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Expertos relacionan el ‘fracking’ con 30 sismos ocurridos en Texas en 2014

Abr 21, 2015

Un estudio ha encontrado una relación entre la técnica y los 27 terremotos que sintió la población de Azle entre diciembre de 2013 y la primavera de 2014.

La ciudad de Azle (Texas, EEUU) no había sufrido ningún temblor hasta finales de 2013. Los vecinos relacionaron automáticamente los movimientos con el ‘fracking’, la técnica de inyección en el subsuelo que permite extraer gas. Las protestas ciudadanas exigieron la detención de la actividad hasta que la ciencia dijese si los sismos estaban relacionados o no.

Una investigación publicada en ‘Nature Communications’ detalla el trabajo del equipo de geólogos y sismólogos de la Universidad Southern Methodist de Dallas y del Servicio Geológico de EEUU. El estudio ha encontrado una relación entre la técnica y los 27 terremotos que sintió la población de Azle entre diciembre de 2013 y la primavera de 2014.

Pese a que los temblores no superaron los 3,7 grados Richter, en la zona se habrían detectado dos fallas. Usando un modelo en tres dimensiones, los científicos investigaron si el cambio de presiones producido por la inyección de fluidos podría ser la causa de los terremotos en la zona, que tiene dos pozos de inyección de aguas de desecho y más de 70 puntos de ‘fracking’.

«El modelo indica que en una de las fallas se genera una diferencia de presiones», explica Matthew Hornbach, autor del estudio. «Cuando simulamos el funcionamiento del pozo durante 10 años con un amplio rango de parámetros, el modelo predice cambios suficientemente grandes como para desencadenar terremotos en fallas que ya tenían presiones».

[Estados Unidos se alza como el mayor productor mundial de gas y crudo por tercer año consecutivo]

Aguas contaminadas

Más allá del fracking, en Estados Unidos han llegado a la problemática de qué hacer con las aguas contaminadas que se generan al extraer petróleo y gas. Este se suele inyectar en el espacio subterráneo dejado por los hidrocarburos, y los científicos demostraron ya en 2013 que esta técnica puede afectar a las tensiones geológicas de zonas en las que hay presencia de fallas.

El año pasado, un estudio publicado en ‘Science’ reveló que cuatro pozos de inyección situados en la localidad de Jones (Oklahoma, EEUU) afectaron hasta a 35 kilómetros y podrían haber provocado el 20% de los terremotos de todo el centro del país.

Así que el problema real parece estar en la reinyección del agua contaminada en los pozos recién explotados. Desde Shale Gas España explican a elmundo.es que “en España, el agua de retorno que se recupere tras el proceso de estimulación hidráulica se almacenará en tanques certificados y sellados para su tratamiento o reciclaje”.

[El padre de la revolución del fracking]

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