ser algo que solo se estudia en la universidad o en una cátedra, Chile tiene que respirar valores. Las sociedades se destruyen cuando no tienen valores y no tienen principios. Y estamos realmente preocupados, porque algunos en el mundo empresarial han tenido fallas tremendas y tenemos que ser muy duros en castigar y sancionar eso. En Chile, los empresarios son un millón 100 mil y la inmensa mayoría es gente honesta que trabaja y, por lo tanto, a los malos empresarios hay que castigarlos con mucha fuerza».

-¿En esto la Sofofa está al debe?

«No, tal vez debimos haber sido más ágiles en adecuar los procesos sancionatorios internos a la realidad actual y anticiparnos a situaciones en que está envuelta la fe pública. Hoy ya no basta con decir ‘sí, lo sanciono y voy a esperar a qué dice la Corte Suprema'».

-En septiembre de 2014 el TDLC en su fallo sobre colusión en el mercado de los pollos dio por acreditado que la APA (Asociación de Productores Avícolas y que es asociada a la Sofofa) tuvo un importante rol en la coordinación, ejecución y fiscalización del acuerdo. La Sofofa condenó las malas prácticas, pero no sancionó a la APA.

«Nosotros condenamos el hecho, la práctica. Este mismo caso ha ayudado a empujar cambios en el Código de Ética e incluir sanciones».

-¿Hoy no tienen sanciones concretas?

«No, tenemos principios, pero tenemos que adecuar los procedimientos para de manera ágil saber qué hacer en caso de fallas. Si sancionamos después que la Corte Suprema emite un fallo, no estamos aportando nada. Por eso los cambios al Código de Ética deben ser potentes. El proceso no es fácil, pero estamos avanzando y el consejo tendrá que aprobar el nuevo reglamento».

«No veo que hagamos una Sofofa de empresarios y saquemos a todos los gerentes»

-¿Cómo recibe las palabras de Andrés Navarro que criticó lo que usted ha dejado de hacer?

«Andrés en general no participa, no ha venido nunca a los consejos, entonces no sé a qué se refiere al decir que hemos dejado de hacer cosas».

-Andrés Navarro enfatizó que el consejo tenía que ser escuchado y ser una instancia empoderada. ¿El consejo hoy es considerado?

«Durante mi gestión el consejo ha tenido una participación tremendamente activa en una cantidad enorme de comisiones. El trabajo en políticas públicas ha sido potente, trabajamos arduamente en el tema tributario, ahora en la reforma laboral. Tenemos gente trabajando en el tema energía con el ministro Máximo Pacheco, en la reforma al Sernac, alimentos, etc. Es decir, la Sofofa es una organización viva donde activamente participan los consejeros y también los gerentes que no necesariamente están en el consejo. Entonces, cuando tanta gente da su tiempo ad honorem y eso se critica, no tiene sentido».

-¿Le parece una crítica injusta?

«Creo que la unidad de la Sofofa está por sobre cualquier cosa. No voy a discutir sobre los dichos de Andrés Navarro. Él nunca ha estado en el consejo y, por lo tanto, no sabe lo que hacemos. Para mí lo fundamental es la unidad, la unidad dentro de la diversidad por supuesto. No significa que todos pensemos igual».

«La Sofofa está por arriba de cualquiera de nosotros, la Sofofa es una organización centenaria, que tiene -a pesar de que algunos la quieren desmerecer- una valoración pública consolidada. Debe ser uno de los gremios más importantes del país».

«La Sofofa se ha movido fuertemente en una preocupación de trabajar con las regiones, de participar en políticas públicas. Por ejemplo, por primera vez el ministro de Hacienda y el presidente del Banco Central estuvieron juntos, ante 450 personas, en Concepción. Esto es solo una muestra de nuestro trabajo a lo largo del país».

-¿Se siente aludido cuando Navarro dice que los empresarios deben dar la cara ellos y no mandar a los gerentes?

«No sé qué diferencia hay entre un empresario y un gerente general de una sociedad anónima abierta con 1.000 accionistas. Aquí yo creo que hay que sumar. Me parece que no tiene sentido decir que la única opinión que importa es la de los empresarios. Hoy no soy ejecutivo, soy empresario. Soy socio de una empresa de mármol y soy director de varias empresas. Toda mi vida como gerente estuvo relacionada con la actividad empresarial y con el mundo de los trabajadores. Tuve la suerte de crecer en una empresa que pasó de vender US$ 10 millones a US$ 500 millones».

«Pero creo que ese no es el tema. No puedo decir que el gerente general de cualquier empresa multinacional, que en Chile hay muchas, no represente debidamente el interés de los empresarios o de sus empresas, no me cabe en la cabeza esa idea y eso no es algo que se alinee con la unidad. Necesitamos los talentos, gente que defienda valores, que defienda principios. Nuestros principios y nuestros valores son el emprendimiento, defender la libre empresa, defender la libertad de las personas. Necesitamos los talentos de todos».

