(Pulso) El 7 de agosto de 2014 comenzó a funcionar el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco). Desde ese entones hasta el 7 de agosto de 2017 el costo fiscal asciende a US$35 millones, según cálculos de Clapes-UC.
El objetivo del Mepco es suavizar alzas y bajas abruptas que puedan registrar los precios para la gasolina y el diésel y, por ello, a través de un impuesto variable, el Fisco hace que las fluctuaciones no sean superiores a $5,2 por litro por semana.
En otras palabras, cuando los principales parámetros que inciden en el precio de los combustibles en Chile -valor del petróleo y tipo de cambio- se mueven al alza, el Estado, a través de este impuesto variable, entrega un subsidio disminuyendo dicho impuesto para amortiguar el incremento de los precios, dejando de recaudar.
Por el contrario, cuando los precios se mueven a la baja y van más allá de $5,2 por litro, el Fisco sube el impuesto variable para estabilizarlos, con lo cual recauda más recursos para sus arcas.
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Desde la perspectiva de suavizar los cambios en el precio de los combustibles, para el investigador de Clapes-UC, Carlos Acuña, el mecanismo ha cumplido su propósito como política pública. “Tanto el Mepco como el Sipco gastan mucho menos que sus antecesores y cumplen la misma función por lo que son mejores como política pública. Permiten el ahorro fiscal a la vez suavizan los cambios en los precios”, rescató.
De igual forma, Michelle Labbé, economista de Econsult, destacó que la medida ha cometido su propósito de estabilizar los precios. Sin embargo, sostuvo que contrario a lo que piensa la gente, el mecanismo no es método de protección de los consumidores. “El precio sube igual lo que pasa es que se demora más, por tanto, los cambios son mucho menos abruptos de lo que serían de no existir este mecanismo”, precisó.
No obstante, durante los últimos meses, la forma en que se calcula el subsidio para los combustibles ha tenido un cambio que no deja de llamar la atención a los economistas.
Según explica Acuña, el precio de referencia del combustible calculado en el Mepco, tiene un parámetro de ocho semanas. Sin embargo, desde el 26 de octubre al 2 de noviembre, el precio de referencia fue calculado con 100 semanas, lo que a juicio del experto “permite calcular un precio de referencia brutalmente distinto”.
Dicho eso, el experto no logra explicar a qué se debería este cambio puesto que no ha ocurrido un shock de oferta tan grande. “El Gobierno lo hace de manera discrecional y no encontré nada que pudiera argumentarse que cambió de 8 semanas a 100”.
Gasolina alcanza máximos desde 2015
Pese a que ayer el precio de las bencinas frenó su racha alcista de siete semanas, se mantiene en sus niveles máximos desde mediados de 2015. Hoy la de 93 octanos se ubica en $752, mientras que la de 97 octanos se ubicó en $813.
Pero ¿qué motivos están detrás de esta alza? Uno de los factores, según Erik Haindl, académico de la Universidad Gabriela Mistral, es el mayor dinamismo de la economía mundial, lo que ha provocado un incremento del consumo del petróleo, lo que ha presionado el precio al alza.
El economista precisó además que el precio internacional del petróleo se ha recuperado, saltando desde los US$40 a los US$64 por barril, aproximadamente. De esta manera proyectó que la cotización del crudo se estabilizará en torno a los US$64 por barril hacia adelante. De todas formas, puntualizó que si el cobre llega a los precios que se han pronosticado, y el dólar se ubica en torno a los $650, eso podría agregar unos puntos más al precio del diésel.
La eventual decisión de parte de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de aumentar las repeticiones a las cuotas de producción sería otra de las razones por las que la gasolina ha subido su precio, de acuerdo a Labbé. Asimismo, señaló que el hecho que en el hemisferio ya estén en invierno, ha incrementado la demanda por el petróleo para la calefacción, presionando así la cotización del mineral al alza. Respecto al devenir de los precios, la experta indicó que no habrá cambios sustantivos, aunque si la OPEP finalmente toma la decisión mencionada anteriormente, se podría generar un alza. Así pronosticó que el barril rondará entre los US$70-US$60.