(El Mercurio de Antofagasta) A pesar de que hace 13 años se realizó un trabajo de saneamiento (limpieza y remediación del terreno) en la playa del sector Las Petroleras, en la costanera norte de la ciudad, una limpieza definitiva que permita habitar el sector podría tardar otros 20 años.
Esto porque, según manifestaron expertos, bajo los estanques en cuyo interior se almacenaron hidrocarburos por más de 50 años, continuas filtraciones fueron escurriendo hasta las napas subterráneas.
La acumulación del combustible bajo la tierra durante los años provocó que las napas se llenaran, y al ser lento el escurrimiento de estas aguas hacia la playa, el proceso de limpieza natural tardaría alrededor de dos décadas.
Así lo explica el Dr. Christian Herrera Lameli, Hidrogeólogo de la Universidad Católica del Norte, quien en 2006 realizó un informe sobre la contaminación con combustible que afecta a esa zona.
«Se construyó en ese tiempo un ‘dren francés’ (zanja de captación) para que captara las aguas contaminadas antes que desembocaran en la playa, pero estos drenes cada tanto tiempo deben ser revisados para quitar el agua contaminada. Esto se dejó de hacer hace años», argumentó.
Limpieza
Herrera también relató que desde los eventos del 2005 (accidente del barco «Eider» y el derrame de más de 900 mil litros de combustibles en el mismo sector de Las Petroleras) se tomaron medidas, pero luego se dejó de hacer seguimiento.
«No hubo interés en ese tiempo de que se hicieran más estudios y ahora estamos viendo las consecuencias. Siguió la filtración de los estanques. Hacer una remediación no es complejo, pero se debe construir una batería de pozos localizados aguas arriba de la playa de tal manera de extraer todo el hidrocarburo en la misma napa. Esperar a que todo esto fluya de forma natural tardaría un par de décadas», agregó.
Por su parte, el biólogo de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, quien fue uno de los denunciantes de las filtraciones en el sector en 2005, explicó que el proceso de saneamiento sería más expedito si realmente existiera la voluntad política para ejecutarlo.
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«En una reunión en la Intendencia que sostuvimos en ese tiempo (2006) se dijo que se debía hacer una investigación del subsuelo de toda el área, lo que significaba hacer calicatas (perforaciones) y hacer un estudio de suelo. Pero cuando comenzaron el estudio, el Estado no puso dinero y las empresas lo hicieron pero solo dentro de su perímetro, por ende no fue un trabajo completo. Acá no se puede presentar un plan concreto de saneamiento al área sin antes contar con un estudio serio del estado del subsuelo de la zona afectada», manifestó Guerra.
El académico explicó que lo efectivo para ese momento era hacer calicatas una vez al año y revisar si las napas se iban rellenado con el remanente del hidrocarburo.
«Aunque éstas se rellenan porque esa es una de tantas napas de aguas subterráneas que existen en Antofagasta. Ahora pasa que las autoridades o quienes debían realizar este seguimiento no lo volvieron a hacer», reclamó.
Por su parte, la diputada Marcela Hernando (Prsd), quien fue una de las gestoras en la iniciativa de la clausura de los estanques en el sector, cuando era alcaldesa (2008-2012) manifestó que es competencia de la Seremi de Salud proponer un saneamiento factible en el sector.
«El saneamiento es absolutamente factible. En algún momento estas empresas dejarán de operar y quedará el remanente del combustible, porque estas empresas son muy antiguas y previas a las nuevas resoluciones ambientales».
Experiencias de saneamiento
En otras comunas del país también se cerraron zonas de estanques petroleros que fueron remediadas después de años de funcionamiento. Por ejemplo en Puerto Montt en 2013 fueron saneados alrededor de 40 mil metros cuadrados de terrenos que por más de 40 años fueron utilizados por empresas petroleras. Pero el terreno no quedó apto para la habitabilidad, por lo que se pretende construir un parque.
También fueron las mismas empresas petroleras las que concluyeron un proceso de saneamiento de alrededor de 17,8 hectáreas en el sector Las Salinas de Viña del Mar, en 2011.