«No veo que hagamos una Sofofa de empresarios y saquemos a todos los gerentes. Tenemos una cantidad de consejeros gerentes fantásticos. No veo por qué se va a minimizar la labor de los gerentes. Todos aportan».

-¿Cómo se concilia unidad con competencia?

«Cuando hablo de unidad hablo de respetar a la Sofofa. Me preocupa que se critique a la Sofofa, y eso creo que a los consejeros de la Sofofa debe dolerles y a los ex presidentes también. Si se dice que yo hice mal algo, fantástico. Pero Andrés Navarro ha sido muy cuidadoso y a mí no me ha criticado. Ha dicho que en la Sofofa influyen poderes fácticos, que hay que abrir las ventanas para que entre luz y aire. Me imagino que los ex presidentes de la Sofofa y los 108 consejeros y las personas que trabajan aquí deben sentirse muy mal, porque la Sofofa no es algo oscuro. Él no sabe cómo opera la Sofofa, no viene nunca para acá. La Sofofa funciona con consejos mensuales, con comités de trabajo, con comités ejecutivos, con consejeros regionales. Él no conoce la Sofofa y por eso tiene esa percepción errada».

-Usted dice que Andrés Navarro en general no participa en la Sofofa, pero ¿usted tuvo una participación activa antes de ser presidente?

«He sido consejero de la Sofofa desde 1996 con asistencia permanente».

-Participar activamente en la Sofofa, ¿es una condición para presidirla?

«No, para nada. Lo que digo es que si no conozco algo, no puedo criticar. A mí me parece lícito que él proponga planes respecto de una realidad concreta, pero criticar a una organización, que para nosotros es tremendamente importante en el desarrollo de Chile, como la Sofofa, me parece grave. Porque cuando se critica a la institución se está criticando a consejeros que trabajan honestamente, gratuitamente y con mucho sacrificio. Todos los presidentes de la Sofofa se han preocupado de tener una Sofofa unida, potente, que trabaje en políticas públicas. Y que él diga eso duele. No digo que no tenga derecho, tiene todo el derecho del mundo de hacer sus planes y su programa. Pero me parece grave que se critique a la institución, porque la Sofofa está por arriba de mí, de Andrés Navarro, de todos, y no puede salir perjudicada en un proceso eleccionario».

-¿Esto se lo han planteado los consejeros?

«Sí».

-¿Qué le parece que Andrés Navarro diga que en la Sofofa han operado los poderes fácticos?

«No sé a qué se refiere con poderes fácticos. Si se refiere a mí, no sé. Andrés Concha fue 14 años secretario general y cuatro, presidente. El consejo de la Sofofa es absolutamente abierto. Que se diga que en la Sofofa operan los poderes fácticos es una gran falta de respeto, y molesta».

-Usted ha estado los últimos meses en firme labor en su plan de trabajo, y en este proceso ha recibido el apoyo de algunos ejecutivos de la Sofofa. ¿Podría generar eso una situación de desigualdad con la otra candidatura?

«Llevo dos años trabajando firme por la Sofofa en conjunto con los consejeros y con el equipo interno. Nada de eso ha variado».

-¿Qué hará si pierde la elección?

«Aunque creo que es un escenario muy poco probable, seguiré trabajando en la actividad gremial como lo he hecho ya desde hace más de 20 años».

«La reforma laboral parte de un diagnóstico errado»

-¿Cómo potenciarán a la Sofofa en las discusiones país de este año?

«La estructura que tiene hoy la Sofofa es bastante potente. La idea es estar más en la proposición que en la reacción. De hecho, en la reforma tributaria nuestro comité tributario hizo una serie de propuestas para mejorar las atribuciones del SII y muchas se incorporaron en el proyecto final. Ahora en la discusión laboral la comisión laboral está realizando una serie de propuestas para modificar el sistema de indemnizaciones».

-Concretamente, ¿cuáles serán sus propuestas para el proyecto de reforma laboral?

«Consideramos que la reforma laboral parte de un diagnóstico errado, asegura que hay baja sindicalización y altos niveles de conflictividad, lo que no es así, y así lo confirman los datos».

«Otra afirmación que se repite es que los trabajadores no se sindicalizan porque la empresa pone dificultades. Pero la Encla (Encuesta Laboral) muestra que solo el 5% de los trabajadores asegura no haberse sindicalizado por miedo al empleador».

«Siempre he apoyado a los sindicatos, porque son una ayuda en la gestión empresarial, pero los trabajadores deben tener la libertad de decidir si quieren estar o no en uno».

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