Gasco selló una alianza con Arval Relsa, compañía de leasing operativo, para incorporar en su oferta vehículos convertidos a gas licuado vehicular, combustible que emite un 80% menos de material particulado que la gasolina y un 20% menos de CO2.
El gerente de negocio de Transporte de Gasco, Fernando Ledesma, señaló que destacó el acuerdo como «el primer convenio con una empresa de leasing operativo que nos permitirá desarrollar una oferta diferenciadora en el mercado y mantenernos como pioneros en la industria del transporte a gas licuado».
Por su parte, el gerente general de Arval Relsa, Rodrigo Amaral, aseguró que la idea de la iniciativa es la incorporación de soluciones de movilidad que sean más limpias y amigables con el medioambiente, por lo que dijo que el acuerdo «nos permitirá también dar una alternativa competitiva desde el punto de vista económico a nuestros clientes, ya que el gas licuado vehicular es un 30% a un 40% más barato que la gasolina».
Normativa
El convenio se enmarca en el fin de la prohibición para convertir vehículos particulares para el uso de gas licuado, ya que anteriormente, solo estaba permitido para vehículos comerciales livianos, de transporte colectivo y flotas comerciales debidamente certificados por la autoridad de transportes.
En base a la nueva normativa, se espera que dentro de los próximos cinco años se impulse el desarrollo de un parque vehicular a gas y movilice a diferentes actores de la industria para consolidar el gas como un combustible alternativo e inclusivo. «Hoy vemos una necesidad en diferentes empresas de migrar a combustibles menos contaminantes, por lo que este cambio de normativa y la alianza alcanzada con Arval Relsa, nos abre una puerta para ampliar esta solución energética al mundo del transporte, y así contribuir a un desarrollo sustentable del parque vehicular y la matriz energética nacional», complementó el ejecutivo de Gasco.
La conversión se realizará en talleres certificados por el Ministerio de Transportes, mediante un procedimiento sencillo, seguro y poco invasivo en el motor del vehículo. Este consiste en la instalación de un kit a gas que permite que el automóvil no pierda su condición de funcionamiento a gasolina y aumenta considerablemente su autonomía. Es el conductor quien selecciona qué combustible utilizar.