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Exceso de shale gas abre oportunidades a eléctricas locales para comprar más barato

Jun 30, 2015

El exceso de oferta que se produjo en EEUU no se vio acompañada por un alza de la demanda, lo que obligó a empresas que compraron grandes volúmenes de gas a salir a revender volúmenes pequeños. En ENAP reconocen haber recibido propuestas por volúmenes que se ajustan a sus necesidades. En la industria aseguran que hoy los clientes tienen el sartén por el mango.

(Pulso) Hoy es el momento de los compradores. Así explica una alta fuente del sector gasífero nacional la situación de mercado del GNL a nivel mundial, que vivió un cambio radical gracias a la entrada del shale gas y a los terminales de licuefacción estadounidenses como Sabine Pass, que comenzará a comercializar el recurso a contar de 2016.

Aunque los terminales de gas americanos, la mayoría aún en construcción, impusieron condiciones muy duras en un comienzo -contratos a 30 años, take or pay, grandes volúmenes de gas y escasas garantías-, la sobreoferta que se proyecta en este mercado -y que ya se está observando- ha obligado a los proveedores a cambiar su postura.

Un punto clave es la aparición de clientes globales -Shell y otros-, que adquirieron grandes volúmenes de gas pero que no necesitan todo y apostaron a revender parte de los volúmenes acordados.

Estos ahora están comenzando a ofrecer cantidades más pequeñas a valores similares a los que compraron el gas, pero en condiciones más ventajosas. Esto podría representar una oportunidad de oro para las compañías generadoras locales y demás compradores de gas en Chile.

Según algunos expertos, lo que ocurrió es que muchas empresas intentaron asegurar grandes volúmenes de gas pensando en hacer negocio, pero la sobreoferta echó por tierra esos planes y el gas, lo usen o no, deben pagarlo. Por ello ahora se han visto en la obligación de colocarlo en el mercado.

Por ahora, nadie está vendiendo bajo el costo, pero la expectativa que había de hacer una “pasada” ya no corre. Entonces, ahora se puede acceder a los mismos costos convenientes del shale gas en Estados Unidos, pero sin amarrarse a contratos largos ni poco flexibles.

“Ciertamente, en el último tiempo se han acercado a ENAP muchos suministradores de GNL que han tomado posición en nuevos proyectos en Estados Unidos y que buscan recolocar su gas”, reconocen desde la petrolera estatal, uno de los socios del terminal de GNL Quintero y que está desarrollando tres proyectos termoeléctricos para los que requerirá grandes volúmenes de gas.

Este cambio en el mercado es clave, pues hace tres o cinco años era impensado que una empresa que buscaba desarrollar dos o tres proyectos de generación en base a gas pudiera acceder a contratos, porque toda la oferta inicial fue absorbida por grandes players internacionales, como BG, la propia Shell o Gas Natural Fenosa, entre otras gigantes multinacionales.

“En general, hemos observado que las estructuras tarifarias no han variado significativamente en los últimos 3 años, pero hay una indexación vinculada a un marcador como es el Henry Hub, que ha disminuido su valor además de estabilizarse. También está la ventaja arancelaria que tendrían para Chile los cargamentos provenientes de Estados Unidos, lo que ha provocado que los precios de largo plazo se proyecten más bajos y con menor volatilidad”, añaden desde la petrolera estatal.

“En realidad, la mecánica es muy natural y lógica debido a los montos de inversiones (decenas de miles de millones de dólares para desarrollar plantas de producción y licuefacción de gas) y de cómo mitigar los riesgos. El productor no va a invertir montos astronómicos sin que alguien se comprometa a comprarle el GNL para un plazo largo. Por ende, el que compra también quiere tener la certeza de poder regasificarlo y venderlo después. En ese contexto, las plantas de regasificación como la nuestra también son inversiones fuertes. Por lo mismo es lógico que el operador del terminal se base en compromisos de largo plazo para invertir en su planta, o sino asume el riesgo”, añade el gerente general de GNL Mejillones, Jean-Michel Cabanes.

“En cuanto a los ‘intermediarios’ también es lógico. No es una novedad que surgen: siempre ha sido así. Tú no compras necesariamente directamente tu GNL al productor. El intermediario se ha comprometido a largo plazo con el productor por cierta cantidad y es lógico que gran parte de esta cantidad la haya, a su turno, vendido a largo plazo pero le queda una parte disponible para corto plazo o mercado spot. Finalmente es un tema de riesgos”, agrega Cabanes.

Desde GNL Chile indicaron que, efectivamente, hoy se observan en el mercado internacional condiciones más favorables para la contratación de gas natural que hace cinco años.

Ello, porque la capacidad de producción de GNL se ha incrementado en el último tiempo y continuará creciendo gracias a los terminales de licuefacción de Estados Unidos -generados a partir del desarrollo de shale gas en ese país-, algunos en construcción y próximos a operar. “Frente a ese escenario, quienes compraron capacidad de estos terminales han comenzado a advertir que tendrán remanentes en su consumo, lo que están ofreciendo a otros potenciales interesados”, destaca la empresa.
[Deudas amenazan industria del shale en EE.UU.]

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