(El Mercurio).- Para Paul Fontaine los comentarios que dan cuenta de un conflicto de intereses por su participación en el sector eléctrico, no tienen sustento. Aunque actualmente se desempeña como encargado del área económica de Marco Enriquez-Ominami, el economista asegura que su influencia en los temas energéticos es nula.
«A mí me llegan las propuestas de todas las áreas y sólo evalúo el efecto económico que pueden tener», detalla Fontaine, resaltando que el programa energético es liderado por Sara Larraín, directora de la ONG Chile Sustentable.
Pero Fontaine recoge el guante ante las críticas por su participación (minoritaria y en sociedad con el empresario Rodrigo Danús) en eléctricas como Campanario y Emelda y afirma que en todos los comandos hay cosas similares, las que no necesariamente son nocivas, como Frei con Eugenio Tironi (director de Enersis) y Piñera y los vínculos que ha tenido él o sus socios en Colbún.
El economista defiende una de las medidas polémicas y que es parte de la reforma tributaria del candidato: la aplicación de un royalty a las hidroeléctricas, que cobraría US$ 30 por MWh a las centrales con 21 años de operación o más.
«Un proyecto con 21 años generando ya está totalmente amortizado (…) Esto no afecta a las nuevas inversiones y recaudas plata que en el fondo es de todos los chilenos sin distorsionar el mercado», explica. Sobre la idea de cobrar US$ 10 por MWh para las hidroeléctricas entre el año 1 y 20 de operación, Fontaine asegura no haber estado «en conocimiento de la medida» y que preliminarmente le parece «que puede ser complicada». Esta iniciativa ya fue presentada por Enríquez-Ominami, el martes recién pasado.
Sobre por qué no colocar impuestos por ejemplo a las termoeléctricas -tecnología en la que participa con sus empresas-, Fontaine afirma que este mecanismo sí distorsionaría el mercado y que es más eficiente elevar los estándares de las medidas para estas unidades.
Sobre los precios ofertados (por las eléctricas en las que participa) en las licitaciones de suministros para las distribuidoras, Fontaine afirma que en las etapas del proceso en que participaron Campanario y Emelda, éstas presentaron el segundo y tercer valor más bajo, entre todos los partícipes.
«Los nuevos actores, entre los que nos contamos, fueron fundamentales en el proceso, colocando energía más barata que la de empresas como Colbún», explica sobre el proceso de licitaciones eléctricas que fue llevado ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE), por el senador Carlos Ominami.
Fontaine al ser consultado sobre las iniciativas que ha tomado el comando de Enríquez-Ominami y en las que su opinión no ha prevalecido, manifestó que «hasta ahora no ha habido ninguna decisión ni anuncio tomado por Marco que sea con alto impacto negativo»
Sociedades
Fontaine a través de la firma SWC tiene participaciones minoritarias en las eléctricas Campanario Generación y Emelda.
Fuente / El Mercurio