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EPM, reflejo del modelo colombiano de empresa pública

Dic 11, 2017

La ciudad de Medellín, marcada desde la década de los 80´ por la presencia del narcotráfico, busca dejar atrás ese pasado de la mano del segundo holding más grande del país: EPM. La firma de servicios públicos, de propiedad del Municipio, entrega hasta el 55% de su utilidad anual para obrs de infraestructura.

(La Tercera) En la década de 1980, la ciudad de Medellín, en Colombia, alcanzó los más altos índices de violencia e inseguridad a nivel mundial, afectada principalmente por el narcotráfico. Esa crisis, personificada en la figura de Pablo Escobar, es una realidad que parece cada vez más lejana en la actualidad.

Con un municipio que es dueño del segundo holding más grande de Colombia Empresas Públicas de Medellín (EPM)- la ciudad “paisa” ha logrado desarrollar un modelo económico que le ha permitido ser una de las más innovadoras y también contar con una gran infraestructura. Por ejemplo, es la única del país que posee metro.

Adicionalmente, algunos de sus cerros poseen escaleras mecánicas que permiten subir lo equivalente a 10 pisos de un edificio. A eso se suman un tranvía, teleféricos (Metrocable) y una serie de programas sociales. Su exitoso modelo se ha sustentado principalmente en EPM, que si bien es de propiedad del municipio, ha funcionado desde su fundación en 1955, como una entidad descentralizada.

La empresa, que presta servicios públicos de energía, agua potable, saneamiento básico, gas natural, aseo y recolección de residuos sólidos y que tiene presencia en Colombia, Chile, México, Brasil, Perú, Centroamérica y en el sur de Estados Unidos, es presidida por el alcalde y está obligada por estatuto a aportar el 25% de su utilidad anual al presupuesto del municipio, cifra que puede crecer hasta el 55% si así lo solicita la autoridad comunal. Dicho aporte debe ser utilizado sólo en infraestructura y no en gastos administrativos.

Así, este año EPM aportó al presupuesto municipal cerca de US$ 531 millones, cifra similar a la que alcanzan sus utilidades a octubre de 2017 y cercana a lo que generan en ganancias anuales firmas como Copec en Chile.

Su Ebitda al décimo mes de este año, en tanto, ascendió a US$ 1.295 millones, 22% por sobre lo alcanzado en igual periodo del año anterior.

Ejecutivos de la compañía comentan que en los últimos años el consejo municipal ha pedido recursos adicionales, por lo que la compañía ha reinvertido el 45% de sus utilidades.

“La ciudad de hace diez o quince años era muy distinta en todos los sentidos y muchas de las cosas que se han hecho es con dinero que EPM le ha dado al municipio. La empresa es copartícipe en el desarrollo de los territorios, pero difícilmente hace algo sola porque entiende que no reemplaza al Estado”, manifiestan desde EPM.

El crecimiento de la compañía se generó principalmente entre 2000 y 2008, a través de una expansión regional, que le permitió alcanzar el 25% de participación de mercado en generación eléctrica en Colombia. Con ello, la firma tuvo que mirar hacia al exterior para seguir creciendo, por lo que en 2009 inició su expansión internacional, arribando a Chile en 2014, con la construcción del parque eólico Los Cururos y más tarde, con la compra de Aguas Antofagasta, al grupo Luksic.

En cuanto a su administración, cuenta con un gerente general (ver entrevista), que es nombrado por el alcalde. Además posee nueve vicepresidencias que funcionan como un directorio. “Es un modelo empresarial municipal que existe en muchas ciudades de Colombia, pero es el más exitoso por su sostenibilidad”, menciona uno de sus vicepresidentes.

“Chile es un país referente en Latinoamérica”

La estabilidad jurídica y la claridad de las reglas son dos de los aspectos que el gerente general de EPM, Jorge Londoño, destaca de Chile. La firma colombiana, que arribó al país en 2014 con la construcción del parque eólico Los Cururos, posee como principal activo en Chile a Aguas Antofagasta, donde invertirá $ 55 mil millones en 2018.

¿Cómo ve a Chile?

Es un país referente en Latinoamérica. Las inversiones las llevamos allí por la estabilidad jurídica y social que representa el país.

¿Qué opina del clima político?

Lo importante es lo que el país ha mostrado en los últimos años. Independientemente si gobierna un líder de izquierda o de derecha, la estabilidad jurídica se mantiene. Lo relevante para el inversionista, independientemente de quién resulte elegido, es que se mantengan la estabilidad jurídica y las reglas.

¿El resultado de las elecciones podría condicionar las inversiones en Chile?

No, para nada. Somos totalmente respetuosos de la democracia chilena. El país nos ofrece estabilidad jurídica y lo que determinará si seguimos invirtiendo o no a futuro tiene que ver más con eso que con quién gobierne.

¿Cuál es su plan de desarrollo en Chile?

En el caso de Aguas de Antofagasta, lo que buscamos es que cada vez haya más agua desalada al servicio de los ciudadanos y que también exista más oferta de agua para las inversiones mineras. Se sabe lo importante que es para el país el cobre y esta explotación se puede dar en tanto haya suministro de agua en las minas. Si las minas van creciendo van a tener más gente a su alrededor que necesitará agua potable.

¿Cuánto invertirán en 2018?

La inversión el próximo año es de $ 55 mil millones, que se destinará a la ampliación de una desaladora, profundizando también las redes de acuaductos.

En Colombia hubo críticas a la compra de Aguas Antofagasta, ¿están tranquilos con esa inversión?

Sí, estamos tranquilos, aunque todavía no totalmente satisfechos. Queremos que la comunidad nos perciba con toda la calidad que queremos ofrecer y así poder desarrollar otro tipo de inversiones en el país.

¿Planean avanzar en la compra de otra concesionaria?

No. En este momento estamos más concentrados en desarrollar la oferta que queremos llevar a Antofagasta y a sus ciudades.

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